𝑳𝑬𝑴𝑶𝑵 𝑷𝑰𝑬

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La vida no lo había cambiado mucho a sus 23 años, seguía manteniendo esa sonrisa adorable, aroma suave y por supuesto la actitud infantil que lo caracterizaba. Jimin no había cambiado, aún tenía ese don de hacer delicioso postres y bocadillos que sus familiares y amigos tanto amaban, sobre todo su lindo novio.

Jimin no había cambiado, aún amaba a su novio con todo su corazón, aún recordaba como surgió todo entre ellos , has escuchado que el amor llega en el momento menos esperado y con quien menos te lo esperes? 

Pues digamos que es lo que Jimin pensó al correr desesperado por llegar tarde a una entrevista de trabajo, y derramar su malteada de mango en la camisa de su ex compañero de escuela.

 Nunca habían hablado dentro de esta, ni siquiera habían cruzado palabras pero ambos de alguna manera se recordaban el uno al otro.

Jungkook era alguien tímido, reservado y muy solitario pero de alguna manera se complementaban bien. Jimin rara vez mantenía la boca cerrada, siempre tenía algo de que hablar o argumentar.

 Jungkook  simplemente lo admiraba con una pequeña sonrisa, le agradaba su compañía, sobre todo cuando solo tenia que callar y escuchar al castaño, sí, se complementaban bien.


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El castaño se encontraba en la pequeña tienda cerca de su hogar comprando los ingredientes necesarios para preparar la cena, sabía que su novio llegaría cansado a su hogar y quería prepararle una sorpresa, su postre favorito. 

 Un leve mohín se alojó en su rostro cuando observa la sección de la harina donde aún no desidia cual llevar, quería que la consistencia de la masa sea suave y deliciosa, escoger la mejor harina, claro está.  

Un suspiro salió involuntariamente de sus labios, llevando su diestra a una de las tantas de la sección. — ¡Jimin!  —Su cuerpo dio un pequeño salto al escuchar la voz femenina a sus espaldas, trato de retener a la bolsa de harina en sus brazos pero esta calló al suelo.

 — uh, hola Eunha. — toma nuevamente la bolsa y voltea para darle una pequeña sonrisa a la mayor. — perdón, la deje caer...— sus mejillas se calentaron al instante pero la sonrisa nunca abandono su rostro.

Sin articular palabra alguna la mayor lo abrazo  con una sonrisa, para posteriormente apretarle de forma suave los mofletes. —¡No te preocupes! Estoy más interesada en que postre harás esta vez, minie.— caminaron hasta llegar a la caja donde la pelinegra cobraría las cosas que el menor deseaba comprar.  

Este solo negó sonriendo y le entrego en dinero de las compras. La pelinegra dejó salir un bufido de sus labios, aceptando el dinero y colocando las comprar en las bolsas correspondientes. — ¡oh vamos! Seguro será una tarta de fresa, te encantan, ¡no! ya sé, un pastel de chocolate, estoy segura.— le apunto con su dedo índice, esperando alguna respuesta por parte del opuesto.

𝐋𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐏𝐈𝐄✧レモンパイ𝑘𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛 𝑜𝑠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora