Estoy súper emocionada...
¡Mañana es mi cumple!
Por fin cumpliré 15 años, la edad en la que los sueños se cumplen.
Como vivo en un chalet muy grande, he decidido que sería buena idea montar allí la fiesta.
¡He invitado a casi toda la clase!
Además mi hermano mayor, Kevin, se irá de fiesta con sus amigos y mis padres irán a cenar a un restaurante así que tendré la casa para mí sola.
¡Todo va a ser perfecto!
Lo planeé todo junto con mis tres mejores amigas: Jessica, Linda y Sally.
Como la madre de Linda tiene una pastelería hemos encargado allí la tarta y los dulces.
¡Están buenísimos!
En los recreos siempre vamos allí a comprar galletitas de chocolate jijiji.
Ayer por la tarde nos volvimos locas buscando el outfit perfecto para la fiesta: Un vestido rosa clarito con la espalda al aire y unas sandalias con plataforma.
Eso sí, me lo he pagado con mi dinero y ahora estoy a dos velas...
Pero ha merecido la pena, voy a deslumbrar a todos los invitados.
***
Hoy me he despertado a las siete, como siempre.
Iba a levantarme de la cama cuando...
—¡Felicidades!—Dijo Kevin entrando en la habitación con una bandeja con una taza de chocolate caliente y gofres con Nutella (mis favoritos)
Tras él entraron mis padres con unos paquetes envueltos en papel de regalo.
—¡Feliz cumpleaños, Amanda!—Dijeron al unísono.
—¡Muchas gracias a todos!—Dije, y cogí los regalos.
Había tres (supongo que uno de cada uno)
El primero, (el de mamá) era un iphone 8 blanco.
—¡NO! ¡Es demasiado bueno para ser verdad! ¡Llevo queriendo este móvil desde el año pasado! ¡Muchísimas gracias!—Dije, eufórica.
—Me alegro de que te guste.—Dijo mamá.
El siguiente, (el de papá) eran unos pendientes de aro dorados preciosos que no me quitaré en mi vida.
—¡Me encantan! ¡Son preciosos! ¡Gracias papá!—Dije quitándome las perlas que llevaba puestas y poniéndome estos en su lugar.
Y por último el de Kevin...
¡Una cámara de fotos de último modelo!
¡Increíble!
—HALA. Estoy flipando ¡Muchas gracias!—Dije.
—De nada. Venga, que te hago una foto para que la estrenes—Dijo—A ver... 3, 2 1...
—¡AAAAAAAAAAH!—Un chorro de agua salió disparado del objetivo de la cámara y me caló entera.
Ya decía yo que Kevin nunca iba a regalarme algo así...
—Joder tío ¿Qué te pasa?—Dije, un poco molesta.
Pero al final acabé estallando en una enorme carcajada.
Total, que le quité la cámara y me puse a perseguirlo por toda la casa.
Al final acabó más mojado que yo.
Cuando mamá nos amenazó con castigarnos una semana sin salir y sin móvil paramos.
—En realidad, mi regalo es haberme levantado media hora antes para preparar los gofres y el chocolate.—Dijo Kevin.
—Pues... Gracias.—Dije.
Me puse a configurar mi nuevo móvil mientras desayunaba y luego me puse el uniforme del insti, me recogí el pelo en una coleta bien alta (para que se me vieran mis nuevos pendientes), agarré la mochila y me fui al instituto.
En clase todo el mundo me ha felicitado.
Bueno... Todo el mundo no.
Todos menos Anna, Maddie y Carol, claro.
Las líderes del grupito de las pijas.
Ellas estaban en la otra punta de la clase hablando de sus bobadas y yo estaba con mis amigas hablando de nuestras movidas.
Les conté la broma de Kevin y se partieron de risa.
—¡Tu hermano es la bomba!—Dijo Jessica.
—Pufff... Tú no sabes lo que es vivir con él.—Dije, aún riendo.
—¿Son nuevos?—.Oí una voz detrás de mí.
Me giré, era el trío de las pijas.
¿Qué hacían ellas ahí?
—Sí, me les han regalado por mi cumple.—Dije.
—Ah, felicidades.—Dijo Anna.
—Felicidades.—Dijo Maddie.
—Felicidades.—Dijo Carol.
—Gracias.—Dije, con una sonrisa más bien falsa.
—El mío será dentro de una semana, estoy deseaaaaando que llegue.—Dijo Anna.
—Anda, qué bien.—Dije.
—Ah, sí, tomad, estáis invitadas a la fiesta. El lugar, la fecha y todo eso viene dentro de la invitación, no os preocupéis—Dijo Anna, y nos repartió unos sobres rosas súper cursis con un lazo blanco—¡Espero veros allí!—Dijo, y se fue a seguir repartiendo las invitaciones a toda la clase dejando un rastro de perfume de vainilla tras ella.
—Vale, ¿Qué acaba de pasar? Que alguien me lo explique por favor.—Dijo Sally.
—Ehh... Lo mismo digo.—Dijo Linda.
—No tengo ni idea, ¡Pero es genial! Me han contado que siempre lo celebra en una casa enoooorme al lado de la playa, creo que es de sus tíos o algo así.—Dijo Jessica.
—Pues yo no me fío un pelo. Algo estarán tramando...-Dije, abriendo el sobre.—¡Oh, no!
Mis amigas me miraron sorprendidas.
—¡La fiesta es hoy a las 18:30! ¡Igual que la mía! ¡Y va a ir todo el mundo! Vaya mierda de cumpleaños... Nadie irá al mío.—Dije.
—¿Cómo que nadie?—Dijo Sally.
—Nosotras SÍ iremos.—Dijo Linda.
—Y nos encargaremos de que sea inolvidable.—Dijo Jessica.
—Gracias chicas ¡Sois las mejores!.—Dije, y nos dimos un abrazo.
—A ver chicos, sentaros en vuestros sitios que la clase va a empezar.—Dijo el señor Miller, el profe de biología (y el tutor)
Me senté en mi sitio, al lado de Emily.
—Antes de nada, quiero comentaros que el lunes vendrá un compañero nuevo y quiero que hagáis que se sienta a gusto en el instituto.—Dijo el señor Miller.
—¿Y por qué viene una semana más tarde que los demás?—Preguntó alguien.
—Ah, ni idea. Preguntádselo vosotros mismos—Dijo el señor Miller—Bueno, vamos a empezar con el nuevo tema...