¡Hoy es el gran día!
En clase todo el mundo estaba hablando sobre la fiesta de esta tarde y parecían muy emocionados de que les haya invitado.
Las del grupo de las pijas estaban en la otra punta de la clase mirándonos mal.
Se notaba que estaban muertas de envidia.
—¡Eh, Amanda! ¡Gracias por invitarme!.— Me dijo alguien.
—De nada.— Contesté.
Por fin llegó mr.Joe, el profe de música y todos nos sentamos.
—Bueno, lo que vamos a hacer hoy va a ser poneros en grupos de 4 y elegir una canción.
Luego la cantaréis delante de todos y os calificaré.— Dijo mr.Joe.
Mis amigas y yo nos miramos: No teníamos ni idea de canto.
Al final elegimos una canción de moda bastante fácil, ya nos sabíamos la letra y la melodía.
Nos dejaron un rato para ensayarla y la verdad es que no lo hacemos mal del todo.
—Venga chicos, se acabó el tiempo de ensayo. ¿Quién quiere empezar?
Lógicamente, nadie levantó la mano.
—¿Nadie? Bueno, entonces tendré que elegir yo— Dijo mr.Joe — El grupo de Amanda, Sally, Linda y Jessica, salid a la pizarra.
No nos quedó más remedio que levantarnos y salir a la pizarra.
Mr.Joe puso el karaoke (menos mal, porque no quería cantar acapella) y empezamos a cantar.
Creo que fuimos el hazmerreír de todos.
Pero no importa porque a saber cómo lo hacen los demás.
—Emm... No está mal, tenéis un 6.— Dijo mr.Joe.
Bueno, no es mucho pero teniendo en cuenta que no cantamos muy bien...
—Vale, ahora el grupo de Anna, Maddie, Carol y Justin.
Salieron a la pizarra y la verdad es que Anna, Maddie y Carol cantaron fatal (incluso peor que nosotras) pero Justin lo hizo genial.
Parecía que estaba dando un concierto sobre un escenario, tiene mucho talento.
Cuando acabaron todos nos quedamos boquiabiertos.
—Muy bien chicos, hay una gran diferencia entre vosotras y Justin, así que me temo que tendré que poneros notas distintas. Anna, Maddie y Carol tenéis un 5, esforzaros más la próxima vez. Justin, tienes un 10. Enhorabuena.
—¡Justin, Justin, Justin, Justin...!— Empezamos a gritar.
—Ya basta, chicos.— Dijo mr.Joe.
Después de la clase de música se me ocurrió una idea para la fiesta.
Ya que Justin canta tan bien, podría pedirle que diera un pequeño concierto en mi fiesta.
Así que me dirigí a donde él estaba, rodeado de chicas (como no) y reuní el valor suficiente para hablar a la súper estrella.
—Emm... Justin ¿Podrías venir un momento? Tengo que preguntarte algo.— Dije.
Antes de que Justin pudiera abrir la boca, Anna se plantó delante mío y me dijo:
—Pues mira, no, no puede porque está muy ocupado hablando con sus fans, ponte a la cola y deja de interrumpir, maleducada.
—Ah, pues muy bien — Dije— Justin, hablamos luego.
De ninguna manera iba hacer cola sólo para hablar con él ¿Qué clase de persona haría eso? Yo no soy tan obsesiva como ellas.
