Mi niñero~ [vkook/taekook]

~SEIS~

Jungkook soltó un suspiro pesado esas sensaciones lo estaban comenzando a frustrar, se sentía extraño y todo comenzó desde que Taehyung llegó a su hogar, pero... ¿Por qué?

-¿M-me gusta T-taehyung?- Dijo el menor en un murmuro sentándose en la cama mirando el suelo confundido, ¿Es en serio?, ¿Es por eso que se pone nervioso con la presencia del castaño?, ¿Por eso siente que su corazón va a salir de su pecho cuando Taehyung lo mira?

Miles de preguntas daban vueltas en su cabeza haciendo que ésta le comenzará a molestar, se levantó de la cama tratando de deshacerse de esos pensamientos dirigiéndose al baño para tomar una pequeña ducha y tratar de tranquilizarse.

Minutos más tarde salió del baño con una toalla enredada en su pequeña cintura, caminó hacía su habitación y al entrar a ésta rápidamente se colocó una remera que le llegaba a los muslos dejando ver sus clavículas junto a una pantalonera negra, secó su cabello y se sentó en su cama mientras miles de preguntas lo atormentaban de nuevo.

-¡Jungkook!- Escuchó decir al castaño sacándolo de sus pensamientos, se levantó de su cama con pereza para dirigirse a pasos lentos a la cocina, al llegar a ésta no miró al castaño en lo absoluto sólo se sentó en una de las sillas con la mirada clavada en sus manos las cuales estaban en su regazo, segundos después observó como un plato era puesto frente a él junto a unos cubiertos y un vaso lleno de una sustancia líquida naranja, el azabache tomó los cubiertos comenzando a llevar pequeñas porciones de la comida que se encontraba en el plato a su pequeña boquita mirando fijamente el plato, no quería ver al mayor, no quería sentir de nuevo esas sensaciones, el castaño por otro lado sirvió comida en otro plato sentándose frente al menor para comenzar a comer, el silencio reinaba entre ambos, era un silencio realmente incómodo.

-Kookie, ¿Te sucede algo?- Dijo Taehyung mirando al azabache frente a él con preocupación ya que en todo el tiempo que habían estado ahí sentados el azabache no le había mirado ni le había dirigido la palabra, el menor por primera vez en ese momento se llenó de valor para alzar la mirada la cual se encontró con la del mayor, el azabache tragó saliva nerviosamente.

-Estoy bien, no me sucede nada- Dijo el azabache para luego volver a mirar su plato mientras capturaba entre sus blancos dientes de conejito su labio inferior, la mirada de Taehyung era bastante penetrante y hacía que el menor se sintiera intimidado.

El castaño pudo notar el nerviosismo del menor a lo que estiró la comisura de sus labios formando una sonrisa ladina.

-¿Estás seguro?, Pareces tenso, Jungkookie- Dijo el castaño mientras hacía su plato a un lado para así ponerle toda la atención del mundo al azabache, pudo notar como la remera que llevaba el menor dejaba ver parte de su cuello lechoso.

_¿Se sentirá bien hacer marcas ahí?_

Pensó el mayor mientras seguía mirando la zona, el azabache alzó la mirada por segunda vez encontrándose con los lindos ojos del castaño.

-Estoy bien, Taehyung- El menor se levantó tomando el plato, cubiertos y el vaso para llevarlos al fregadero para luego dirigirse a las escaleras pero el mayor le impidió subir tomándolo del brazo haciendo que lo mirará.

-¿Quieres ver una película?, Estoy aburrido, kookie- Dijo el mayor haciendo un pequeño pero adorable puchero haciendo que el azabache sonriera nerviosamente a causa de lo tierno que se veía el mayor.

El menor se deshizo del agarre del mayor lentamente mientras asentía repetidas veces.

-Está bien, tú ve a buscar la película yo prepararé palomitas- Dijo Jungkook regalandole una de sus tiernas sonrisas de conejito al mayor haciendo que esté se quedará atontando con la bella sonrisa de su Kookie, el azabache se dirigió nuevamente a la cocina, tomó una bolsita de palomitas y la colocó en el horno de microondas para que los pequeños granos de maíz se convirtieran en las deliciosas palomitas mientras tanto el mayor se encontraba en la sala de start buscando una película de terror sus favoritas, minutos después el azabache entró a la sala dónde se encontraba el mayor sentado en el sofá frente a él televisor con un control en una de sus manos, el menor se acercó tímidamente sentándose en un extremo del sofá dejando así un espacio bastante considerable entre el castaño y él.