Play the piano for me...

1.

15:37 p.m.| Lun, 20 de abril

ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴɢɪ

Seguía sentado en el mismo sitio, y en la misma posición en la que lo dejaron tirado al costado de un gran piano color marrón, el día que fue su llegada a aquella casa, no, a aquella habitación.

Siempre que podía, fantaseaba con la idea de su cuerpo ya sin vida, en ese preciso lugar en el que siempre permanecía en una relajación total, soñaba con aquel día en el que al fin pueda irse de este detestable mundo, era una de sus tan anheladas fantasías.

¿cómo había llegado a ese lugar? Se preguntaran, Ni siquiera tenia una expresión al recordar el día que lo trajeron, Min yoongi sin siquiera hacer fuerza, camino con aquel sujeto, ni siquiera se había opuesto a seguir al tipo, aunque este fuese un total desconocido, y así después de caminar aproximadamente casi treinta minutos por calles completamente vacías, termino aquí, el lugar donde probablemente moriría.

Llevaba dos meses en esa casa, en esa habitación específicamente, un poco espeluznante para cualquiera, pero para Min yoongi no, él solo sonreía al ver cada uno de los detalles de esta, cada una de las blasfemias y palabras obscenas escritas en las paredes, y como cada una de aquellas palabras estaban escritas con sus propios fluidos, destacando su sangre, también reía al ver como por sus heridas abiertas, sus huesos brillaban entre su piel ya cortada, su propia sangre derramada en el piso de madera, decoraba por completo la habitación en la que se encontraba, otro pequeño detalle que también le agradaba era ver un número incontable de objetos filosos frente a él, exhibiéndose para si mismo, enserio, le agradaba y demasiado.

Por quinta vez en lo que iba del día se escucharon gritos, pero ni se inmutó, sonrió cuando la puerta fue abierta de un portazo, y ese hombre, no cualquier hombre, era aquel hombre, el que debes en cuando venía solo para cortarle lentamente las muñecas, era aquel que se quedaba mirando silenciosamente como cada una de las gotas de su espesa sangre lentamente bajaban por sus manos hasta caer al suelo, y después de todo ese show se las vendaba con extremo cuidado y repartía besos por estas, ese era aquel que después de morderle los labios hasta hacer que estos sangren, le regalaba dulces para hacerle sonreír, ese que en alguna ocasión rompió alguno de sus huesos y que con una sonrisa en su rostro lo miraba fijamente durante horas hasta que se calmara su llanto, ese hombre, el que en las noches le pedía que tocara el piano solo para él, y que con un por favor, hacia que él tocara por interminables horas en la que solo sus dedos, expresaban algo al tocar ese viejo y desgastado piano, y eso era todo lo que sentía por él, por que si, él creo esa melodía solo para aquel hombre, la hizo pensando en él, y solo para que él la apreciase, como siempre lo había hecho desde que comenzó a tocarla todas las noches que llevaban de abril.

—Perdón si interrumpo tus momentos de descanso —torció su sonrisa mientras acercaba una navaja a mi brazo—. En la noche vendré a escucharte tocar, como siempre, pero tengo que hacer esto ahora -clavo el filoso objeto en mi piel y al instante mi brazo se bañó en sangre.

Levante mi cabeza para acercarme a su rostro y poder besarlo, él no se negó, nunca lo había echo, ni yo tampoco la primera vez que él lo hizo.

Después de nuestro suave contacto de labios, en el que me quede completamente quieto y él hizo todo el movimiento, después de yo haber juntado mis labios a los suyos. Acaricio mi cabello y dejo la navaja a un lado para poder sujetar mi brazo, observándolo con total admiración volvió a hablar.

—buscare unas vendas, y en la noche te traeré medicamento... -paso con cuidado sus dedos sobre la herida, se levantó en dirección hacia el armario de la habitación y después volvió hacia mí—. En la noche podre escucharte tocar, hasta luego. —dejo un suave beso sobre la venda ya colocada y así como aquel hombre del que estaba enamorado había llegado, se fue.

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Bueno, aquí voy yo de nuevo publicando cosas sin sentido baibai, si alguien lee esto, no sea chot@ y vote e.e