Pov. Borja Luzuriaga
Aún no puedo olvidar aquel primer beso de mi amor prohibido...
Aún puedo recordar aquella tarde en la sala de detención en donde me mostré desnudo en alma ante aquel muchacho que era nada más que un estúpido.
Era un viernes , el cuarto viernes de otoño. Todos los alumnos se iban temprano, todos los adolescentes mal gastaban los viernes en fiestas y noches alocadas. Ese viernes para mi, no era una excepción. Tenia en mis planes mal gastar ese viernes en salir con mis amigos a divertirme por ahí, no importaba con que otras personas más. Tenia que ir al instituto, salir rápido a buscar mis cosas en casa y disfrutar de la noche olvidándome un rato de mi.
¿Pero qué salió mal?.
¿La pelea en medio de clase por un estúpido tema en la clase de literatura?
¿La otra pelea, con el mismo chico, en la cafetería?
No entiendo que pasó esa mañana en mi escuela. Puedo llegar a ser temperamental, y sé que en nuestra edad la mayoría de chicos lo somos. Pero ¿Qué tenía ese muchacho, que justo ese día chocábamos?.
Ambos terminamos después de clases en detención, dos horas acomodando los libros en la biblioteca.
En mi instituto hay diferentes salones de detención dependiendo de cómo fue el comportamiento, justamente el nuestro fue el peor del día, y por eso nos mandaron a la biblioteca a acomodar los libros que los estudiantes dejaban por todos lados del salón.
Me sentía súper incómodo estando sólo con él en la biblioteca, también me sentía molesto porque mis planes se habían arruinado al tener que quedarme dos horas más en el colegio, siendo viernes.
El ambiente en el lugar estaba muy tenso, podía sentir su mirada de odio. Al voltearme y cruzar miradas sentí el puñetazo que me quería dar.
Suena mi teléfono y me fijo el mensaje de mi novia, diciéndome que me esperaría en su casa para poder salir más tarde. Logre responder le pero acto seguido el profesor de turno en detención me saco mi móvil y el de mi "mejor amigo", diciéndonos que nos lo daría al terminar el castigo, se fue dejándonos solos de nuevo.
Caminaba de un lado a otro buscando si había libros tirados por alguna parte, y de vez en cuando encontraba alguno.
Me ponía a contar de qué género eran, pero mi mente apartó esos números por las caricias que recuerdo haber sentido.
El tiempo se me pasaba muy lento, no habían pasado ni 10 minutos desde que el profesor se había ido. Pero eso no me interesó cuando ya no sabia donde estaba mi compañero de castigo, pasaba los pasillos y no lo veía, no encontraba rastros y una parte en el fondo de mi se sintió preocupado y molesto. ¿Se fue? ¿Me dejó sólo acomodando este lugar? Que maldito que era.
Ya no caminaba, ahora corría por los pasillos hasta que de un golpe con algo me caí, en un intento de sujetarme de algo sentí como un peso estaba sobre mi. Abrí los ojos, y ahí estaba él, su mirada no reflejaba enojo como hace unos 20 minutos atrás, el color miel intenso me atrapó hipnotizándome, me quede quieto sujetándome de él. No entendía que me pasaba, ¿Qué hacía él para que yo quedará así? Solo estaba sobre mi viéndome, sentía paz y una calidez en mi pecho.
De un momento a otro nos estábamos besando, sigo sin recordar bien cómo es que habíamos llegado a ese punto.
Él seguía sobre mi, me agarraba las manos no con tanta fuerza pero si lo suficiente como para inmovilizarme.
Sus labios sobre mi cuello, sobre mi abdomen, sobre mis labios, sus manos recorriendo cada parte de mi cuerpo haciéndome sentir tan bien. Nunca pensé que un idiota como él iba a hacerme sentir así, nadie me hizo sentir tan seguro con un beso o con un abrazo.
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|| ¿Fuimos Algo? ||
FanficCuatro estudiantes de secundaria. Una tarde, los atraerá más de lo que ellos pensaban. Por obra del destino, esa día fue el último en el que se verían. Pero el destino juega muchas veces. - "El mundo es un un pañuelo" - Parejas principales: • Rubege...