La fiesta de la señorita

Capítulo 2: Un mundo distinto

-Es una gran idea señorita, su fantasía siempre traía la verdad muy bien disfrazada, no cualquiera la comprendería, sabía como confundir la mente de las personas, sabía como entrar a la mente de las personas sin que estas se percataran, de no poner atención cualquiera diría que lo que escribía no tenía sentido, pero al contrario todo calzaba perfectamente y quién lo entendía se daba cuenta que siempre dejaba una duda para comer la mente del lector.

-Siempre le gustó eso, bueno, hora de la merienda.

-Como desee señorita, mientras haga su poesía, traeré su medicina.

-No la quiero, no la necesito.

-Señorita por favor.

-Una nube roja dibuja tus secos labios, un frío negro pinta tu personalidad, en el lago se hunden tus tristezas, tus preocupaciones, en el fondo una caja donde están tus lágrimas, tu sonrisa, tu mirada, tu luz y tu alma, dime mi querido, ¿Pensaste en mí como yo lo hice?

-Señorita por favor, debe tomar su medicina.

-Querido, ¿Vale le pena dejar de verte?

-Señorita, sabemos que solo usted puede ver al joven y que no se quiere ir de su lado, pero, aun así su salud mental es primero.

-¡No quiero apartarme de su lado!, no quiero que se quede solo.

-Señorita comprenda por favor, el joven murió, de no haber sido así, usted no estaría en este estado.

-No está muerto, está aquí.

-La tendremos que sedar de seguir negándose.

-Hagan lo que quieran, él no me va a dejar.

-Enfermera por favor, la medicina de la señorita.

-Un suave susurro, una gota de nada, una princesa que le pide a la luna, el brillo de su enamorado, la miel de su lago, muñeca mía, ¿Despertarás algún día?

Me siento en calma, un pequeño dolor, mi impredecible joven, ¡Está aquí!, a un lado de mí, su mirada es penetrante, preocupante e inexpresiva.

-Princesa mía, deja de pedir a la luna, cada día te ciegas más con su luz, si despiertas te darás cuenta de todo lo que has perdido.

Me encanta estar aquí, la verdad es que hay tantas palabras sin sentido por parte de los muñecos, están muy preocupados, muy estresados, ellos sufren, para compensar su bella compañía debo hacer una dulce fiesta en su honor, deben tener paz, ¡Esto será muy divertido!, sus gritos de emoción forman parte del deleite de la sorpresa y la gran celebración. El aroma a caramelo alerta a todos del festín antes de que esté listo, mis amigos están disfrutando de la fiesta, el té está tibio, su temperatura es ideal, todos dan de comer, todos los juguetes disfrutan del banquete, algunos les sorprendió tanto que no querían que me tomará la molestia de hacer que pudieran disfrutar en paz, uno de los juguetes ha estado tan impresionado que no pudo contener la emoción, fue inmediatamente a traer más compañeros, no le dije nada, es mejor que disfrutemos todos en compañía de personas que queremos. Traje gomitas para los invitados, a todos les encantaron, me felicitaron por la exquisitez del festín, todos parecen tan felices, sus sonrisas se ven tan alegres, ¡Me alegra que la pasen tan bien!, la fiesta es un completo éxito, lo único que falta es que mi enamorado se haga presente, nuestro cuarto especial, ¡Él está ahí!, estaba esperando salir a verme, me encanta todo de él, su manera de ser, como logra ser tan dulce y protector a la vez, no hizo falta enamorarlo, él me enamoró, sus detalles, su preocupación. ¡Juro que es el hombre de mis sueños!, se dirige a mí con su sonrisa sensual y juguetona. En uno de los platillos de la mesa, está un postre de uvas con gelatina, pone uno dentro de mi boca y seguidamente me da un beso en la frente, me abraza, me besa y susurra suave y delicadamente en mi oído provocando un leve cosquilleo, "Vamos a otro lugar, princesa", en un momento deja las uvas y me dirige a un cuarto, cuidadosamente acaricia mi mejilla, casi inaudible dice: "Si no despiertas ahora no podrás volver al mundo que alguna vez compartimos juntos"

-¿Porque quería irme?, al fin todo es hermoso, todo es como quise, todo es perfecto, nuestro mundo es algo que tenemos ahora hasta que el destino nos separe.