Segunda temporada de «Little Kook, will you remember me?»
No era fácil de procesar, me era casi imposible.
Pero desde el momento en el que supe que debía regresar a Seúl y verte la cara constantemente me resigne a ignorarte. Lo cual era mi principal...
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El viaje había sido algo largo y agotador, aún más cuando traes contigo una terrible resaca y los sermones de tu madre todo el viaje acerca del por qué no debo juntarme con personas que me llevarán a mi perdición.
Sin embargo soy lo que soy gracias a diversas personas que escucharon con atención y la mayor delicadeza el relato de joven de 17 años que fue violado de niño, ayudándolo año tras año a transformarlo en lo mejor de sí mismo sin temor del mundo o del que dirán las personas.
El panorama de la ciudad se hizo presente rápidamente pues las construcciones se alzaban cada vez más, dado que era de tarde la ciudad aún no se encontraba en su mayor auge, era raro observarlo otra vez, saber qué era raro encontrar árboles o planicies sin construcciones , pero ya no estamos en Busan, no, ahora están en la capital de Corea aquella que me traía más malos recuerdos que buenos.
-¿Me estás escuchando, Jeongguk? - llamo mi madre, separando mi vista de la ventana voltee a verla una vez más.-Quiero que te comportes, hace tiempo que la señora Kim y Seokjin no te han visto, no quiero que les des una mala impresión, si no fuera por esas amistades tuyas todo habría sido diferente.- Y una vez más en todo el viaje, la culpa recaía en la mala compañía.
-Actuó como soy mamá, y si me porto bien hoy no lo aparentare para siempre, que te quede claro, ya no soy un niño. La mejor decisión que pudiste tomar fue irnos de aquí.- Respondí observándola, su respiración se volvió algo pesado y su mirada me dio a conocer la gran decepción que pasó ahora mismo.-Madre, no soy un mal hijo por ser distinto a lo que tú estás acostumbrada a ver.-
-Estás equivocado, irnos allá te convertío en un mal hijo.-
Y con esas últimas palabras de mi progenitora el anuncio de que habíamos llegado a la estación de Seúl se hizo presente.
Mi madre y yo tomamos nuestras pertenencias y salíamos del tren.
Me coloqué mis audífonos pues el bullicio de la gente me estresaba un poco, iba a su lado con mi mochila colgando de un hombro y la ropa de la fiesta que consistía en un pantalón negro de cuero pegado a mis piernas, unas botas negras, una camiseta de color blanca y una chaqueta de mezclilla.
Cuando vi que ella alegremente alzó su mano saludando a alguien sin levantar la vista de mi teléfono supe que había encontrado a su amiga del alma, sentí su mano tomarme del manga de la chaqueta y jalarme, durante todo este trayecto en el que atravesamos a la gente que iba de un lado a otro pude sentir una mirada profunda en mi.
-¡Eun Hye! - exclamó la voz de la señora Kim, mi madre Jeon Eun Hye correspondió a su saludo y decidí alzar la mirada, ignoré a la persona al lado de (la señora Kim) Kim Dan Oh, y me concentré en el emotivo reencuentro de dos mejores amigas.
-Los hemos esperado con muchas ansias, imaginamos que el viaje fue largo, los esperamos con una gran comida en nuestra casa, ¿cierto Seokjin? - Exclamó su madre mientras comenzábamos a caminar para salir de aquel caótico lugar.
