Meses después
Víctor caminaba junto a su hermano a eso de las una, juntos bromeaban..
En una casa cercano a la costa estaban Leila y Míriam, ambas preparaban la comida. Temía que las chuletas terminarán churruscadas. Al parecer la joven que ya estaba de ocho meses de embarazo podia pasarlo junto a sus amigos porque su marido estaba de viaje.
Míriam decidió encargarse de todo, últimamente realiza tareas inexplicables a pesar de que debía cuidarse.—Amiga que pongo la mesa.
— Ahora sientate en esa silla —. Esa orden venia de Leila, la misma se ponía nerviosa cada vez que la veía cargando algo.
—Tengo suficiente con los regaños de Mama y Sebas. No me hagáis una inútil.
—Amiga es por tu bien, hay tareas que cansan.
—Ya, de momento el pequeño que está aquí_, señaló su panza. No se ha quejado. Es fuerte como su madre.Era imposible, siempre desobedecia.
—Y tu prometido?, se fue hace una hora y no ha vuelto.
—Fue a recoger a Julio, antes lo llamó para quedar. Después vienen.
—Les encanta pasar juntos largos ratos.
—Vaya, tienen una relación especial. Jamás tuve hermanos así que...
De repente huele raro.—Dios, creo que se quemó un poco.
—un poco—soltó extrañada.
—Amiga déjalo, al final almorzamos pizza.—dime estas preparada.. Ya sabes.
—Estoy con un estrés increíble, mañana Virginia quiere que la acompañe para visitar tiendas. Te imaginarás lo que supone pasar por eso.
—Se que odias todo eso Sin embargo te casas con Víctor y su familia quedra intervenir.
—Ya lo hace.Entonces aparecen ambos hermanos por la puerta y con un hambre.
Julio y Míriam se establecen entre Leila y Victor impidiendo que estén juntos. Sin embargo almuerzan en silencio después de sentarse.
En el instante que Julio se marcha con Leila para llevar los platos y los vasos.
—no echas de menos a tu marido.
—mucho pero por fin puede respirar aliviado.
Víctor pone cara de no entender.
—Es que no es fácil estar a mi lado. Últimamente le saco de las casillas con mis caprichos.
Víctor sonríe, entonces observa su panza.
Míriam lo percibe.
—Dentro de nada tendrás que pasar por lo mismo que mi Sebas.
Ahí ya se puso a reír.
—No creo que se produzca el milagro. Tu amiga se niega a la maternidad hasta que no pasen años.
—No puede ser, aims está Leila.
Entonces ambos entraron al interior de la casa. Al parecer Julio se quedó jugando a la play. Y Leila a saber.
Miriam pudo por fin descansar en el sofá.
Entonces Víctor la encontró despues de caminar por el pasillo de principio a fin.
Fue en ese instante cuando se plantó a su lado. Leila no esperó aquello y mucho menos el roce producido por sus manos, sostenían su cuerpo en el momento que el iba a besar sus labios.
—No estamos solos-dijo la joven impidiendo su hazaña.
—Estan entretenidos, mi amor.
Dejame que pruebe tus labios, no sabes como te eché de menos en todo el día.
—Sabes que mi amiga se quedará dos dias más, así que tienes que contener tus ganas.
—No creo que pase nada si nos besamos aquí o en nuestro cuarto. Se que lo otro..
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La mentirosa_ Edicion
Teen FictionUn gran amor a las puertas y no el que consideraba antes. Se aprende a dar sentido lo que es la amistad. La valentía por salir adelante a pesar de las dificultades. Y los personajes tienen sus vaivenes emocionales, se contradicen etc. Por ejemplo G...