Capítulo 4: Desaparecido.

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Después de salir corriendo directo a su habitación tras haberse estado besando con su mejor amigo, Cj pasa alrededor de dos horas reflexionando acerca de lo que hizo, y sobre todo, por que lo hizo. ¿En qué estaba pensando en el momento en el que se le ocurrió semejante estupidez? ¿Besarlo? ¿Justo a él? ¿Cómo se supone que iba a remediarlo ahora?

Así estuvo en las dos horas en las que se mantuvo encerrado, solo y pensativo. Se agarraba la cabeza mientras repasaba los hechos una y otra vez, caminando de un extremo a otro en su propia habitación, arrepentido por lo que había hecho. Lo ultimo que él quería era perder a su amigo y ahora lo perdió para siempre. No quería salir por miedo a que él siguiera abajo. ¿Con qué cara lo vería ahora? Si fuera por él, se quedaría toda la vida encerrado en su habitación, si eso significaba no volver a verlo jamás. Pero no. En el fondo sí quería verlo. Quería hablar con él para arreglar las cosas y que olvide completamente de lo que acababa de hacer. Que, en lo posible, que volviera a ser todo como antes, como si nada hubiese ocurrido entre ellos. Pero no. Eso era imposible y lo sabía. Sabía que muchas veces la había cagado pero que esta vez estaba completamente hundido, sin remedio alguno. ¿Por qué lo había hecho? Tenía que haber sido por algo más que solo por "impulso". ¿Qué es lo que le pasó por la cabeza? ¿Realmente gustaba de su mejor amigo? ¿Tanto tiempo dándole vuelta al asunto de que Ryder era gay, para que al final, él también lo sea?

_¡No, eso sí que no! _pensaba el voz alta, parado al frente de su armario.

"¿O tal vez sí?"

_Dios, no lo sé... _lo dice un Cj cansado de la vida, de lo que le tocaba pasar, sentándose al borde de su cama, agarrando su cabeza con las dos manos, sostenido por sus rodillas, pensativo.

"Nunca me pareció un mal partido Ryder, pero es que nunca lo vi más allá que de un buen amigo. ¿Por qué, de repente, se tornaron así las cosas? Admito que estando a su lado, el tiempo parecía que iba más rápido, que nunca era suficiente. Que aunque pasáramos todo un día juntos, yo quería más. Que no se despegara de mi lado. Que lo necesito y quiero a cada rato cerca de mí. Que es increíble lo totalmente dependiente que me volví de ti y admito abiertamente que estoy profundamente celoso de tu noviecito llamado 《el sucio Diego》"

"Espera, ¿qué?"

"Ni siquiera conozco a ese tal Diego ¿En qué carajos estoy pensando?"

Sea como sea, estaba totalmente confundido y devastado.

¿Quién iba a pensar que Cj, el domador de las calles de San Andreas, el aclamado por varias y el respetado por muchos, estuviera pasando por crisis amorosas, y que encima, fueran por su compañero de trabajo, el “falopero” Ryder?
"Esto es increíble. ¿Qué es lo me tocará para mañana, a ver? ¿Qué más quieres de mí, Dios? ¿Que lo vaya a buscar y me lo confiese? ¿Qué lo vuelva a besar como hace rato? ¿Eso querés? No me lo digas dos veces"

"Espera, ¡¿qué?!"

_¡Basta ya de esos pensamientos, la puta madre! _gritó Cj, pensando en voz alta.

Cj no tenía idea, pero el realmente estaba atravesando por algo que era mucho mayor que él. Estaba luchando en su interior con dos grandes "fuerzas". La primera y la que siempre estuvo, es el orgullo. El que desea que todo siga como era antes, antes del beso. O sea, un Cj orgulloso, capaz de morir antes que admitir que sentía cosas por su amigo. Y después estaba la otra "fuerza", la que quería mandar directamente todo a la mierda e ir en busca de Cj. Decirle que, aunque no pudiera afirmarle con certeza lo que sentía por él, que en el fondo siempre lo amó. Que sea lo que sea que Cj estaba sintiendo, una sola cosa podía aclarar; y era que lo quería más que a un amigo, y ese beso lo pudo confirmar. No solo fue un simple beso, fue la entrada a su alma y a su corazón. Que si no se entienden a las palabras, serán a los besos, que ahí se entienden mejor.

"Ya fue. Lo voy a ir a buscar"

Entonces se decidió. Se decidió a hablar las cosas, a aclararlas. A confesarle sus sentimientos no definidos aún. A contarle toda la verdad de lo que está pasando.

Bajó las escaleras, con miedo. Deseoso de que esté abajo todavía, por primera vez, luego de estar las anteriores 2 horas rogando a todos los dioses que por favor ya no esté Ryder en la casa.
Luego de pasar por el último peldaño y no encontrar a Ryder con la vista, Cj decidió buscar por la cocina. No estaba.

_Verga. _pensó en voz alta Cj. _¿En dónde se habrá metido? _se pregunta Cj, hablando solo en su silenciosa casa.
Había algo arriba de la mesa de la cual Cj, buscando a Ryder, no se había percatado. Eran las pizzas. Cj se aproxima hasta la mesa para verificar. Estaban las dos pizzas completas en esas dos cajas. ¿Cómo era posible? Ryder había pagado por esas pizzas solo para que se las comiera Cj. Simplemente, ¿por qué? "Como lo quiero a mi putito" _pensaba Cj, repentinamente cariñoso. Sintiéndose inmediatamente extraño al pensar así.
Con todo lo que había pasado, extrañamente ya no tenía hambre. Pero para no seguir con la panza vacía, se lleva un corte de pizza a la boca, mientras se va, dispuesto a buscar a Ryder por toda San Andreas si era necesario.

Al cerrar la puerta y darse la vuelta para enfrentar la calle, logra divisar a Smoke. Se había olvidado completamente de su existencia. Era a el último a quien quería encontrarse, porque digamos que él es el único culpable de que todo esto pasara. O eso, al menos, pensaba Cj. De todas formas, Smoke venía caminando para su dirección. No hay forma. Inevitablemente, lo va a tener que encarar.

_¡Eh, negro! ¿Qué onda? _Big Smoke fue el primero en saludar, contento de ver a Cj.

_¡Gordo! Parece que pasó un año desde que te fuiste. _dice Cj, saludando mano a mano con Big Smoke, en plan amistoso.

_¡No exageres, forro! Que no fue para tanto.

Ríe Cj, sin poder evitarlo.

_Lo sé. Pero para mí sí lo fue.

_Se te ve cansado, amigo. ¿Por qué no te venís conmigo y nos vamos por ahí? Te la debo por estar cuidando mi casa, Cj. Podemos llamar a Sweet si querés. Vamos, yo invito. _sugeria Smoke, animado.

_Créeme, estoy tan cansado que no estoy ni para eso.

_¿Y para qué cosa no estas tan cansado que tuviste que salir de tu casa?

_Mucho tiempo encerrado vuelve loco a cualquiera ¿o no? Y me dispuse a buscar a Ryder para ver qué hacía, nada más. _decía Cj, cuando en realidad estaba desesperado por verlo, solo que no quería aparentarlo. Ahí estaba su lado orgulloso otra vez. _Por cierto, ¿viste a Ryder? _preguntaba mientras fingía total indiferencia.

_No. No lo vi en todo el día. Pero de seguro que debe de estar en su casa fumándose tres porros a la vez _ríe Smoke al imaginárselo_ ya sabes como es él. Siempre drogándose ese hijo de puta. _negaba con la cabeza mientras pensaba en Ryder.

Y se le hizo inevitable a Cj no recordar aquella vez en la que lo encontró a Ryder acostado en la propia cama de Cj, fumándose uno bien grueso, llenándole de humo toda la habitación. Casi lo caga a trompadas cuando Ryder se lo puso a la boca. Estaba muy drogado ese día. Ni siquiera podía caminar.

Ríe Cj al recordarlo.

"Lo extraño"

Y eso fue el motor que hizo mover todo el vehículo. Necesitaba hablar con Ryder, urgente. Y lo iba a buscar a su casa.

_¿De qué te reís? _pregunta Big Smoke.

_De nada. Voy a ver si Ryder anda por la casa. Después nos vemos. _termina de hablar y automáticamente se dirige en dirección a la casa de Ryder. Ignorando completamente los gritos de Smoke, que trataban de pararlo para que se diera la vuelta y se fuera con él. Todo los gritos, en vano, hasta que en un momento ya no se lo escucha más, dándose éste por vencido.

Al llegar a la casa de Ryder, lo primero que nota es que se la ve un poco vacía. Ryder no estaba ahí. Antes de siquiera preguntar por él, Cj ya sabía que Ryder no estaba. Pero decidió ir a checar de todas formas, en el caso de que su intuición fuese errónea.
Y efectivamente, no había nadie en esa esa. Terminó por concluir Cj tras tocar tres veces seguidas su puerta. Aplaudió y vociferó su nombre, en vano. No estaba ahí.

¿Dónde podría ir a buscarlo ahora? "De seguro debe estar por el barrio" pensó Cj, con la esperanza intacta en encontrarlo.
Decidió dar un vuelta hasta donde era su limite. No quería tener problema ahora con los Ballas, así que decidió dar la vuelta en el momento que logró divisarlos. Todavía sin encontrar a Ryder, Cj decidió ir a buscarlo al otro lado de las calles, sin éxito.
Se estaba haciendo tarde y Cj seguía vagando por las calles, con el propósito de encontrarse con Ryder. Pero llego a un punto en el que se dio por vencido. Se sienta en una banca y empieza a reflexionar. "¿Dónde se habrá metido ese forro?" Se preguntaba mientras pensaba en la idea de llamarlo, pero le daba mucha vergüenza siquiera pensarlo. ¿Qué se supone que le iba a decir después de lo que hizo? ¿"Perdón"? ¿Se le iba a confesar ahí en medio de la calle, sentado en la banca? Le daba demasiada vergüenza la idea de hacerlo. Pero si no tenía de otra, no pensaba seguir dudando. Pero antes de recurrir al último recurso, decidió darse una vuelta más por el barrio. Luego de haber caminado más de treinta cuadras en total, Cj concluyó al final que Ryder efectivamente no se encontraba cerca del barrio, si no que se había salido fuera de él. ¿Habría sido por culpa de él? Sea como sea, lo iba a buscar con el auto. Cj no descansará hasta resolver este asunto. Lo iba a encontrar y lo iba a encarar, pase lo que pase.

Llega a su casa y lo primero que busca es a su auto. Se dispuso a ir más allá de los alrededores en busca de Ryder. Si era necesario, lo iba a buscar por todo el país. "Bueno, tal vez estoy exagerando" pensaba Cj mientras ponía en marcha sus ruedas. No sabía por dónde buscarlo primero, así que decidió primero todo por el lado izquierdo y luego por todo el lado derecho de las calles de San Andreas. Buscó y buscó por todo el lado izquierdo, sin rastro alguno de Ryder. Y buscó sin cesar por todo el lado derecho. Parecía vacío este lado del barrio. Cj estaba cansado. Decidió estacionar frente a un bar sin pensar mucho sobre eso, fue el primer lugar que se le ocurrió. Empezando a considerar la idea de llamarlo, Cj agarra su celular, meditando mucho en la idea de hacerlo.
"¿Qué debería decirle? No es como si yo acabara de besar a mi mejor amigo y lo primero que hago al hablar con él es decirle 《buenassss》. ¿Qué debería hacer?" Pensaba Cj, a punto de descartar la idea de llamarlo, otra vez.
"Ya fue. Con la excusa de poder llamarlo, le preguntaré que por qué no se comió la pizza, si él mismo lo compró. Hay que ser bastante pelotudo como para no agarrar ni siquiera una, con lo rico que estaban..." pensaba Cj, mientras apoyaba un brazo al volante y dejaba descansar su cabeza en él, con la vista baja mirando con nervios su celular.
"Que sea lo que Dios quiera" pensó Cj, y se decidió en llamarlo. Le temblaba la mano y consigo, sus dedos. Por lo tanto, no podía bajar con precisión en la lista de sus contactos, en busca del número de Ryder. Lo encontró. Ahí estaba su número y antes de llamarlo le agarró un mini ataque de nervios. "¿Qué le voy a decir?" Pensaba Cj mientras apretó la opción de llamar. Ya las palabras iban a salir solas, pensó. Era ahora o nunca. Y se escuchó. Se escuchaba un tono de llamada el cual anunciaba una llamada entrante. "¿De dónde proviene?" Pensaba Cj al mismo tiempo que alzaba su cabeza y lo vio. Ahí. Justo ahí. Parado frente al bar, del cual aparentemente acababa de salir, junto con un chico, el cual no supo reconocer. Cj quedó tieso en su auto. Intentando hacer el menor movimiento posible con tal de que Ryder no se percatara de su presencia. Antes de que Ryder atendiera a su llamada, Cj era testigo de ver como su amigo abrazaba a un total desconocido para él. Era un abrazo cómodo, de despedida, en plan amistoso. Un abrazo que duró bastante a los ojos de Cj. Ryder se despide del chico con ese abrazo y atiende a la llamada sin mirar siquiera de quién se trata, dispuesto a llegar a su casa caminando.

_¿Hola?

No supo que decir. Se quedó mudo al escuchar su voz. Tanto tiempo que había pasado buscándolo, por fin lo estaba escuchando. Como si fuera la primera vez que la oía. Mientras lo observaba alejarse, encendió el auto, decidido a seguirlo.

_¡¿Hola?! ¿Quién putas es? _suelta Ryder, exasperado. Era obvio que no se esperaba que justo Cj lo hubiera llamado después de lo que hizo. Sabía que era muy orgulloso como para que él lo llamara.

_¿Ryder?

Ryder detuvo su paso, quedándose casi inmóvil del shock. Lo había agarrado totalmente desprevenido y no sabía cómo tomárselo.

_¿S-sí?

Cj va a aproximándose a Ryder junto con el auto, haciendo que éste se percatara de su presencia, girando su cabeza hacia su dirección.

_¡Ryder! _dijo Cj una vez que detuvo su auto a un lado de su amigo, saliendo del vehículo para encararlo. _Tengo que hablar con vos. _lo dijo un Cj determinado y seguro, a diferencia del Cj de hace rato, hablándole muy de cerca a Ryder.

Ryder traga saliva, abriendo los ojos como platos, aún incrédulo de que Cj esté aquí.

_Yo también. Yo también tengo que hablar con vos.

De algún modo, ese "yo también tengo que hablar con vos" lo puso muy nervioso. De repente, sintió un profundo miedo de que lo que quiera hablar Ryder con él se tratara sobre no volver a buscarlo jamás, a no volver a ser amigos. Como sea, Cj tenía que mantener el control. Reprimió todas sus inseguridades y le habló a Ryder.

_¿Querés que te lleve hasta tu casa? _preguntó inseguro.

_Claro. _y dio la vuelta al auto para subir del lado del copiloto.

En otros tiempos, ni le hubiera preguntado sobre si quería llevarlo a la casa o no, si no que simplemente lo mandaba a su casa directo, sin preguntar, diciéndole algo como: "subí al auto, mugroso" y listo. Pero esta era una situación delicada.

Fueron más de tres cuadras las que lo pasaron en silencio hasta que Cj decidió romperlo.

_Sobre lo que hice... hace rato...

_Ah, sí, eso. _no puedo evitar soltar una pequeña risa nerviosa_ olvídalo.

_No, no solo eso, Ryder. Quiero que me perdones y me escuches. Realmente estuve mal, no sé qué se me pasó por la cabeza. Prácticamente te obligue a besarme y no puedo evitar sentirme culpable. _dice Cj, cabizbajo y apenado, sin despegar la mirada del camino.

Ryder ríe anímicamente ante ver a su amigo tan apenado por algo que considera insignificante. Apoya su mano detrás de su cuello y lo acaricia, y plan amistoso.

_No pasa nada, mi negro. Es más, cuando quieras, nos volvemos a besar. _bromeaba Ryder mientras volvía a reír, tomando la situación como divertida.

Y Cj lo miró a los ojos. En esa risa tan contagiosa de Ryder supo hallar el consuelo, sintiéndose más aliviado tras escucharla. Sintiéndose tranquilo al saber que todo volvía a ser como era antes. Como si nada de todo esto hubiera pasado, dejando a un lado todo esos sentimientos indefinidos, volviendo a ser los grandes amigos que siempre han sido. Pero, ¿realmente era ese el tipo de relación que Cj quería tener con Ryder? ¿Nunca hubo algo más?

Cj se afligía ante la idea de conservar sus sentimientos mientras giraba el volante para girar a una esquina. ¿Qué iba a ser con ellos? ¿reprimirlos? Cj salió de su casa con un propósito, un solo propósito, y era el de aclarar las cosas con él. Contarle un poco más acerca de lo que le estaba pasando con él, de lo que estaba sintiendo. Vuelve a mirar a Ryder. Se lo veía feliz, probablemente tenga algo que ver ese chico del bar, ¿a lo mejor era Diego? Se entristece Cj ante el pensamiento.
"¿Qué tal si le cuento acerca de cómo me siento y no logra soportarlo, rompiendo así con nuestra amistad? No podría ante eso. No puedo" pensaba Cj, en el auto detenido a causa de un semáforo en rojo.
"¿Y si le cuento y entonces me entiende pero lo olvida, volviendo todo a la normalidad? Creo que a eso es a lo que lo llaman 《friendzoneado》" pensaba Cj, mientras avanzaba el auto tras tornarse el semáforo rojo en verde.
Le gustaba más esa idea. Contarle lo que sentía y después olvidarlo. Porque al menos, lo intentó. Al menos le diría lo que tanto le afligía, y ya podría estar por lo menos en paz. ¿Pero qué probabilidad había de que Ryder lo aceptara?
Cj para el auto en otro semáforo en rojo y le habla a Ryder:

_Realmente eso no era todo lo que tenía para decirte...

_¿Dijiste algo? _gira la cabeza Ryder hacia su dirección, tras estar mirando en todo el camino por la ventana. Al estar tanto tiempo enfocado solo en sus pensamientos, no llegó a escuchar con claridad lo que dijo Cj, recibiéndolo con un sonrisa plasmada en el rostro.

_Que no te dije todo lo que tenía para decirte.

_¿Qué no me dijiste, Carl? _preguntó Ryder, con un interés sincero, dispuesto a escuchar a su amigo.

Y ese "Carl" fue lo que le impulsó a hacerlo. Lo motivó. Ryder, sin darse cuenta, lo motivó a confesarse.

_Básicamente, Ryder... ese beso... estoy casi seguro que no fue por impulso... _decía Cj, mientras avanzaba el auto tras ponerse el semáforo en verde.

_¿Qué quieres decir? _dijo Ryder. Desapareciendo casi inmediatamente la sonrisa de su rostro.

_Que... no lo sé... _de repente, corto de palabras, no se le ocurrió más para decir. Pero no podía quedarse así, tenía que explicarse. _Te lo juro, Ryder. No tengo ni la más mínima idea de lo que está pasando conmigo. Solo sé que me pasan cosas contigo, que siento cosas por vos. Sea lo que sea, me haces enloquecer. Solo mira lo hago por vos. _detiene el auto en otro semáforo en rojo y se da la vuelta para enfrentar a Ryder_ te estuve buscando por mas de horas por todo el barrio, preguntándole a casi todo el vecindario si te vio, por si te les cruzaste, por alguna pista que me haga volver a encontrarme con vos, por lo que sea. Allá arriba, en mi pieza, estuve alrededor de dos horas cuestionándome acerca de lo que sentía por vos. Que si era amor, que si era amistad. Que fue por impulso, que no lo fue. Y me di cuenta que no, que no lo fue. Solo lo pensé un ratito y me di cuenta que no. Que era más que amistad, que siempre lo fue. Ryder, quiero que sepas, que todas esos momentos en los que no los paso a tu lado, se vuelven eternos. Que si no sé dónde estas, puedo llegar a convertirme en esto. En un desesperado por verte y escucharte solo un minuto más, aunque nos veamos casi todos los días. Que si no estas conmigo, no sé qué hacer de mi vida, que estoy harto de volverme tan dependiente de ti, y te vuelvas a mí, para que yo pueda estar tranquilo. No sé en qué momento de mi vida me convertí en lo que soy, pero antes de darme cuenta, quiero pedirte una oportunidad. Soy totalmente consciente que estabas saliendo con el tal diego, que por cierto, no es para tanto. Lo vi contigo hoy cuando estaban saliendo del bar y...

_¡Banca! ¿lo viste conmigo en el bar? _lo interrumpe Ryder, sorprendido, tratando de contener la risa.

_Sí, los vi te dije. Y no es para tanto. Te mereces a alguien mejor.

Ryder, sin poder contener más la risa, estalla en una fuerte carcajada.

_¿Cómo a quién, por ejemplo? ¿Como a vos? Según vos, claro.

_¿Te dije alguna vez que tu risa me hace demasiado bien?
_Ven aquí, mi negro. _Ryder, que todo este tiempo llevaba teniendo la mano detras del cuello de Cj, lo acercó para si, en busca de sus labios.

Y así permanecieron, unidos por un beso, el cual hablaba por si solo de todo lo que sentían el uno por el otro, mezclando el sabor a pizza que aún tenía en la boca Cj con el sabor a alcohol que recientemente había tomado, más que seguro en el bar. Los autos de atrás se pasaban para delante tras tocar bocina por varios minutos. Enojados con Cj, no solo le tocan bocina, si no que también le gritan cosas, claramente enojados por lo que le hace hacer. Pero, de algún modo, Cj no lograba escucharlos. A nada, realmente. Estaba totalmente sumido al beso y nada más. Podía sentir como el tiempo se detenía y estaba en otro lugar distinto del que realmente estaban. Como si estuviera drogado sin estarlo, y era una maravilla. Poco a poco el beso fue subiendo el nivel, metiendo mano bajo la ropa de Ryder, acercándolo más para si, como queriéndose fusionar con él o algo por el estilo.

_Cj... _Ryder, todavía sobre la boca de Cj, intenta hablar.

Cj se limita a responderle solo con un "mmm", totalmente concentrado en succionar su labio inferior.

_Todavía estamos en la ruta, tarado. Ay, ¡no muerdas, imbécil!

Ríe Cj tras morderle el labio inferior y logra separarse de Ryder, volviendo a la realidad. Se limpia la boca de la saliva que le quedó, y vuelve a arrancar el auto.

_¿Te limpias de mí? _dijo Ryder, fingiendo total indignación, llevándose una mano al pecho.

_Sí, tremendo asco.

_Ahora te voy a lamer el cuello, por forro.

_Eu, no. Raja de acá. ¡Salí, te dije!

Sin poder hacer nada para defenderse, Ryder se lanza encima de Cj, directamente hacia su cuello, clavándole los dientes, tal como él hizo con su labio.

_Naa... _alarga esto último_ sos un asqueroso de mierda. _dice y suelta la mano de la palanca de cambios para golpearlo en el hombro.

Ryder estalla en una carcajada.

_¿Eso es asqueroso mientras que mezclar nuestras salivas no?

Cj hace una cara de asco al pensar en la idea, justo cuando es lo que acababa de hacer.

Vuelve a reír Ryder.

_Como te quiero, mi negro. _decía mientras le estiraba la oreja.

_Soltame, pelotudo. _se lo sacó de encima con su mano.

_Que falta de amor, che. Desde ahora llámame "amor".

Esta vez el que se río primero fue Cj.

_Ni en pedo.

_Veamos si decís lo mismo después de unos meses.

Rieron los dos juntos a la vez.

_Hay algo que quiero preguntarte.

_Dime, my nigga.

_¿Para que fuiste a verte con ese... Diego?

Ríe anímicamente Ryder.

_Fui aclarar las cosas con él. Me sincere con él. Le dije que después de lo de el beso contigo, me sentía exactamente como vos me dijiste, totalmente confundido y aturdido. No sabía qué hacer. Contigo. Con él. Conmigo mismo. Necesitaba aclararme, pero antes se lo tenía que contar a él. Porque, de algún modo, sentía que lo estaba traicionando, aunque no fuéramos nada oficial en ese entonces. Le dije que creía que sentía cosas por mi amigo, y él, feliz por mí, lo supo entender. Era un gran tipo y lo quería pero... _observa a Cj, mientras reposa una mano en su mejilla y la acaricia_ no lo quería plenamente como te quiero a ti, mi negro.

_Aww, me vas a empalagar. _tira del brazo de Ryder, al encuentro con sus labios, por 3ra vez en el día. Pero más que un beso, fue un "pico" porque Cj todavía estaba conduciendo. Pero Ryder, deseoso de más, empezó a besarle cerca de la mejilla, el cuello y la sien.

_No me dejas ver.

_También te quiero, Carl. _se vuelve a su asiento, mirando para la ventana.

Ríe Cj ante el comentario.

_No te enojes. _le busca la mano y entrelaza sus dedos_ no falta mucho para llegar.

Ryder aprieta la mano.

_Está bien _dice y le regala la mejor de sus sonrisas. Una sonrisa sincera, que delataba lo feliz que estaba. _Te quiero mucho, mi negro.

Cj, conmovido ante sus palabras, se queda sin respuesta. Solo se limita a darle el mismo apreton a sus manos entrelazadas y decir: _yo igual.

En otra vida (Gta San Andreas, Cj x Ryder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora