Komorebi

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¿Recuerdas aquel día en el que discutimos por el abrazo que compartiste con Giyuu? ¿Sabes aquel día en el que me hundiste la cara en mi plato preferido por culpa de mis celos? Yo sí. Aun siento la sopa ardiente en mi cabeza y tu mirada de rabia echando chispas. Discutimos tan fuertemente que los demás no se atrevieron a interferir. Me llamaste tonto ¿Y sabes? Tenías razón, fui un tonto egoísta que pensó que eras únicamente mía. Nos quedamos sin hablar varios días, que me parecieron semanas. Fueron las peores semanas de mi vida. Pero como se suele decir antes de la calma hay una tormenta. La calma vino cuando te vi aparecer en el cielo del estanque, te dirigías hacia mí con desesperación. Incluso cuando deseaste mi muerte.
¿Mentías cierto? Me diste toda tu reserva de aire, fue la primera vez que tus labios estuvieron en contacto con los míos. Derroté al demonio sin problemas. Me di cuenta que te amaba y que tu silencio me lastimaba más que tus patadas. La llama que ardía por ti era imposible de apagar, hasta hoy está ardiendo, incluso mas que aquellos días.
Quise decírtelo, pero no tuve el valor de hacerlo, por miedo de perderte de nuevo.

 Quise decírtelo, pero no tuve el valor de hacerlo, por miedo de perderte de nuevo

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Recuerda [Kimetsu no Yaiba] (Rengoku Kyojuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora