3-Cap

1.4K 120 33
                                    


El silencio reinaba en el coche, solo se escuchaba el sonido de la respiraciónes nerviosas.
La casa no estaba lejos, pero en ese momento, parecía que nunca llegarían.

Afuera del auto se podían observar a lo lejos montañas y prados bañados de dorado. Lo poco verde que había eran los bosque que estaban a lo lejos.El camino no era liso, era levemente rocoso, eso hacia que estuviéramos en constante zarandeo.

El coche freno y la vista de todo se alzó hacía la enorme vivienda.El sonido de las puertas sonaron casi al unísono,junto con las pisadas en el suelo.

-Entremos rápido - el sonido metálico de la llaves de Madrid sonaron,mientras abría la puerta. 

El ruido se amplifico al dar un paso dentro de la casa.El ruido de pasos,de voces y incluso de distintos idiomas. Detrás de ellos la puerta principal se cerro ,para luego dar un lugar a una sala ajetreada.Madrid se quitó el abrigo y lo dejo en una de las múltiples perchas.

-Bien sentaos en ese sofá y no molestéis ,no vais a caber todos así que algunos os tendréis que sentar en el suelo.-

Estaba apunto de irse junto con Portugal,pero Francia la detuvo.

-Esperar cuándo podremos ver a Espagne-

-Cuando este mejor-

-Y cuando sera eso-pregunto Paraguay

Una medio sonrisa salió de la de la piel rojiza.

-Dentro de unos cuántos días,habrá que  preparar algunas habitaciones-

Después de decir eso se acerco a Cataluña ,un muchacho de piel rayada,de color amarillos y rojo.

El ambiente se torno algo tensó y el ruido ceso, sólo se tonaba el intenso mirar de las comunidades españolas que pasaban por la sala. Había momentos en los qué el ruido de una puerta cerrándose y abriéndose.Pasos sobre la madera, hacía qué está rechinara,se notaba que la casa era antigua. Susurros que por el silencio se convertían en conversaciones normales.

Era tanto la tensión que se  respiraba,que ninguno de los recién llegados se atrevió a suspirar o comenzar una pequeña y simple conversación.

La noche llego y la verdad ninguno de los presentes tenia ganas de acercarse a la cocina.Se escuchaba cómo las comunidades se animaban mutuamente.Como decían que todo se iba a solucionar y que dentro de unos días volverían a estar cómo antes.

-Deberíamos llevarlos a la habitación-dijo una voz casi incomprensible.

Un pequeño debate comenzó ya que ninguno quería ir.

5 minutos pasaron,hasta que de la cocina salió un verdiblanco  con un acento bastante peculiar.

-Seguirme,las habitaciones están arriba-

Empezaron a caminar por pasillos y escaleras que rechinaban por la madera.En las paredes se podían ver múltiples fotos de España con sus hijos o simplemente con ellos  de pequeños o en algún momento. 

Subieron varios pisos, asta que su guía se paro en enfrente de tres puertas.

-Bien,creemos que estas habitaciones son lo suficientemente grandes como para que todos vosotros entréis.Ahora os organizare en tres grupos-

Empezó a mover a gente  enfrente de las puertas.

-Bien si tenéis alguna pregunta,mi habitación esta un piso mas abajo,a y algunos tendréis que compartir cama,en eso organizaros como queráis-

Todos se despidieron,para después entran en una habitación con varios colchones y mantas en el suelo.

Nadie tenia ganas de hablar,así que tan solo empezaron a elegir en donde o con quien dormirían.

Y junto con la oscuridad de la noche y el silencio,poco a poco se fueron durmiendo.Dejaron que el sueño borrase todos los pensamientos que había ocasionado ese día,tan solo por unas horas.

Todos menos Perú,que se encontraba observando el techo,asimilando todo lo que  había ocurrido.No tenia con quien hablar ya que todos se habían dormido y las ganas de saber que la había ocurrido a su padre,cada vez aumentaban. Quizás tan solo necesitaba refrescar su  mente con una vaso de agua.

El problema era que no sabia donde se encontraba el baño, ni siquiera sabia cuantos baños podía haber en esa casa. Quería despertar a Italia que se encontraba al lado suyo,pero parecía dormir también,que no quería fastidiarle.

Decidió ir a la aventura a buscar el baño el solo.Caminaba silenciosamente entre los huecos que dejaban los colchones entre ellos,así fue asta llegar a la puerta.Con cuidado abrió la puerta  para después cerrarla con el mismo cuidado.

El pasillo parecía tan siniestro a esa hora de la noche.Su mente por alguna razón estaba seguro que el baño se encontraba unos pisos  más abajo.Agarrado al soporte de la escalera,por miedo a caerse por las escaleras,ya que todo lo que había a su alrededor esta completamente  oscuro.

Al final encontró un baño,en el segundo piso.Estaba por salir cuando de la puerta de al lado salio Asturias,un tipo de piel azulada, con una cruz dorada tapando su ojo derecho.

En las manos llevaba una cubeta naranja con agua y cuatro trapos.

Al observar quien era,Perú  se aparto de la puerta,para después silenciosamente apagar la luz.

Se quedo así hasta que escucho otra puerta cerrarse.Se asomo pero no vio nada por el pasillo.

Salio del baño,mirando fijamente la puerta de donde había salido el Asturiano. Abrió la puerta lentamente.Se podía ver una ventana que dejaba que la luz de la luna entrase,siendo así mas fácil de identificar,lo que se encontraba adentro no era algo que esperaba.

Al abrir completamente la  puerta, diviso cuatro camas, en una cama se encontraba sentado.Su piel era tan parecida a la de su padre.

-¿España?-

al nombrar el nombre,el sujeto, se giro.Dando a revelar el aspecto que este tenia. Perú tan solo se quedo perplejo,observando a  su padre,en un aspecto totalmente deplorable.

-Que haces aquí....-

Es lo único que dijo España al ver a su hijo,mirándolo aterrado.

-Yo....-

Eso fue lo que  alcanzo a decir,antes de que una mano lo agarrara de hombro y lo arrastrara fuera de la habitación.
La puerta se cerró detrás suyo.

- Que haces tú aquí-
El Peruano salí de sus pensamientos,para encontrarse con la mirada dorada  del Asturiano.

- Yo......yo solo quería un vaso de agua -

- Entonces que hacías en esa habitación-

Si le decía la verdad , quedaría mal y no podía mentirle.
El  de la piel azulada,le miro de arriba abajo. Soltó un gruñido,para después soltarle de los hombros.

- Tan solo vuelve a  tu habitación y olvida lo que has visto-

Esas fueron las últimas palabras de Asturias que escucho.Cuando subió arriba, le  pareció oír gritos del piso de abajo. Pero prefería no ir.

La mañana comenzó movida,cuando se encontraba desayunando con sus hermanos, cuando los gritos del verdiblanco alarmaron  a todos los presentes.

-Andalucía  se puede saber que te pasa!-

Andalucía miro a todos y con cara de espantos soltó lo siguiente.

- España no está!-










Nunca supimos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora