La cola es interminable, tengo los nervios de punta aunque no es la primera vez que la hago. Me pongo a pensar si va a valer la pena volver a pasar por esto, si está vez quedó y recibo el tan deseado papel...
Y si no, pues no pasa nada. Canto y ya.
Es bastante temprano y aunque dormí bien anoche, mis hojas caen un poco más a medida que pasa el rato, son los nervios. Estoy con un grupo bastante agradable, algunos cantan, otros solo se ponen a hablar con los demás y yo trato de disimular pero se me es imposible.
Cuando estoy a diez personas de cantar mis piernas empiezan a temblar, me suda todo el cuerpo, la adrenalina recorre mi cuerpo y lo sé.
Hoy si.
