PRIMERA PARTE
INCONSCIENTEMe encontraba alerta. No sabíamos si la chica podría ser una distracción para emboscarnos.
Cuando ya estamos casi cerca, me detengo en seco.
—¿Qué ocurre? ¿Por qué te detienes? —me pregunta mi padre.
No puedo responder, me quedo maravillado con aquel olor. Huele como... A jazmín.
Lo sé porque cuando viaje a Siria, pude conocer aquella flor.
Y tengo un leve presentimiento de que significa ese olor a Jazmín.
«¡Ve!» grito dentro de mi «¡Encuentrala!»
Y sin más salgo corriendo al lugar de donde proviene el olor.
«¡Corre!» «¡Estas cerca!»
Unos minutos después me detengo frente a los vigilantes, quiénes se encuentran rodeando algo, o alguien.
Mientras me voy acercando con cautela, los vigilantes se dan cuenta y se apartan para dejarme ver una figura de una chica.
«Es ella» dice una voz dentro de mi.
La observó, está toda mojada, su cabello negro como el vestido que lleva puesto, se encuentran mojados por la lluvia que aún no se detiene. Tiene piel pálida, y está demasiado delgada.
Demasiado a decir verdad.
¿Por qué se ve así?
«Parece... Enferma»
Unos gritos me hacen volver a la realidad.
—¡¿Se puede saber por qué carajos has salido corriendo como un maldito loco?!
Parpadeo un par de veces terminando de salir de mi ensoñación.
—Yo...
Las alarmas se activan cuando siento una opresión en el pecho.
«¡La chica!»
Dirijo la mirada a ella rápidamente. Para encontrarla temblando descontroladamente.
No lo pienso dos veces y la tomo entre mis brazos.
—¿Qué hacéis? ¡Déjala en el suelo! —me riñe, no le hago caso y empiezo a caminar hacia la mansión.
—Padre —lo detengo cuando veo que quiere replicar me—, Es ella.
—¿Qué? —se queda estupefacto, tal vez si fuera otra situación me hubiera reído—. Cuando te refieres a ella, te refieres a...
—Si —lo corto—. Y llama al médico de la familia por favor.
Sabe que estoy sufriendo, no dice más nada así que, sin más corro hasta llegar a la mansión.
Entro a la casa con ella aún en mis brazos, y subo las escaleras. Una vez arriba entro en mi habitación y la dejo delicadamente en mi cama.
Me volteo y camino hasta el baño que está en mi habitación. Entro y empiezo a llenar la bañera con agua caliente.
Salgo y la veo, sus latidos de su corazón son débiles puedo sentirlos.
Dejó de mirarla cuando empiezan a tocar la puerta.
—¿Hijo estás ahí? ¿Porque el piso está mojado? —camino hacia la puerta y la abro para lanzarme a los brazos de mi madre, la cuál lo recibe gustosamente y algo confundida.
—Mamá... La encontré. —no entiende a lo que me refiero hasta que mira al interior de la habitación y se da cuenta de lo que me refiero.
—¡Oh por Dios! —chilla emocionada—. ¿Cómo llama? ¿Es linda? ¡Qué emoción!
—Mamá —coloco mis manos en sus hombros, su cara de felicidad cambia cuando nota que estoy preocupado— Ayudame.
Sin más tomo su mano y la jalo suavemente al interior de la habitación.
—¿Qué le pasó porque está toda mojada y dormida?
—Mamá te explico después, necesito que me ayudes a quitarle la ropa, para poder meterla a la bañera.
Asiente y me pide que le busque una toalla limpia.
Cuando vuelvo con encuentro el vestido mojado en el suelo.
Me pide que no vea nada, así que me volteo y me extiendo la toalla.
—Ya está, cargarla y llévala al baño.
La a envuelto con la toalla, así que hago lo que me pide. La cargo y me dirijo al baño.
Me siento en el retrete y a ella en mi regazo. Evitando mirarla me quito la toalla y la meto delicadamente dentro de la bañera.
El agua está casi al borde así que cierro la llave.
Suspiro.
—Espero que le suba la temperatura.
No mejora, han pasado algunos minutos y su temperatura no sube.
Así que tomó una decisión, me levanto del retrete donde me encontraba sentado.
Empiezo a quitarme la ropa, no traigo las armas por qué me las quite luego de meterla en la bañera.
Cuando ya estoy en ropa interior, suelto un suspiro.
Meto un pie dentro de la bañera y después el otro, me ubico detras suyo y la rodeó con mis brazos y la atraigo hacía mí.
Mi idea era que tal vez con mi calor corporal pudiera ser más fácil aumentar su temperatura.
Solo espero que funcione.
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E S C A P E ©
WerewolfLlevo más de dos horas perdida en el bosque. Hace una hora dejé de correr para solo caminar. Tiemblo. Hay una tormenta y el vestido negro que llevo puesto no es suficiente para cubrime de la fria lluvia. Estoy descalza, por qué cuando había empezad...