Ya no escucho esa voz que me guiaba en los caminos más oscuros de mi vida. Todo es un eco constante, el frío cala mis huesos y me hacen temblar.
Miro a mi alrededor y solo me acompaña la oscuridad en un largo viaje. Las palabras no dejan de salir de mi boca, una detrás de otra pero no ahí nadie para escucharlas, todo está vacío.
Camino y camino pero nada tiene sentido, no tengo motivos para seguir haciéndolo y solo me dejo caer a lo largo del camino, no queda ya ni una gota de luz.