💚Deku x Toga💛... ¿Qué Puede Salir Mal?

𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 9: "La niña"

–Em... Hola pequeña... N-Necesitas algo?– pregunta Midoriya con una sonrisa. No tenía ni idea de porqué esa niña estaba ahí.

–S-Sí... Yo... Necesito un poco de agua... No he comido ni bebido nada en 4 días... P-Porfavor señor...– responde la niña con una voz frágil, temblando de frío ya que su vestido era muy fino.

–Claro, claro! Pasa porfavor, estás temblando de frío!– exclama Izuku con tristeza por ella, rápidamente llevándola adentro y sirviéndole un vaso de agua... –Te encuentras mejor ahora?– pregunta Deku preocupado.

La niña asintió con la cabeza, tenía tanta sed que se tomó el vaso en casi un santiamén... –S-Sí, muchísimas g-gracias...– responde la niña, totalmente agradecida. –D-Debería irme... No les quiero estorbar...– dice la pequeña con tristeza, su estómago rugió de hambre...

–Nonono! Mírate, estás demasiado delgada y me has dicho que todavía no has comido... No te preocupes niña, aquí tenemos comida de sobra– dice Midoriya con una sonrisa, mientras preparaba unos espaguetis. No se le daba bien cocinar, pero él hacía lo que podía.

Cuando Deku terminó de cocinar, le sirvió la comida en un plato a la niña. Esta comió el plato rápidamente, sin dejar nada. Después de esto se levantó y abrazó a Izuku fuertemente.

–G-Gracias gracias gracias gracias!– exclamaba la niña llorando de alegría mientras abrazaba a Deku aún más fuerte. Básicamente estaba abrazando la cintura de Midoriya ya que todavía era una niña.

–No es nada, no es nada...– solloza Izuku, sonriendo con un poco de vergüenza.

La sentó en el sofá para que se tranquilizara un poco y tener más información de porqué estaba ella en esa situación.

–Cómo te llamas?– pregunta Midoriya.

–M-Me llamo Eri...– responde la pequeña con vergüenza.

–Eri, que bonito nombre!– exclama Midoriya con una sonrisa, para mostrarle a Eri que no tenía nada que temer. –Donde están tus papis?–

La expresión de la niña rápidamente se tornó en una depresiva.

–M-Mis padres... Me l-lastimaban... Hacían cosas raras con mi cuerpo.... E-Eran muy malos conmigo...– susurra Eri con unos ojos llorosos, temblando de miedo...

–Oh no... Eso... Eso es terrible Eri... No te preocupes, no permitiré que NADIE te haga daño está bien?– dice Midoriya con seguridad pero también con pena hacia la niña, abrazando su pequeño y delicado cuerpo...

Toga bajó las escaleras.

–Oye Midoriya, ya encontré lo que necesi-...– Toga no pudo terminar su frase al ver a Deku abrazando a una niña pequeña llorando. –Quién es esa niña?– pregunta Himiko con mucha curiosidad, sentándose al lado de su novio...

–Ella es Eri. Llamó a la puerta y dijo que no había comido ni bebido nada en unos días... Y ahora me está diciendo que sus padres la maltrataban...– responde Midoriya con tristeza.

Eri estaba escondida detrás de Midoriya, ya que tenía un poco de miedo de Toga... Y de básicamente todo el mundo menos Deku, ya que él la trató con cariño.

–Oh.... Hola pequeña, soy Toga... No tienes porqué temerme, no te haré daño– dice Himiko con una sonrisa sincera y amistosa.

Eri poco a poco se fue mostrando más. Hasta el punto de hablarle a Toga...

–H-Hola señora...– susurra Eri con un poco de nervios y miedo.

–Puedes llamarme Toga sin más– aclara Toga con una sonrisa amistosa, mientras agarraba a la niña y la sentaba en su regazo. –Sabes que te alegrará?... Unas cosquillas!– exclama Himiko sonriendo mientras le hacía cosquillas a Eri. Esta no paraba de reír felizmente y chillar de alegría.

Deku las miró y sonrió, parece que a Toga se le daba bien cuidar de los niños. Pasaron un rato más hablando y jugando con Eri... Cuando empezó a hacerse tarde...

–Toga, que vamos a hacer con la niña? Mi madre se preocupará tanto que llamará a la policía y la mandarán a un orfanato si se queda aquí...– pregunta Midoriya con preocupación.

–Mis padres tampoco querrán tener a alguien más...– responde Toga con tristeza, mirando a la pequeña Eri jugar con uno de los juguetes de heroes de Deku... Esa niña le recordaba a ella de pequeña, había sufrido tanto y ahora tenía la oportunidad de ayudarla... –Pero sabes qué? Hoy dormirá conmigo, no puedo permitir que esa niña sufra más. Me aseguraré de que mis padres no se den cuenta.– exclama Himiko con determinación.

–Me parece admirable lo que haces Toga... Deberíamos turnarnos, ya que en tu casa son más y es más probable que te descubran...– propone Deku con una sonrisa, feliz de haber encontrado una solución...

Himiko se acercó a Eri y la levantó en sus brazos, mirándola con una sonrisa.

–Oye Eri, nosotros cuidaremos de ti a partir de ahora... Hoy dormirás conmigo está bien? Te daré toda la comida y cosas que necesites...– dice Toga con una sonrisa.

–Ok! Muchísimas gracias seño-... Toga!– se corrije Eri con una risita dulce mientras se agarraba a el pecho de Toga.

Himiko y Eri se despidieron de Midoriya y se dirigieron a la casa de la rubia. Entraron por la ventana de Toga, así sus padres no se darían cuenta.

Himiko la sentó en la cama a la niña y sacó un pijama que sus padres adoptivos le habían comprado cuando ella era pequeña.

–Vamos a quitarte ese vestido sucio y arrugado... Eres una niña genial y te mereces algo mejor, jiji~– ríe Himiko mientras vestía a Eri con el pijama

Cuando Toga quitó las vendas de Eri, se revelaron varias cicatrices...

–Odio esto... Es de cada vez que me lastimaban...– susurra Eri con tristeza mientras miraba sus cicatrices...

–hm? Estas cicatrices te hacen fuerte Eri, demuestran que a pesar de todo, tus sigues en pie. Luchando contra todas las adversidades...– anima Himiko a Eri con una sonrisa segura.

La expresión de Eri se alegró y ella abrazó a Toga fuertemente...

–Vamos pequeña... Es hora de dormir–  dice Toga dándole un beso a Eri en la frente...

Toga y Eri se acostaron, esta no paraba de abrazar a Himiko con fuerza... Toga se había asegurado de cerrar la puerta de su habitación con llave, así no podrían descubrir a Eri...

        ~~~~Sueño de Midoriya~~~~

Era un día soleado en el parque, Midoriya estaba sentado junto a Toga en un banco frente a la zona de juegos para niños... En ella, estaba Eri jugando con un niño más pequeño que ella. Este se parecía mucho al propio Midoriya pero también un poco a Toga... Este se acercó a los dos de repente

–Mamá, papá! Miren este bicho tan raro que he encontrado!– Este gritaba con una sonrisa amplia y alegre...