capítulo cuatro

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Jeongin tragó duro, ¿era necesario? La respuesta es sí. Necesitaba ponerse pomada en la frente porque de otra forma tendría un moretón incluso más desagradable, también necesitaba ponerse algo en la nariz así el sangrado paraba (¿Qué cosa en específico? No sabe, si recordaba bien, nunca le había sangrado la nariz).

Lo pensó por unos segundos más, con la mirada de Hyunjin encima de él en todo momento, haciéndolo sentir aún más ansioso. Suspiró, no había de otra. Tampoco quería ser maleducado con Hyunjin, quien se había tomado la molestia de llevarle a la enfermería y se estaba preocupando por él.

Aunque a decir verdad era su obligación, fue Hyunjin quien le había pegado el pelotazo en primer lugar.

- Sí... supongo - murmuró bajo, pero de alguna manera Hyunjin logró escucharlo, porque una leve sonrisa se hizo camino en sus labios.

- Tu nariz sigue sangrando, ¿puedes inclinar la cabeza ligeramente hacia adelante? Detendrá el sangrado - preguntó, y Jeongin siguió sus indicaciones a los pocos segundos.

Sintió cómo Hyunjin se giró en sus talones y empezó a rebuscar entre los estantes por un ungüento que desinflamara el golpe en la frente de Jeongin.

- ¿Eres del curso C, cierto? - inquirió Hyunjin a lo que se devolvía para quedar enfrente del de cabellos negros.

Jeongin asintió, aunque no estaba completamente seguro de que el rubio haya podido verlo hacerlo, ya que realmente no estaba prestando mucha atención a su alrededor, por lo que tampoco notó cómo Hyunjin acercó su mano hasta su mandíbula y lentamente bajó su cabeza, hasta que estuvo hecho.

Y mentiría si te dijera que eso no asustó a Jeongin, porque lo hizo. El pelinegro saltó debido a la conmoción de alguien tocándole la cara de la nada, lo que también asustó a Hyunjin y le hizo quitar la mano a la velocidad de la luz.

- ¡Lo siento! Debería haberte preguntado primero, lamento haberte asustado - el rubio rápidamente se disculpó -. Solo iba a ponerte esto en la frente, lo siento de nuevo.

- ¡No...! Está bien, está bien. Simplemente no estoy acostumbrado a que la gente me toque - Jeongin murmuró en un intento de consolar al más alto, sabía que Hyunjin no había querido hacerle daño, así que estaba enojado o algo así.

- Oh... entiendo - y dicho esto, Hyunjin le sonrió y Jeongin no pudo evitar quedársele mirando, tenía una bonita sonrisa, una muy bonita. Hwang volvió a acercar su mano, pero esta vez lo hizo mucho más lento y se detuvo a mitad de camino -. ¿Puedo...?

- Sí, sí, claro. Adelante.

Cuando los dedos de Hyunjin tocaron su frente, no sabía cómo sentirse. Jeongin era uno de los que odiaba el contacto de la gente con su piel, pero con Hyunjin... no lo odiaba tanto. Sus dedos eran fríos y suaves, rozó el ungüento contra su frente con tal cuidado que lo hizo sentir como si fuera algo sagrado y delicado. Todavía se sentía incómodo, pero... no lo odiaba.

Su incomodidad se hizo pequeña cuando miró a los ojos al chico rubio al mismo tiempo que él miró los suyos y era como si ambos estuvieran mirándose en el alma del otro. Fue una sensación hipnótica, como si estuviera flotando. Los ojos de Hyunjin le dieron la sensación de añorar algo que aún no conocía.

Permanecieron así durante muchos segundos que se sintieron como horas, Hyunjin incluso había dejado de frotar el ungüento en su frente, pero sus dedos seguían tocándolo.

Y luego alguien interrumpió su momento. O lo que sea que hayan compartido.

- ¡Jeongin, me dijeron que alguien te golpeó el trasero y te dejó inconsciente justo el día en que llego tarde! ¿Estás bi-...? Oh.

Seungmin, fue Seungmin quien entró en la oficina de la enfermera gritando y sin tocar la puerta. Y Jeongin no sabía si sentirse molesto o agradecido con su mejor amigo por haber interrumpido eso. Volvió a sentir la incomodidad a la que estaba acostumbrado volver a su cuerpo.

Hyunjin se alejó de él tanto como pudo apenas Seungmin piso la habitación, tan rápido que parecía que hubiese sido capturado cometiendo un crimen.

- Hola, Seungmin, ¿Qué tal? - Hyunjin lo saludó con una sonrisa y un movimiento de mano.

- Hyunjin, no mucho. Alguien me dijo que mi amigo, Jeongin, recibió una paliza, pero parece que no fue así - Seungmin sonrió, se llevaba bien con el mejor amigo de su cuñado y tenían la misma edad así que no le resultaba difícil hablarle con confianza. El castaño recién llegado se acercó a ellos y se posicionó al lado de Jeongin, aún con una sonrisa en su rostro.

- Lamento decepcionarte, pero ese no fue el caso, algunos chicos y yo estábamos jugando y accidentalmente golpeé a Jeongin - Les dio a ambos una mirada de disculpa y llevó una mano a su nuca.

- Está bien, ¿verdad Jeongin? - cuestionó Seungmin, mirando a Jeongin, quien solo asintió.

- Entonces... me iré ahora, creo - Hyunjin dejó la pomada en la mesa que se encontraba situada al lado de la camilla en la que Jeongin estaba sentado.

- ¿Crees? - inquirió Seungmin.

- Sí, lo siento, me iré ahora. Adiós Jeongin. Seungmin. - Hyunjin les sonrió una última vez y camino hasta la puerta, la abrió y salió.

Fue entonces cuando el cuerpo de Jeongin reaccionó, salió disparado de la camilla y corrió hacia la puerta.

- ¡Espera, Hyunjin! - llamó Jeongin. Afortunadamente para él, Hyunjin estaba a solo unos pasos de él y logró escucharle, por lo que se volteó para mirarle.

- ¿Sí?

- Gracias.

Hyunjin parecía confundido, ¿por qué le estaba agradeciendo? Jeongin se preguntaba lo mismo, pero ahora estaba siguiendo a sus impulsos y poco le importaba la lógica.

- ¿Por qué?

- Por llevarme a la enfermería y... cuidar mis heridas.

El alto sonrió levemente.

- No hay necesidad de agradecerme, Jeongin.

(∗' ᨔ '∗)

hola amistades, espero les haya gustado.

lamento no actualizar tan seguido pero son pocos los momentos en que mi bloqueo de creatividad me permite pensar en posibles desarrollos para los capítulos.

recuerden que os quiero mucho <3

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2021 ⏰

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