SALVAME DE MI TORMENTO

EPILOGO

Dedicado a todas aquellas lectoras que se adueñaron de la historia, las que se emocionaron, pasaron piques y las que se enamoraron con algún personaje. Y en especial quiero agradecerles a cada una que comentaron en las historias, sus comentarios me inspiraban para terminar el capitulo a tiempo. 

Siete meses después.

Miraba anonadada mi figura en el espejo, el cual me devolvía mi reflejo enfundado en un hermoso vestido blanco estilo princesa con un escote asimétrico. Un vestido creado para disimular curvas y favorecer la silueta.

No podía creer que el día que tanto he esperado ha llegado, lo admito estoy nerviosa. Hoy me caso con Yeisir.

No tengo duda de querer unir mi vida para siempre con mi rey demonio. Cambien mi apellido porque no quería tener los de Aren y mi madre. Nana me adopto, dándome su apellido, ahora soy Airys Hall y pronto seré la señora de Leclerd.

Hace un tiempo Joseph trajo consigo a dos personas importantes que creí nunca más convivir con ellas. Mi madrina que gracias a ella mi vida fue más llevadera y mi mejor amiga Ysha. Tan solo de recordar el día que las vi, mis ojos se inundan trato de controlarlo moviendo mis manos para traer frescura al escozor en mis cuencas.

Gracias a mi nueva madre, Annie y Selena pude organizar los preparativos de la boda, los consejos que me dieron de que no me estresara no sirvieron de mucho. Cuando planeas una boda por más que contrates una Wedding planner sufres los síntomas de la novia. Todo es un caos, un hermoso caos.

No podía dejar de mirarme en el espejo, cada detalle como soñé esta justo donde debe estar. La puerta de la habitación donde me encuentro es abierta por mi madre, Annie y Selena la siguen, cabe mencionar que las ultimas quienes son mis damas de honor.

- ¿Qué hermosa estas mi niña?- dice con lagrimas mi hermosa madre.

- Gracias mami.

- ¿Cómo te encuentras?

- Uff nerviosa cada vez que veo que se acerca la hora.

- Mi niña, tengo esto para ti. Es un objeto muy valioso para mi, mi madre me lo regalo cuando me case y quiero que lo tengas.- me entrego un hermoso prendedor azul. Me lo coloco y sonreí.- ahora si lo viejo, lo azul y lo prestado lo tienes. – me dio un beso en la mejilla, estaba por llorar. Estábamos respetando la costumbre de tener algo nuevo, algo azul, algo viejo y algo prestado.

- Ay ya, me harán llorar y no quiero echar a perder el maquillaje.

- Ya debemos irnos.- grita con histeria Selena.

Me ayudaron a bajar las escaleras, donde estaba mi hermano esperándome, el seria quien me entregara a Yei.

- Estas hermosa princesa.

- Gracias Joseph.

- Te tengo un regalo.

- En serio ¿Qué es?- solo sonríe mirándome con diversión y una voz conocida hace eco en el lugar.

- Hola hermana.- lo veo y no me lo creo, Daven me mira sonriendo y extendiendo los brazos. Corro a abrazarlo, quien firmemente me sostiene.- estas hermosa pequeña.

- Ay no quiero llorar.

- No debes hacerlo, vámonos ante que tu futuro esposo se vuelva loco.

- Pues que esperamos, vámonos.

Junto a mi dos hermanos, que nunca en mi loca cabeza pude concebir que ellos estarían un día tan importante como lo es hoy conmigo, nos dirigimos hacia el mejor de los lugares, donde Yei me pidió matrimonio. Ese lugar seria testigo de nuestro grande amor.