Primera hora de un lunes, matemáticas ¿El día puede empezar peor? Me siento delante de el profesor que aún no había llegado, ni Karla tampoco, esta es mi mejor amiga desde que tenemos 5 años, ahora tengo casi 18, queda solo un mes para cumplirlos.
- ¡Buenos días clase! - El profesor llegó por desgracia. Justo cuando el profesor puso sus cosas en la silla, Karla se sentó a mi lado.
- Buenos días - La saludé con voz de aún dormida-
- Buenos días zombie - Reímos en voz baja. Saqué la libreta, me fui a las últimas páginas de esta, y empecé a dibujar como siempre hago en las clases que más me aburren o menos me interesan aprobar.
- ¿Verdad Abby? - Escuché que el profesor me nombró, a si que levanté la cabeza, y ahí estaba, parado delante mía.
- Dígame Mrs. Johnson - Digo tímidamente ya que sentía cómo toda la clase tiene la mirada clavada en mi. Coge mi libreta sin permiso alguno.
- A si que esto es a lo que se dedica usted en mi clase en vez de atender ¿No? -
- Para qué va a querer atender si no se entera de nada, yo creo que tiene algún tipo de retraso o algo - Alega Eduard desde la última fila, el y sus amigos empezaron a reír. Karla se levanta de la silla.
- Atrévete a volver a decir eso máquina - La cogí de el brazo para que se sentara, y ella obedeció mientras Eduard y sus amigos seguían riéndose.
- ¿Y usted no piensa hacer nada al respecto? - Suelta Karla dirigiéndose al profesor.
- ¿Eh? Ah, si, si ¡Eduardo haga el favor de salir de inmediato de mi clase, no pienso tolerar estás faltas de respetos - Dice "enfadado" - Y con usted señorita, ya hablaré - No levanté la cabeza cuando me habló, ya que estaba apunto de estallar, pero esta vez no me iba a ir a el baño como siempre. Cuando el profesor se giró para seguir con la clase, Karla me quitó las manos de la cara y me abrazó.
- Gracias - Le susurro al oído.
Las clases transcurrieron bastante lentas, y Eduard no paraba de meterse conmigo, como todos los días, pero Karla estaba conmigo, a si que sinceramente he decir que estaba más segura por así decirlo. Cuando al fin suena timbre indicando el fin de jornada, suspiré aliviada, un día menos. Empecé a recoger, en esta clase no estuve con Karla, ya que ella eligió música y yo dibujo artístico, ya estaba volviendo a mi casa, era un camino de unos 15/20 minutos andando, aquí en Canadá los inviernos son muy fríos, a si que digamos que parecía un tipo de muñeco andante. En mis auriculares estaba sonando "All the good girls go to hell" de Billie Eilish, mi ídola, la verdad que ella me ha "salvado la vida", he querido hacer muchas tonterías a lo largo de mi vida, pero las letras de sus canciones, su voz, la personalidad que muestra, la verdad es que me alegra muchísimo, y por no hablar de lo hermosa que es, sonreí al pensar esto último. Alguien me toca el hombro y hace que de un respingo, me quito rápidamente el auricular izquierdo y me giro.
- ¿Te asusté? - Reímos, era Karla.
- Pues un poco - Río. - ¿Qué haces caminando por aquí si tu casa está mucho más atrás? - Pregunto mientras que ella se frota las manos para intentar entrar un poco más en calor.
- ¿Qué pasa? ¿No puedo acompañar a mi mejor amiga a su casa? - Reímos. - Na' en verdad vengo a avisarte de que este sábado doy una fiesta, por si te quieres venir- ¿A una fiesta? ¿Yo? Está de broma ¿No?
- ¿Quiénes van a ir? - Digo ya llegando a mi casa.
- Pues, toda la clase menos Eduard y sus amiguitos - Me paro en seco.
- ¿Pasa algo? - Pregunta preocupada. Señalo el número de el portal, ya habíamos llegado a mi casa.
- Ah joder, ya me había asustado - Reímos.
- Luego te doy respuesta, ¿Vale? - Digo. - Ahora será mejor que te vayas corriendo a tu casa - Le doy un beso en la mejilla.
- Debería, si - Se va corriendo. - ¡Espero tu respuesta! - Dice desde la lejanía. Entro a mi casa, veo que mis padres aún no han llegado de trabajar, a si que dejo las llaves en el mueble del recibidor, y me dirijo a mi habitación para dejar la mochila, me quito las chaquetas y las dejo encima de la silla, me voy a la cocina a por comida, cojo una manzana y me vuelvo a mi habitación, cogí mi portátil y puse "Wish you were gay" mientras me comía la manzana cantaba. Después de un rato escuché como la puerta se abría.
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¿Realmente los sueños se cumplen?
Romancevivimos en un mundo lleno de coincidencias, algunas buenas, otras malas. A esta chica, la vida le da un vuelco repentino en menos de lo que se espera.