Parecía un cuerpo sin una gota de vida, con implantes mecánicos en varias partes del cuerpo, el brazo derecho, en los pies, dos dedos de la mano izquierda, aunque lo que mas llamaba la atención era el complejo mecanismo que cargaba en el pecho. El señor Peterson lo sentó sobre aquella mesa, con un trapo limpió un poco aquellos mecanismos que el mismo había implementado en aquel......humano.
-Pronto serás el mismo chico de antes, no te agrada la idea?- Luego prosiguió a buscar muchas herramientas y piezas. Después, tomo un cigarro y lo coloco en la punta de sus delgados labios, lo encendió, y comenzó a trabajar en la maquina que aquel muchacho tenia en el pecho.
Desconozco realmente la cantidad de tiempo que se tomo en terminar todo eso, al final desarmo el reloj de bolsillo que adquirió, para implementar algunas piezas del nuevo reloj a otro que parecía ser más antiguo, y colocarlo dentro del mecanismo. Y por un momento pareció finalizar, su rostro se lleno de tanta satisfacción, que solo se limito a dar un suspiro, ordenar las herramientas en su mesa de trabajo, y esperar sentado en un banco, frente a frente a lo que sea que allá armado. Y así paso un buen tiempo, el señor Peterson solo se quedo ahí, observando y esperanto pacientemente. Después de tal vez una hora, se acerco a el muchacho, y comenzó a examinarlo, pronto solo se acerco aun mas a el y escucho atento. La respiración de aquel muchacho era débil, pero respiraba. Inexplicable mente lo había mantenido con vida alrededor de un mes, y francamente desconozco la razón del por que.
El señor Peterson volvió a su mesa de trabajo, para analizar una pequeña libreta en la cual parecía tener las anotaciones de el proceso a lo largo de ese mes, la condición en que lo encontró, las posibles ideas para restaurarlo, el proceso de reconstrucción, y un sin fin de anotaciones sobre la evolución de este. Al principio no se veía muy convencido, pero solo repuso que era necesario esperar y ser paciente. Y así lo hizo. Así que volvió a su banco, y siguió esperando por más siguientes 4 horas.
Tal vez.....en realidad todo esto le parecía una locura la señor Peterson, nisiquiera recordaba la razón real o específica por la que se atrevió a hacer tal cosa, solo llegó alguien y le ordenó -"no lo dejes morir"- O tal vez no, el mismo se lo hizo ver así para realmente hacerlo. ¿Y para que? Al final esa persona sea quien sea desapareció, y nunca volvería. Tal vez. Pero después fue un poco más sincero consigo mismo, y se dio cuenta de que era lo menos que podía hacer.
Sus conocimientos en medicina lo llevaron a tener que ser parte del grupo médico que atendía heridos de guerra. Era un escenario realmente terrible, pero aún así solo hacía su trabajo, y le gustaba. Podría parecer sádico, y tal vez lo era. Pero incluso tener que atender a todas esas personas nunca le importó, o le provocó ni tantita pena, aunque puede y solo paso una vez.
Esa tarde al llegar a un punto crítico de heridos, se tuvieron que dar a la tarea de recortar la cantidad de pacientes que atender. Así que evaluaron los que podrían vivir, los que tenían heridas leves, y los que simplemente no podrían recuperarse. Y fue terrible, pero así pasa.
El señor Peterson al final no tuvo más opción que tener que hacerlo, así que se dio paso entre los heridos y los evaluó de forma cuidadosa, durante un largo recorrido revuelto entre dolor y suciedad. Al final se dio cuenta de que no podía dejar morir a todos así porque si, y se dio a la tarea de tener que atenderlos junto a sus compañeros de la forma más cautelosa y necesaria, y no sé si le funcionó pero en realidad logro que la mayoría pudiera volver a su hogar, o por lo menos más de la que se estimaría podría volver. Pero igual en algún momento se volvió muy difícil tener que hacerlo, y dejó morir a muchos.
Una tarde, a mitad de una batalla, se vieron obligados a tener que desalojar el hospital improvisado. Así que tomaron todo lo que pudieron, expedientes (esos en realidad desaparecieron luego), herramientas, y enfermos que podrían ser curados, los subieron a camiones y rápidamente huyeron al lugar mas lejano para poder ocultarse. El señor Peterson fue de los últimos en desalojar el lugar, y fue solo por eso que un soldado logro alcanzarlo.
-Doctor!! Por favor, le pido que nos ayude. Es mi amigo, está muy mal y necesito que lo atiendan- Aquel soldado traía consigo en brazos a ese muchacho, mal herido. Así que solo dio un vistazo rápido.
- No creo poder hacer nada por el, tengo que irme. Volveremos por ustedes, no es seguro tener a algunos pacientes aquí - Y se dio la vuelta.
-Por favor, le daré todo lo que tengo- Y no dejo de insistir, en sus débiles pasos y su respiración agitada se notaba el miedo que realmente sentía.
-Y dime, ¿que puede tener una persona como tú, en estas circunstancias, que valga la pena para mí?-
-Nada...- Y un corto silencio se interpuso entre los dos.
El señor Peterson sabia que era difícil, así que solo entre pequeños colapsos mentales dijo - Déjalo en esa camilla - y señaló el interior del transporte.
Y así lo hizo el joven soldado, cuando volvió a salir se encontró frente a frente al señor Peterson, solo que ahora con una gran sonrisa.-Yo...no se qué decir-
- Solo estoy haciendo mi trabajo-
El joven soldado lo observó, y luego comenzó a buscar en su pecho para después retirar de su cuello una fina cadena que el final tenía consigo un objeto circular, era un reloj dorado - No tengo nada, esto es todo...- Luego se lo dio - Me tengo que ir, pero ......hmm.....mañana lo buscaré y le explicaré quien es, no hay tiempo!-
y corrió a toda prima hasta perderse, el volvió a su labor al igual que el señor Peterson, que subió al camión y a toda prisa desalojaron el lugar.Para el señor Peterson había sido una semana muy difícil, asi que por primera vez en mucho tiempo se recostó y descanso.
Al día siguiente, volvió a buscar entre los heridos o muertos a aquel joven soldado. Pero nunca más lo volvió a ver. Fue tal vez por eso, porque sabía que presisamente esa persona nunca volvería, decidió salvarle la vida.....