Welcome To Hogwarts

Un mortífago impostor

Yoongi salió con un nudo en el estómago, o mejor dicho en el corazón, eso era lo que en realidad sentía un vuelco en el corazón, ¡No podía ser Jimin!, ¿O porque el? Había pasado años de su vida junto a su padre y al ministerio cuando se dieron cuenta de la profecía, buscando por años a su alma gemela y tenía que se justamente ÉL no le molestaba que fuera un chico le molestaba que fuera la persona que el más odiaba.

Camino furioso por los pasillos de la escuela rumbo al gran comedor ya era hora de la cena, debía calmarse sino quería traer sospechas, esa noche debía enviar una carta a su padre para avisarle lo sucedió, pero... ¿Era lo correcto? Jimin le había dicho que no diera aviso a nadie porque podía ser peligroso, pero nunca le a importado lo que ese rubio le diga, aunque también pensó en sus razones su madre y su hermano.

¿Y si avisaba y había algún traidor en el ministerio? Y si YeonHuk se enteraba y le hacía algo a la madre de los hermanos Park, no podría con que una imprudencia suya terminara lastimando alguien inocente, estaba contra la espada y la pared, no sabía que hacer, confiar en él o en Park Jimin.

[ . . . ]

Jimin se quedó solo de rodillas en el frio piso, sentía miedo, desesperación, tristeza e impotencia, comenzó a llorar no aguantaba más.

¿Porque diablos eres tan débil eh? Que acaso no estás conciente de lo importante que eres para esta misión, ¡Deberías estar honrado!

— ¡CÁLLATE!—gritó furioso para si mismo—¡DÉJAME SOLO POR UNA MALDITA VEZ!

Enfrente de el apareció un espejo en dónde se vio reflejado el de rodillas con el cabello despeinado, lágrimas por su cara y las mejillas rojas, y detrás de el una persona igual a él pero con una sonrisa maliciosa viéndolo fijamente.

Eso es imposible tonto.

Dijo la voz acercándose más al oído de Jimin, viéndose los dos fijamente enfrente del espejo.

Porque soy tú...

Jimin se sentía horrible.

Soltó un fuerte grito, sintiendo una horrible opresión en el pecho, mientras golpeaba su cabeza por la frustración.

[ . . . ]

Yoongi detuvo su paso casi llegando al comedor, sintió una horrible opresión en el pecho, y no era como la que sintió hace un momento, está era diferente, sentía dolor, no, no era su dolor. Era el dolor de Jimin, ese encuentro ahora ya los había entrelazado, esa era la primera parte de la profecía, por su cabeza cruzo una idea que jamás pensó que haría confiaría en Park Jimin.

Entro al gran comedor y se sentó solo esperando a que llegaran sus compañeros de casa, vio a Taehyung y Hoseok y los saludo sonriente, de reojo vio el saludo de mano que le mandaba Jungkook y que lo regreso con amabilidad, del otro lado de la mesa Namjoon y Seokjin le tocaron el hombro saludando lo, y atrás de ellos vio al pequeño TaeMin y le dió una pequeña sonrisa de lado, que el menor regreso tiernamente, finalmente llegaron todos sus amigos y se sentaron junto con el, mientras el banquete aparecía enfrente de ellos.

Deliciosos platillos que nadie dudo en empezar a tomar, de todas las comidas, la cena era una de sus favoritas ya que había manjares deliciosos, aunque en ese momento no sentía demasiado apetito, solo tomo un poco de pure de patatas y algo de carne y fue toda su cena.