Welcome To Hogwarts

Prólogo.

Después de la Segunda Guerra Mágica, la cual trajo la victoria al mundo mágico igual que incontables pérdidas de vidas de grandes magos y brujas; después de esta muchas cosas cambiaron en la comunidad mágica aquellas por las cuales muchos lucharon, ejemplos de esto fueron: el cambio de ministro, la reformación de los guardias de Azkaban y lo más sorprendente la degradación del estatus de la sangre.

Esto fue algo impactante ya que por ese maldito deseo de "sangre pura" se originó la Segunda Guerra, la mayoría de los mortifagos fueron cazados y encarcelados solo pocos pudieron escapar de la justicia, gracias a sus enormes cantidades de dinero, algo que repugnaba a Min KwonJi, un gran auror él cual no pudo capturar a los Kim y sobre todo a los Park. 

Eran las siete de la mañana y un pequeño niño de cabellera negra, ojos rasgados, delgado y de piel pálida, se encontraba sentado enfrente de la puerta de su hogar, esperando a que esa carta atravesar la rendija de abajo de la puerta.

— ¿¡Por qué se tarda tanto!?—se quejo en voz alta, parándose de un salto por él disgusto.

Se sentó nuevamente en el suelo, sobre el tapete color rojizo con la palabra "Bienvenido a casa" en forma de indio, bufo e hizo un puchero, sacando su labio inferior. Estaba tan concentrado en la rendija que no se dio cuenta cuando su padre llegó y se recargo en el marco de la puerta que dirigía a la sala, observando lo con una sonrisa divertida.

— ¿Esperando YoonGi?—preguntó KwonJi a su pequeño hijo azabache.

— ¡Appa!—chilló agudamente, su padre lo había pillado esperando su carta—¿Desde hace cuánto estás allí?

— ¿Desde hace cuanto? Mm... —pensó un momento—creo que lo suficiente para darme cuenta que estas esperando tu carta de Hogwarts, ¿O me equivoco?

— No... Es que, ¿Qué pasa si no llega?, ¿Y si no me llega mi carta?—comenzó a tartamudear— ¡N-o p-podré ir a-al c-colegio, y eso sig-ni-nifica que n-unca s-sere un gran mago c-como tú!—sollozo.

— Eso no será así YoonGi—el señor Min se inclina enfrente de su hijo, limpiando una lágrima escurridiza—no tienes que preocuparte tu carta llegara, eres un Min, y seras un gran mago uno mucho mejor que yo y te convertirás en lo que tu quieras ser—toca con su dedo índice el corazón de YoonGi—ya verás campeón.

— Si Appa—respondió sorbiendo su pequeña naricita.

— Ven aquí mi gran mago—KwonJi abrió los brazos ancha mente para envolver a su hijo en un gran abrazo y cargarlo, dejando que él pequeño recarga se su cabeza en su cuello, y se sintiera protegido por su padre. YoonGi podría parecer muy maduro para su edad ser como un pequeño adulto, pero no era uno, era un niño, su pequeño niño y lo cuidaría cuanto pudiera.

Con su hijo en brazos caminó hasta la cocina donde se encontró con su esposa, cocinando al estilo muggle ella le preguntó qué le pasaba a su hijo ya que no era normal ver a YoonGi en ese estado, cuando su esposo le contó lo sucedido, tomó a su bebé en brazos —porque si, para ella YoonGi siempre será su pequeño bebé, aunque cumpla la mayoría de edad y fuera un mago independiente— le dio palabras de ánimo y le llenó de besos su carita, que estaba algo roja por el llanto, y con un movimiento de varita agrandó el churro que le había puesto para que él pequeño desayunar a para animarlo. Después de que él menor de los Min se calamar a y pudiera desayunar a gusto, tuvieron una mañana normal, terminaron y recogieron la mesa al estilo muggle.

Si sus padres tenían razón su carta llegaría, salió de la cocina mientras ellos estaban haciendo un crucigrama y riendo por las ocurrencias de su padre. Miro por el pasillo que dirigía a la puerta y como dicen por ahí él que busca encuentra la mentada carta por la que tanto esperó estaba ahí.

La tomo en manos eufórico, corrió hacia sus padres lleno de alegría, estos al verlo entrar con la carta lo abrazaron y le dieron palabras de aliento y felicitaciones, estaban más que orgullosos de su pequeño hijo, él sería un gran mago de eso estaban seguros.

Park YeonHuk un ex-mortifago uno que fue de lo mas leales a Voldemort, que pudo escapar gracias a sus contactos y gran fortuna, la familia Park igual a la familia Min tenían un pequeño hijo de once años que iría a Hogwarts ese año, un niño de mejillas regordetas, ojos filosos y cabello rubio cenizo.

— A-amo—hablaba tartamudeando él elfo doméstico de la familia Park interrumpiendo el desayuno.

YeonHuk puso cara de fastidio al escuchar hablar a la pequeña criatura mágica, siendo observado por su esposa y sus dos hijos Jimin y TaeMin.

— ¿¡QUÉ ES LO QUE QUIERES MALDITA ANIMAL!?—gritó al elfo doméstico.

— Perdone mi amo—hablo cohibida—pero ya a llegado la carta de Hogwarts del joven Jimin—hizo una reverencia entregado la carta.

El señor Park estaba tomando su taza de té con él ceño fruncido, cuando escuchó lo que dijo la elfina alejo la taza y de un manotazo le quitó la carta.

— Desaparece de aquí ahora mismo, si no quieres terminar muerta, ¡Ahora largo!—le gritó, la elfina chasqueo los dedos e inmediatamente desapareció del comedor de la familia. El señor Park analizó la carta y sonrió arrogantemente—creo que esto es para ti Jimin—le tendió la carta.

Él joven Jimin, tomó la carta tendida por su parte, cuando esta se la paso levitando y la abrió sonriente, la cual fue desaparición con él comentario de su padre.

— Slytherin debe ser tu casa Jimin, ¿No querrás dejar de ser un Park, verdad?

— No padre—murmuró entre dientes—sere el mas grande mago que la casa haya tenido, después de nuestro señor tenebroso.

La familia Min, una noble familia de sangre pura muy apreciada en la comunidad mágica, respetuosos a la ley y los muggles así como sus hijos.

La familia Park, una noble familia de sangre pura muy temida en la comunidad mágica, creyente todavía a la pureza de la sangre y odio a los muggles y los sangre sucia.

Ah~ sus pobres hijos, ya están más que entrelazados sus caminos, ¿Saben? Existe algo llamado almas gemelas y esto se representa en tu Patronus, y no es por nada pero ellos dos creo que tendrán que pelear mucho para conseguir ese amor que muy en el fondo, en un futuro no muy lejano tendrán.