Ok. Han pasado creo que dos semanas y no puedo seguir huyendo.
Tengo otra cuenta donde escribo y como es una plataforma libre y el internet es lo único que nos libera ahora escribiré lo que quiera. Porque puedo, porque putas quiero.
Porque no puedo huir más. Estoy atrapada en este cuerpo que me duele y me recuerda que no quiero respirar más sin él.
Sí. Me han roto el maldito corazón como jamás me lo había roto.
¿Contextualizar? ¿Quieren que contextualice esta mierda?
Aun si no quieren voy a hacerlo.
Nos conocimos cuando yo tenía 11 años en Facebook. No fue amor a primera palabra, eso no sucedió. Estábamos en grupo de malditos frikis y él era más grande que yo un par de años. Y nadie se imaginó jamás que nuestra historia terminaría así.
Si estás aquí esperando la maldita confesión de un amor intenso y pasional... no la tendrás. Nuestro amor fue todo menos pasional. No hay demasiada sangre, ni demasiados gritos. Ni siquiera sexo. Al menos no en nuestra parte.
Tuve una niñez promedio y no puedo ni tengo el derecho a lloriquear por nada de lo que he vivido pero aun así me ha importado un carajo y lo he hecho cuando es demasiado para mí. Esa es la palabra para esta mierda DEMASIADO. Íbamos a casarnos, de verdad íbamos a casarnos y por primera vez toda la puta basura en mi vida estaba en orden. Por primera vez todo iba a valer un maldito centavo. Todo tendría sentido y ahora estoy aquí con los labios sangrantes y el ardor del Whisky en la herida que mis propios dientes me hacen. En un principio yo había pensado "Voy a escribir mi vida, toda la mierda que viví en ese trabajo de mierda al que me vendieron como ganado a los 12 años, será interesante en plan Mafia y Narcotráfico" y ¡LO HICE! Comencé con un personaje ficticio que pudiera tomar mi lugar con todas mis cualidades y un mundo inexistente que no fuese México o cualquier parte de Latinoamérica que es donde se desarrolla mi puta vida. Pero ya no tiene sentido, ya no tiene ni el más puto sentido.
Hace calor.
Sí. Estoy dispersa.
Han pasado aproximadamente dos semanas y media desde que me dejo. Me dejo el 5 de Abril y primero fue un mar de llanto, día tras día llorando sin parar. Para colmo soy alérgica a mis lágrimas y... adivinen quien llevaba las mejillas irritadas. Claramente yo. Al principio él quería que siguiéramos hablándonos, haciendo video llamadas o viendo películas a través del maldito compartir pantalla de Skype... justo ahora me parece gracioso, quizá sea el alcohol en mi sangre. Yo tengo 21 años ahora, soy joven pero ya no soy precisamente un puto bebe en pañales y él tiene 23. Estuvimos juntos diez años. Habíamos decidido casarnos este año luego de tanta mierda. Lo planeamos. El puto vestido me mira desde el armario y tengo los papeles firmados para el maldito 15 de Septiembre que es cuando nos casaríamos.
Yo hice todo. Yo lo tengo todo aquí.
Hoy estoy dispersa, de eso va esto, no de contar toda la mierda que hemos vivido. Esta madrugada he soñado de nuevo con él, ayer lo hice, ayer me decía que se arrepentía, que lo perdonara. Que me amaba. Pero todo es una maldita mentira. Todo es un maldito deseo contenible de lo que quiero que suceda pero que sé que no ocurrirá. Me ha dejado y no volverá.
Y es una mierda.
Esta madrugada he soñado que estaba de pie frente a mí, y aunque ahora es bastante borroso, puedo recordar su corte de cabello, ese corte que llevo durante tantos años y que apenas hace un par dejo de utilizar. El solía usar un cubre bocas oscuro siempre y eso también lo vi en su rostro.
Los ojos oscuros y preciosos.
Siempre con un brillo opaco.
Incluso su ropa holgada y oscura. Los pantalones negros suaves. Y no decía nada pero me miraba con ese cariño que siempre adorno esos ojillos oscuros que tanto amo. Lo sentí conmigo.
Es tan malditamente surreal. Pasar de estar con una persona por tantos años, darle todo tu amor, esmerarte por darle la mayor de las felicidades y que por un puto error que no fue tuyo todo se vaya.
Al principio me culpe, en serio lo hice. Y sé que yo tengo mucha de la culpa dentro de esa mierda. Que no fui un maldito Ángel. No fui perfecta y no fui lo suficiente imperfecta para él. La última vez que hablamos me dijo que había intentado engañarme tantas veces y que a la hora de hacerlo –supongo que de cogérselas o cogérselos- no podía porque pensaba en mí. ¿Qué tan degenerado tienes que ser para intentar algo así? Y sé que no fui un ángel, que suelo meterme en muchos líos, que bebo demasiado, que me gusta pelear... pero le di todo de mí siempre, siempre respete que nos pertenecíamos el uno al otro. Siempre trabaje para juntar dinero y vernos ya que no es de mi país. Siempre luche para que nuestra relación funcionara. Y él no sabe toda la mierda que me calle, todas las cosas que me guarde para que el fuera feliz.
¿Y dice que ya no puede más?
También es absurdo porque luego me dijo que si podía, que sí que podía más, pero que ya no quería estar conmigo.
Me dejo por quien soy.
Cuando era niña, todos cuando somos niños, no somos nadie. No tenemos una identidad, no conocemos nada más allá de nuestra nariz y aun así nos perdemos de cosas en ella. Yo era un bebe cuando conocí el amor. Y jugamos a ser novios hasta que los años pasaron.
Crecimos juntos y me perdí.
Entre en el mundo de los adultos demasiado pronto. El alcohol se volvía algo normal en mi vida, las drogas, el dolor y la sangre. Todo era normal. Llegar y escribirle era normal.
A veces detenía el ritmo fatídico de mi vida, justo en nuestro Aniversario, escondido en algún ciber cerca de mi preparatoria, hablando con él desde el amanecer. Entonces me detenía y me daba cuenta de los muchos años que habían pasado.
Pero ninguno me peso como ahora.
Y hoy solo pienso que yo siempre le ame demasiado, que siempre le di todo, que él nunca quiso darme tanto. Que nunca pudo.
Que esta allá riéndose ahora mientras yo escribo sobre con lágrimas aglopadas en mis naditas cuencas. Que ya me ha dejado atrás tan fácil, no piensa en mí, no pregunta por mí.
No me escribe.
No va a buscarme ahora. Yo ya no importo y el ya no me amaba más.
Me han repetido de todo, desde que volveremos en unos días hasta que le dan hasta Mayo para que vuelva. Me han dicho que le asusto el matrimonio.
Pero yo lo conozco, o lo conocía.
Tan solo quiero escuchar su voz un par de segundos. Quiero a mi novio. Quiero llamarle y escucharlo consolarme mientras lloro a través de la línea telefónica. Quiero oírle decirme "Preciosa, te amo" "linda" "mi niña" cualquiera, no me importa cual, solo quiero oírle. Quiero a mi novio aquí.
Pero ya no es más mío.
Y yo aún soy suya.