My King ✧ Junghope

♔ 11

— ¿¡Qué le hiciste!? —preguntó SeokJin en cuanto vio a Jungkook y a Hoseok, pero se preocupó al ver al castaño llorar.

— ¡Yo no hice nada! —se quejó el alfa— Él fue solito a los calabozos a ver al alfa que se pasó de listo en el pueblo.

Hoseok decidió dejar que ambos primos pelearan en paz, por lo que fue y se dirigió a su ahora habitación. Cuando entró, lo primero que hizo que quitarse aquella ropa tan elegante e incómoda, para ponerse una camisa blanca y pantalones negros, todo cómodo.

La imagen de como aquel hombre fue ejecutado seguía rondando por su cabeza, pero lo que más le perturbaba, era él como sabía aquel hombre su mayor secreto. Él había llegado a Seúl para que nadie le reconociera, pero al parecer aún estaba en peligro de ser reconocido y que su secreto se revele.

Por este momento, el castaño sólo quería pensar en otras cosas, así que, por el momento, se puso a pensar en cómo podía ayudar a tan destruido pueblo. Hoseok optó por mandar dinero, pero sabía que Jungkook no le dejaría, también pensó en pagar personalmente por arreglar algunas casas o lugares ¿Pero de donde sacaría el dinero? Todo lo que tiene en este momento era debido a Jungkook y sus sirvientes.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a SeokJin entrando con un rostro preocupado.

— Siento que hayas tenido que ver eso —dijo el pelirrosa abrazando al menor.

— No es nada... ya paso —suspiro el castaño.

— ¿Qué tal te pareció el pueblo? —el mayor trató de cambiar el tema.

— Muy... no sé cómo decirlo... ¿Destruido? —dice apenado el castaño.

— Te entiendo. Jungkook nunca se interesa por ellos, no gasta ni un centavo en poder arreglar los lugares —suspira con pesadez el mayor.

— Yo... enserio quisiera ayudarlos, pero no sé cómo —el castaño agacha la cabeza.

— ¿Por qué no vas a visitar el pueblo de vez en cuando? Aun si Jungkook no quiere ir contigo —propone SeokJin— ver que el omega del rey está con ellos les hará sentir mejor —sonríe el mayor.

— ¿Crees que se pongan felices si voy? —preguntó con ojos brillantes el omega y en modo infantil.

— Yo creo que si... —susurra SeokJin— Yo te acompañaría.

— ¿¡Cuando ponemos ir!? —preguntó el castaño entusiasmado, por lo que el mayor río.

— Acabamos de ir hoy ¿Qué tal en unos días? Para que te conozcan —sonríe SeokJin— Creo que con el escándalo de hoy ya sabrán quién eres —el castaño asiente.

SeokJin salió de la habitación, dejando feliz al castaño. Pero había un problema ¿Qué pasaba si alguien le reconocía? Se preguntó con preocupación el castaño. Pero sin importar si le descubrieran, Hoseok estaba dispuesto a ayudar a aquel pueblo.

Una semana había pasado desde aquel día, SeokJin le había dicho a Hoseok que irían al pueblo el día de hoy. El castaño muy contento acepto, pero el problema es que aún no le decían nada a Jungkook, pero SeokJin tranquilizaba a Hoseok diciendo que después le dirían.

Era la hora del desayuno, todos comían con calma; sin embargo, Hoseok estaba ansioso y Jungkook lo noto, dándole una mirada confusa a SeokJin, quien simplemente levantó los hombros en señal de no saber nada, aun cuando si sabía.

Cuando el desayuno acabo, Jungkook se dirigió a quien sabe dónde para empezar su trabajo. Mientras, SeokJin llevaba a Hoseok a la habitación del rey, para vestirlo formalmente. Esta vez el traje que le dio SeokJin era blanco, combinando increíblemente con su castaño cabello.

Cuando el pelirosa también estuvo listo, ambos se dirigieron a la entrada. SeokJin se acercó a un guardia, el cual estaba por la entrada repartiendo órdenes a otros guardias.

— Kwan —el pelirrosa llamó a aquel guardia— Necesitamos un carruaje — sonrió el mayor.

— ¿Un carruaje? ¿A dónde planean ir? —el alfa levantó una ceja confundido— No he recibido órdenes del rey.

— Vamos al pueblo, Jungkook no sabe que nos vamos —SeokJin rodó los ojos.

— Lo siento SeokJin, no creo que al rey le guste que deje salir a su omega junto a ti —el alfa negó.

— ¡Por favor, Kwan! Si le digo a Jungkook que nos iremos, no nos dejará salir —respondió el pelirrosa.

— Pero quien será reprendido seré yo— el alfa cruzó sus brazos.

— ¿Por qué serias reprendido? —otra voz se escuchó, dejando ver al rey.

— Oh, Jungkook. Hoseok y yo estábamos por irnos, solo le pedíamos un carruaje a Kwan —sonrió SeokJin para luego llevar a Hoseok fuera del castillo.

— ¿A dónde creen que van? —Jungkook los sigue, pero los omegas son más rápidos y corren— ¡Vengan aquí! —el rey empezó a seguir a los dos omegas que corrían por el jardín delantero del castillo.

Los sirvientes y guardias que veían eso; trataban de no reírse, pues era gracioso ver cómo el rey trataba de ir tras los dos omegas que corrían; además de estar sorprendidos, pues era la primera vez que veían al rey correr, persiguiendo a alguien... la primera vez desde que él tenía 8 años.

— ¡Regresen! —cuando el rey por fin pudo agarrar el brazo de Hoseok, estos tropiezan.

Hoseok cayó sobre Jungkook, quien cayó de espaldas y Hoseok estaba tan cerca de él. Ambos se miraron y se sonrojaron, pero la risa de Jin se pudo escuchar por el lugar. Hoseok cubrió su rostro apenado mientras se levantaba, Jungkook estaba sucio, se había manchado de lodo, pero Hoseok, al caer sobre él, no se había podido manchar.

SeokJin siguió riendo, por lo que Jungkook abrazó con fuerza a un sonrojado Hoseok, para después comenzar a reír junto a SeokJin. Todos los sirvientes y guardias se miraron con sorpresa. Después de tanto tiempo el rey soltaba una carcajada.

Hyebin, que estaba allí parada viendo aquella escena tan familiar, sonrió al verlos. Ella sabía que ese castaño era el indicado para cambiar al rey.

— Está bien, vayan al pueblo. Pero... —el rey se dirigió al mayor— SeokJin... cuida a Hoseok —dijo para después irse dentro del castillo y pedirle a unos sirvientes que le traigan ropa limpia.

— ¡Ya escuchaste al rey, Kwan! ¡Ve a traer el carruaje! —y tras decir eso, Kwan se pierde de vista.

Ambos omegas esperaron pacientemente, hasta que el mismo carruaje negro con detalles de oro apareció, por lo que ambos subieron a este.