Parte única

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Jongho acababa de separarse de su grupo de amigos luego de terminar la fiesta. Su casa era la única que quedaba en esa dirección, y así le gustaba, ocupaba esos momentos para pensar y divagar sobre la vida, los aliens, que querría comer al día siguiente o cualquier cosa que pasara por su cabeza.

Iba caminando, y pasó por una tienda de conveniencia a comprar dos botellas de gaseosa y algunos dulces, se le había venido a la cabeza ver películas esa noche, no era tan tarde y mañana no tenía nada planeado.

Caminando, pasó por el puente que pasaba todos los días, pero, esta vez era diferente: había un chico parado en la baranda del puente. Jongho no sabía que hacer, el chico se veía entre sereno y triste, pero no tenía rastros de haber estado llorando, simplemente tenía una mirada perdida en el río. Quería hacer algo por el chico, pero, no sabía que hacer en esa situación: nunca pensó que iba a pasarle algo como eso un sábado a las 1 de la madrugada después de volver de una fiesta.

Decidió acercarse un poco, quedando a unos metros del chico, llamándolo. Al no recibir respuesta se acercó unos pasos más, quedando a una distancia de poco más de dos metros del chico.

-Hola.

El chico se giro extrañado, la primera vez pensaba que le hablaba a alguien más y por eso no se giró, pero no había nadie más en el puente, solo le podía estar hablando a él.

-¿Hola...?

-Me llamo Jongho, ¿tú?

-¿Acaso importa como me llamo?-respondió el chico de manera fría y cortante.

-Obvio que importa, si no importara no te estaría preguntando.

-Yeosang, me llamo Yeosang.

-Yeosang, bonito nombre.

-Pff, bonito nombre, ya, como si te la creyeras.

-Pero si es bonito. Oye, ya que estamos, ¿quieres que te muestre algo?

Yeosang lo miró totalmente desconcertado, ¿es que este tipo no se daba cuenta que acababa de entrometerse en su decisión de si suicidarse o no?

-Ehh, creo que no sabes leer muy bien el ambiente que digamos...

-Me dicen eso seguido, pero la verdad me trae sin cuidado-eso era verdad, constantemente le decían que se concentrara en lo que estaba pasando alrededor suyo. Pero esta vez era diferente, el entendía totalmente lo que estaba pasando, y no le gustaba para nada, tenía que hacer algo, no podía ser tan indiferente y dejar a un chico suicidarse frente a él.

Tenía una idea, un tanto descabellada, pero una idea que si salía bien, evitaría que el chico bonito se tirara por el puente esa noche.

-Como decía, ¿quieres ver un truco?

Yeosang, al darse cuenta que Jongho no iba a dejarlo ir fácilmente, simplemente asintió esperando cualquier cosa.

-Bien, dame un segundo.

Colocando su mochila al lado de su cuerpo, la abrió y saco ¿una manzana? Yeosang cada vez estaba más perdido, pensaba que ese chico estaba mal de la cabeza o le faltaban unos cuantos tornillos.

-Ya, mira y escucha, esto te va a gustar.

Jongho tomó la manzana entre sus manos y se puso a cantar, y a los pocos segundos había roto la manzana en dos partes perfectas.

¿Cómo diablos había hecho eso?

Yeosang estaba desconcertado y a la vez divertido, mas su expresión no cambio. No pensaba que iba a aparecer alguien con tales ocurrencias mientas tenía el debate interno más difícil de su vida.

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