Buongiorno

"yo también"

Te he pensando varios meses, nunca te lo he dicho. He dejado que te conviertas parte de mí y que conozcas mis debilidades. Has sido una amiga tan buena que con solo verte un rato me sentía feliz. De un momento a otro dejaste de ser una extraña y te volviste alguien indispensable, moría por pasar un minuto aunque sea de mi vida a tu lado.
Al principio no lo quería admitir, por mi mente pasaron los mismos miedos de siempre;

¿Me volverán a destrozar el corazón?, ¿y si se aleja de mi?, ¿y si no?, ¿otra vez?.

Pero cada que te veía no podía dejar de observarte, tus gestos , tu mirada, tu risa, tu boca, tus palabras, lo que hacías por mí, las peleas, los juegos de mano, los chistes, las risas, la perversión, la inteligencia, tus celos, tu forma de controlarme, tus malditos ojos que brillan.

A tus ojos debería dedicarle una novela entera, y a tu cuerpo unas varias temporadas.

Y si me enamoré, de un momento a otro me enamoré de vos y deje de reprimir lo que sentía. Me enamoré de cada parte de vos y tal como sos, me enseñaste tantas cosas, me sorprendiste tanto. Nunca pensé que me iba a enamorar así de vos, pero pasó y me siento tan feliz.

Te amé en silencio durante meses, con idas y venidas en mi cabeza porque no quería lastimarme. Te amé tanto callada que no podía ocultarlo.

Hasta que me empezaste a ilusionar, cada vez más, caía como una idiota una y otra vez. Palabras dulces, indirectas directas, miradas distintas, abrazos distintos, todo cambió. Y me sentia tan feliz.. tan ilusionada.

¿Y que creen?

Me robó un beso, se atrevió a robarme un beso, ¡a mi!. Ni en millones de años podría habermelo imaginado, justo a mí robarme de esa forma. No le alcanzo robándome los latidos y los pensamientos y tenia que robarme la boca. Era lo único que faltaba para su colección.

Luego te declaraste,
y yo como idiota
te dije "yo también",
y te reiste
y desde ese momento
supe que pase lo que pase
duela lo que duela
iba a luchar por escuchar tu risa
todos los días de mi vida.