prologo

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Sus risa retumbaban por los cuartos blancos que mantenían excluido de la sociedad.

Solo tenía cuatro años y lo único que tenía era sentarme en aquella silla enfrente de una mesa a escuchar la risa de aquella niña.

No sabía quién era o si era real pero me gustaba que estaba junto a mi.

Todos los días era la misma historia, una y otra vez hasta que, un día solo cesaron.

Pase años metido en las paredes de aquel lugar, no sabía qué era o por qué me conocía hay pero de algo si estaba seguro.

Mi nombre es Asiel.

La niña de mis recuerdos, se quedó en mis recursos por el simple hecho de que ella y su felicidad desapareció de un día para el otro.







I.

The golden kingdom and little flowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora