Como destruir a un patán en 10 pasos.

Capitulo 9

Jamás creí que yo, Krysten Ryan, tuviese que hacer cosas que no me gustan, simplemente para llamar la atención de un hombre.

Pero aquí me tienen, con una copia del guion del show de horror de Rocky entre mis manos, leyendo las líneas de Janet Weiss, porque claro que no haría las pruebas para ningún puesto menos importante. Además, fuentes confiables me confirman que Jesse siempre obtiene los papeles principales, y si quiero acercarme a él, lo mejor será hacerlo a lo grande.

Hace cinco días me enteré de las audiciones estando en casa de mi padre, y lo único que ha ocupado mi mente aparte de las tareas, es aprenderme estas estúpidas líneas. Aunque he de admitir que no se me ha hecho tan complicado, ya que he visto tantas veces la película que hicieron de esta obra de teatro, que algunas cosas vienen a mi cabeza casi de forma automática.

Desde hace un buen tiempo me sé las canciones, lo que me facilita mucho las cosas, y había memorizado varios diálogos por lo mismo que Mika y yo hemos visto la película un millón de veces. Es todo un clásico, y es tan extraño y lujurioso que me resultó casi imposible no amarla la primera vez que la vi.

Así que como dije antes, estoy aprendiendo las líneas de Janet, pero además de eso practico mis hace poco descubiertos dotes de actuación.

Adivinen quien me ayuda con esto.

— ¡RAYOS! — Mika grita y yo automáticamente brinco, fingiendo estar asustada.

— ¿Qué pasa mi amor? — digo fingiendo que el guion es el periódico que Janet usa en la escena del auto.

— Estoy muy molesto conmigo, ¿cómo no se me ocurrió checar la llanta antes de salir?

Mika no se esfuerza demasiado al leer las líneas de Brad, simplemente las dice para que así yo pueda practicar con eso. Tengo que admitir que me fastidia un poco, porque me complica la tarea de tomarlo en serio, de hecho, esta es la tercera vez que repasamos estas líneas, ya que las dos veces anteriores acabé riendo.

Cabe destacar que las audiciones son dentro de una hora.

— ¿Y ahora que hacemos? Si estamos en medio de la nada.

— ¿Tú y yo solos en la oscuridad en medio de la nada? Demonios Janet, yo opino que hay que repetir lo de anoche.

¿En serio acaba de decir eso?

Bien, suficiente. Está claro que no se lo está tomando en serio.

Por lo que acaba de decir, pueden deducir que anoche tuvimos una gratificante sesión de sexo, y sí que lo fue. Me sentía algo estresada y Mika aprovechó eso como excusa, y no es que me esté quejando, porque de hecho lo disfruté bastante. Pero el caso es que estamos sentados sobre mi cama, él no usa nada más que su ropa interior y yo llevo puestas mis bragas y una camiseta gigante que le robé a papá hace un par de años. ¿Que por qué se la robé? Es que él casi no la usaba y tiene a Pedro Picapiedra, y yo le tengo un muy sano cariño a esa caricatura.

En fin, molesta le hago mala cara a mi amigo.

— No te lo tomas en serio. — lo digo a modo de berrinche.

Una sonrisa juguetona aparece en sus suaves labios, lo que me hace molestarme más — ¿Y es que se supone que es serio? — escupe cada palabra en mi cara, siendo como agujas lanzadas hacia mi paciencia, que tiene la fragilidad de un globo.

En cualquier otro momento quizá hasta me habría reino con él, pero pónganse en contexto. Se sienten moralmente obligados por sus mejores amigas y otro montón de chicas frágiles emocionalmente, a vengarse de un tipo, y la única forma, hasta ahora descubierta, de acercarte a dicho chico, es que te acepten en una obra de teatro, y las audiciones son en una hora.