CULPA; 쥐잭김[ YOONMIN ]

❝ CAPÍTULO OCHO ❞

All of me - John Legend

Se notaba, ya era un poco más difícil poder ocultarlo. No podía hacer nada más que ignorar todo lo que las personas del instituto le dijeran, aunque eso debía importarle poco ya que esa sería la última semana en la que asistiría.

Su madre había conseguido que terminara los últimos exámenes del semestre para dejar de ir. En unos meses más se le complicaría y según su madre era mejor que cursará el último semestre vía online. No tenía problema alguno con ello, pero de alguna manera le molestaba que todo aquello se debiese al bebé.

Dejando eso de lado no había visto a YoonGi en toda esa semana, exactamente desde aquella vez, tampoco tenía ganas de verlo o si quiera saber dónde estaba. Pero la madre de este se hizo presente en su casa en varias ocasiones, preguntado por su estado y demás. Pero no habló acerca de YoonGi y él tampoco preguntó. SunHee era muy buena, se podía apreciar su bondad en su carácter y simpatía, aparte de ser amable y una mujer tranquila. Todo lo contrario a su madre la cual solía tener un carácter más fuerte.

Toda esa mañana rindió lo exámenes que debía, no paso desapercibido su estado ante los demás, ya que los comentarios hacia su persona no se hicieron faltar. Lo mejor que pudo hacer ante ellos fue ignorarlos completamente.

Su último examen terminó y se dirigió hacía la cafetería ya que tenía un raro antojo por los budines de limón, pero se llevó una sorpresa al encontrarse a TaeYeon con otra persona. Sabía que no debía sentir nada, su relación había terminado completamente quizás no de la mejor forma pero ya no tenía nada con el que alguna vez fue para él su primer amor.

Pero era inevitable le dolía, le dolía pensar que había lastimado a TaeYeon, él ahora se encontraba de la mano de otra persona. Aunque le doliera deseaba que fuera feliz, no supo que momento pero las lágrimas ya bajaban por sus mejillas y se agradeció que aún no entrara al lugar no quería sentirse mas incómodo en aquel lugar. Se alejó de aquella cafetería sin darse cuenta que él lo miraba.

Ese sector del colegio siempre estaba vacío pocas veces se podía ver gente, por ello era uno de sus lugares favoritos. Siempre subía allí con la intención de desahogarse y poder llorar o gritar de frustración con la seguridad de que desde allí nadie lo escucharía o vería.

La cuidad se podía apreciar perfectamente desde allí, el día estaba nublado y eso por alguna razón le causaba algo raro, ¿Todo parecía estar triste o era solo porque él lo estaba? No lo sabía, de lo único que tenía seguridad era de que en esos momentos su corazón era el que más dolía, estaba en una situación complicada tenía ciertos problemas pero eso no se comparaba con lo que vendría después. Sí con las cosas que le sucedían ahora estaba en un estando tan deplorable no se imaginaba que iba a ser el más adelante.

En aquel balcón de casi el último piso de aquella institución, lloró, lloró todo lo que no pudo llorar cuando el mismo se lo prohibió. Pero no sabía si era por su estado o su corazón, quizás su cabeza llenándose de ideas que le hacían daño, no lo sabía. Solo sentía una especie de dolor, tristeza, cansancio, frustración y miedo, mucho miedo. Todo aquello parecía querer llevarlo al abismo.

Quizás lo que terminó por amagar su día fue ver al que creyó alguna vez el amor de su vida, tomado de la mano de otra persona. Si bien ya no era lo mismo en su relación con él, le dolía. Aún recordaba aquellas palabras, le dolía que la persona a cual le dió todo y se entregó por primera vez creyera aquellas cosas.

¿Qué había pasado con él para que lo llevará a aquella habitación? El alcohol definitivamente era algo que así como podía hacerte olvidar en unos cuantos vasos podía cambiar tu vida sin que lo sepas.