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"Porque cada vez que lo intentan se unen al muro", las palabras de Alma me dejaron tan helado que cuando salí de mi estupor no noté cuando ella se había marchado.
Al ver en mi reloj que ya son las tres de la tarde y las personas ya deben estar trabajando me voy a conseguir algún lugar donde comer. Luego de caminar unos diez minutos encuentro un pintoresco café-bar. Al entrar me doy cuenta que parece como de los años 1900, con hermosas pinturas y fotos antiguas. Me siento en una de las mesas y le pido a un camarero la especialidad de la casa, arroz frito con jamón ahumado. Mientras espero me pongo a ver el lugar y las fotos que tienen, estaba tranquilo hasta que la vi. Al pararme para acercarme y ver mejor por accidente choco a alguien y al intentar ayudarle y pedirle disculpas se fue corriendo, me dio extrañeza ese gesto pero no le di mucha importancia y continúe mi camino. Al llegar observó la foto que me causo miedo y confusión, pero, es imposible, y derrepente veo todo negro.
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Cuando por fin me despierto no soy consciente de cuando tiempo estuve desmayado, pero me sorprende estar en mi departamento, sabiendo que estuve en el cafe-bar de Birguana y antes de desmayarme lo que me extraño es que vi la foto, reconocí a Alma frente al antiguo pueblo de Sanbeck, y vi que en la esquina se leía 13 de diciembre de 1919, pero al no poder aceptarlo por el miedo me desmaye, cosa que no me sorprende ya que cuando el miedo se apodera de ml caígo en un estado inconciente sin importar cuanto me resista.
Aunque este confundido, honestamente estoy seguro del todo de que si fui al pueblo ayer.
Veo mi reloj y ya son las 9 de la noche, entonces me preparo la cena, y mientras estoy cortando las verduras escucho débiles ruidos en mi despacho, y entonces como siempre pasa, la curiosidad me gana y decido investigar, al abrir la puerta, los débiles ruidos se convierten en fuertes gritos agudos y al observar dentro me sorprende que todo este oscuro a excepción de la poca luz que se filtra por debajo de la puerta. Se que debería detenerme ya que es imposible que algún humano pueda entrar pero, debo saber, debo tener respuestas, el miedo no puede apoderarse de mi. Al poner tan sólo un pie dentro la puerta se vuelve y bloquea de golpe. El miedo se apodera de mi, rebusco en mis bolsillos hasta dar con la pequeña llave de metal, fría como la nieve y la meto en la cerradura, antes de girar la llave y agarrar el pomo le doy más a atención a los fuertes gritos ,que ahora hacen que salgan pequeñas gotas de sangre de mis odios, y son producidos dentro de el baño. Sin esperar más, entró y lo que me encuentro, es en simples palabras, algo asqueroso y terrorífico. Una chica de unos 18 años está acostada en mi tina bañada de sangre y con los restos de sus propias vísceras esparcidos por todo el baño ya que tiene el torso entero abierto, sin dudas grito lo más fuerte que puedo y vomito en el inodoro. Al volver la vista la chica ya no está, y el baño esta casi completamente limpio, sólo queda escrito en la tina con una víscera "¿la curiosidad mató al gato?".

SEBASTIÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora