CAPÍTULO 1

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Cuando cruzamos las puertas de Horrorlandia, no teníamos ni idea de que antes de que terminara el día todos estaríamos metidos en un ataúd.

Yo soy la mas tranquila de la familia Morris. Todo el mundo dice: <<Lizzy,tú eres la tranquila de la familia.>> E intento contar esta historia con tranquilidad.
Pero, creedme, ¡no hay manera!
No teníamos previsto viajar a Horrorlandia.
En realidad, nunca habíamos oído hablar de ese sitio.
Íbamos los cinco en el pequeño Toyota de papá, con la intención de pasar el día en el parque temático de Zoo Gardens. Papá se había olvidado el mapa en casa. Pero mamá dijo que sería muy fácil encontrar el parque.
Mamá dijo que cuando nos acercáramos habría muchos letreros que nos indicarían qué camino seguir. Pero hasta el momento no habíamos visto ni uno.
Papá conducía y mamá iba a su lado. yo iba apretujada detrás, con mi hermano pequeño Luke, que tiene diez años, y el amigo de Luke, Clay.
No era el lugar mas cómodo. Mi hermano no puede estarse quieto ni un segundo. En especial en el coche. Tiene demasiada energía. Y es completamente memo.
A medida que avanzábamos, Luke se iba poniendo nervioso. Intentó luchar con Clay, pero no tenían suficiente espacio. Luego intentó echar un pulso con él, y los dos no pararon de darme golpes hasta que perdí los estribos y les grite que pararan.

-¿Porque no jugáis a Alfabetos? -sugirió mamá -. Mirad por la ventana para encontrar letras.

-No se puede -replicó Luke-. No hay ningún cartel.

-No hay nada que mirar -gruñó Clay.

Tenían razón. Viajábamos entre campos llenos y arenosos. De vez en cuando se veían algunos árboles esmirriados. El resto era desierto.

-Voy a tomar la próxima salida -anunció papá. Se quitó la gorra de los Chicago Cubs y se rascó la cabeza, en la que el pelo rubio empezaba a escasear-. ¿No la he tomado ya?

Papá es el único miembro de la familia rubio. Mamá, Luke y yo tenemos el pelo completamente negro y los ojos azules.

En realidad, papá no parece pertenecer ba la misma familia. Nosotros tres somos altos y delgados, con la piel muy clara. Y papá es bajito y mas bien rechoncho, con la cara redonda, casi siempre sonrosada. Yo siempre bromeo con él porque creo que en vez de un director de banco parece más un luchador.

-Estoy seguro de que ya hemos estado aquí -observó papá abatido.

-Es difícil decirlo. Todo es desierto -respondió mamá, mirando por la ventanilla.

-Eres una gran ayuda -masculló papá.

-¿Cómo quieres que te ayude? -replicó mamá-. Has sido tú el que se ha dejado el mapa sobre la mesa de la cocina.

-Creía que lo habías guardado -gruño él.

-¿Porque tenia que ocuparme yo de guardar el mapa? -preguntó mamá levantado la voz.

Basta ya, los dos -interrumpí. Cuando empiezan a discutir no paran. Siempre es mejor interrumpirles enseguida, antes de que realmente discutan.

-¡Soy el Pellizcador Loco! -exclamó Luke.

Soltó una truculenta carcajada propia de una película de terror y empezó a pellizcar a Clay en las costillas y los brazos.

Detesto, por encima de todas las cosas, el numerito del Pellizcador Loco que Luke siempre hace, Me alegré de que Clay estuviera sentado en el medio, al lado de Luke, y no yo. Normalmente, la única manera de que Luke deje de pellizcar es pergarle un tortazo.

Clay empezó a retorcerse y a reír. Él cree que todo lo que hace Luke es divertido. Se ríe de todos sus chistes y bromas estúpidas. Creo que por eso le gusta tanto a Luke.

PESADILLAS: UN DÍA EN HORRORLANDIA..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora