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↬ 111 [Narrado] ↫

Era un manojo completo de nervios, recién se había despedido de su mejor amigo y del grupo de amigas locas que tenía. Ellos lo dejaron en frente de la casa de su novio

Ya tenían más de 6 meses juntos.

En vez de pedirle que fueran al cine como novios normales, se le ocurre pedirle que le quite su virginidad. Lógica Kim.

Olvidando su estupidez se acercó a la puerta para tocar el timbre, pero se detuvo justo antes de hacerlo, rápidamente llevo su mano a su celular y marco a su mejor amigo quien le contesto en el segundo tono.

—Estoy muy nervioso, aborten misión

—No seas pendejo, Tae tú quieres esto y te dije miles de veces que, si estabas tan nervioso que le llamaras para pasarlo a otro día, pero tu insististe hasta que llegaste allí ¿Y ahora no quieres?

—Pero Minnie

—Mira, yo no tengo problema con que te vayas a tu casa, pero el inconveniente es que son un poquito más de las 8 ¿Te gustaría que te dejaran plantado sin avisarte y que sea justo en la hora?

Taehyung hizo un puchero aun sabiendo que Jimin no podía verlo, él tenía razón, pero no tenía la valentía de cancelarle y mucho menos en la cara.

—Así que sujétate bien los pantalones y toca la puerta, dile a Bogum que no estás listo y vuelva a casa como un buen niño—asintió olvidando por completo que su mejor amigo no estaba ahí. —Te llamare en media hora por que te conozco tonto, te amo y no seas más imbécil de lo que ya eres bai

—Bai, enano

Antes de escuchar sus quejas colgó la llamada y se quedó mirando la puerta fijamente esperando que esta se tocara por si sola o que Bogum saliera en ese instante.

Pero no paso.

Camino de lado a lado pensando seriamente como le diría.

"Oye Bogum, ya no tengo ganas mejor otro día"

"Bueno Bogum, tenías razón no es lo que quiero al menos no hoy"

"¿Qué tal el lunes sin falta, Bogum?

"No eres tú porque estas buenísimo y me gustas, soy yo siendo imbécil"

"Se me olvido alimentar a mi dinosaurio, ¿Qué tal otro día?"

Se estaba quedando sin ideas y estaba seguro que haría una zanja de tantas vueltas.

Rendido por no tener idea de cómo hacerlo se sentó al lado de la puerta, esperaba seriamente que Bogum no se enojara con él por cancelarle la cita sin aviso previo y que escapara sin siquiera tener el valor de decírselo a la casa.

La verdad si quería hacerlo, Bogum lleva tentándolo desde hace mucho. Sus lindas miradas, sus abrazos repentinos por la espalda, sus besos en el cuello, sus lindas palabras, sus manos en su cintura y lo peor era cuando le hablaba al oído.

Tenía un estúpido problema con hablarle al oído, pareciera que sabía exactamente que eso le hacía temblar.

Tampoco era ciego, Bogum tenía un buen cuerpo y aun si no lo tuviera provocaba que tuviese todos los pensamientos más pervertidos que conociera.

Aparte, y era lo peor de todo, que solo se habían dado un beso desde que se reencontraron y se hicieron novios. ¿Por qué? Porque la vida le odiaba.

Adema que siempre los interrumpían cuando estaban por hacerlo, sus amigos, el staff de su novio, las personas en la calle cuando estaban en citas, sus fans, el estúpido mundo.