Cap 8

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Cuando el sexo de Lauren se apretó con fuerza alrededor de la polla falsa y Camila ya no podía moverse sin herir a Lauren, se detuvo , quedándose completamente inmóvil. Sus manos se alojaron en la espalda sudorosa de Lauren, a la espera de que se calme. A medida de que sus paredes finalmente dejaron de contraerse Camila sacó el dildo muy despacio.

Lauren se quedó sin aliento ante la repentina sensación de vacío antes de jadear en busca de aire. "No te lo quités todavía. " logró hablar, con la voz ronca de tanto gritar.

"Um ... está bien " Camila asintió, recogiendo a Lauren en sus brazos. La levantó al estilo de novia, Camila llevó a Lauren a su dormitorio. Sabía que probablemente necesitaba descansar después de eso.

"Camzi ? " Lauren murmuró somnolienta cuando sintió el suave colchón de la cama debajo de ella.

"Sí Lauren ?

"Gracias. " Ella sonrió soñadora.

Camila se rió entre dientes." ya estás dándome las gracias de nuevo"

"Mmmm ". Fue la única cosa que Lauren respondió, y se quedó dormida al instante.

Mientras Lauren dormía Camila salió y se sentó en el sofá, puso un partido de béisbol en la tv. De vez en cuando miraba hacia abajo, el juguete todavía cubierto de los jugos de Lauren, y sonreía. Distraídamente, Camila lo acarició sintiendo un ardor en su propio centro.

Cuando Lauren despierte Camila ya iba a estar lista. Una sonrisa apareció en su cara al pensar eso.

Lauren se desperto de su siesta.

Momentáneamente confundida, se sentó rápidamente olvidando que sus manos seguían esposadas. Sintiendo que las esposas tiraron de sus muñecas Lauren miró hacia abajo y recordó todo lo que había pasado hace algunas horas. Una sonrisa se posó en su cara.

Se levantó lo mejor que pudo con las manos atadas frente a ella y se dirigió a la sala de estar. Un pequeño fuego le recorrió por todo el cuerpo cuando vio a Camila sentada en el sofá, acariciando el dildo que aun colgaba en su cintura.

Al oír sus pasos Camila volvió la cabeza cuando Lauren se acercó al sofá.

"Tuviste una buena siesta?"

Lauren asintió y sonrió. "Sí, la tuve.
Pero ahora me doy cuenta de que estoy lista para otra ronda". Camila gimió.

"Ven aquí". Camila se deslizó hacia delante en el sofá hasta llegar al borde.

Lauren se acercó, deteniéndose frente a Camila quien agarró sus muñecas y le quitó las esposas. Después de colocar un delicado beso en cada muñeca dejó también un beso en su abdomen.

"ponte de rodillas".

Lauren asintió con maldad, cayendo hacia abajo. Sus piernas tonificadas separándose. Lauren se lamió los labios y miró a Camila. Sus ojos se habían oscurecido. Sentada en el sofá mientras Lauren dormía había permitido a su imaginación volar y Camila se dio cuenta de que había una cosa que quería ver a Lauren hacer.

"Chúpalo". Camila exigió con su voz ronca. Normalmente, Lauren se horrorizaría ante tal descaro si fuese un hombre el que lo haya dicho, pero esta vez se encontró queriendo complacer a Camila. Esta era una experiencia nueva para las dos. Así también sabía que si se negaba, Camila no lo tomaría como algo personal y se enfureceria como la mayoría de los hombres.

Inclinándose hacia adelante Lauren pasó su lengua a lo largo de la punta de la polla de silicon. Camila gimió suavemente. Lauren le dio un beso a la parte superior de la misma antes de lentamente deslizarla entre sus labios.

Chupándolo apenas, Lauren se apartó y rodeo con su lengua la punta.

Lauren podía sentir los ojos de Camila observando cada movimiento. Con el objetivo de querer encenderla más, Lauren lentamente tomó cada centímetro del juguete por su garganta.

Las manos de Camila agarraron el sofá. "Dios Lauren. ¿Puedes hacer eso otra vez?"

Mojando sus labios Lauren se inclinó hacia delante. Esta vez sin embargo, cuando se metió la polla por la garganta, deslizó sus manos bajo el arnés y empujó dos dedos dentro de Camila. Un gruñido salió de Camila y esta luchó para mantener sus manos quietas. Ella no quería nada más que agarrar la parte posterior de la cabeza de Lauren y hacer que se la trague toda.

Lauren se apartó para tomar un respiro, todavía deslizando sus dedos dentro de Camila. El movimiento era limitado debido al arnés, pero a Camila no parecia importarle. Si hay algo que se sentía con más fuerza, eran los dedos de Lauren atrapados, enterrados dentro de ella. Cuando miró a Camila, Lauren vio sus puños agarrados en el sofá. Una sonrisa adornaba sus labios carnosos.

Moviendo los dedos y lamiendo la punta de la polla Lauren miró hacia la cara excitada de Camila. "Hazlo Camz".

Los ojos de Camila, que se habían cerrado en algún momento en el tiempo, brillaron. Su respiración eran jadeos pequeños y sus músculos estaban apretados alrededor de los dedos que estaban jugado dentro de su sexo.

"¿Qué?"

Lauren pasó su lengua desde la base del juguete, hasta arriba, envolviendo con la lengua la punta un par de veces. Las caderas de Camila se sacudieron y bajaron de nuevo en un profundo gemido. "Eso Camz. Hazlo. Déjate llevar y oblígame a tragarmela toda".

Camila tragó saliva, sacudiendo la cabeza. "No puedo hacerte eso... oh Dios!... a ti". Lauren había metido de golpe sus dedos y acelero la velocidad. Sus paredes vaginales se estaban cerrando rápidamente mientras Lauren trabajó con sus dedos en un frenesí. Sin embargo, parecía que Lauren tenía la intención de mantener a Camila en el borde hasta que acepte lo que le había pedido.

"Sí puedes. Te acabo de decir que estaba bien". Lauren respondió simplemente, sin entender por qué Camila se negaba a dejarse llevar.

Camila volvió a gemir cuando la lengua rosada de Lauren se agitó contra el juguete y sus dedos se metieron en su coño. "Oh, mierda." El sudor le chorreaba por la espalda por su intensa concentración en no empujar sus caderas. "No ... no quiero hacerte daño. Yo no no podria parar". Camila respiraba pesadamente.

Lauren se tragó la polla entera de nuevo antes de retirarse. Camila estaba temblando, literalmente, por el esfuerzo de no hacer lo que Lauren le sugirió. "No quiero que te retengas, yo confío en ti". Para acentuar sus palabras Lauren sacudió sus dedos a través de su apertura antes de meterlos de golpe de nuevo. Camila grito de placer.

Apretando sus puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos, Camila dejó escapar un gruñido, Sus manos agarraron el pelo castaño de Lauren.

Tirando con firmeza, pero no lo suficiente como para lastimar a Lauren, Camila guio su boca hacia el dildo.

"Vamos Lauren, trágatelo todo".

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