35. Awake

31 0 0
                                    

Nos quedamos varios minutos sin hablar, mirándonos a los ojos. A pesar de que Rebecca me había hablado justo antes de abrir los ojos, se veía muy desorientada y confundida. Me quedé ahí, sosteniendo la mano que no estaba cubierta por el yeso y las vendas, producto de su fractura, sin apartar mi mirada de la suya. 

Pasado un rato, me atreví a hablarle otra vez: - ¿Recuerdas el accidente, cierto?. En cuanto dejé ir esas palabras, y vi cómo mi novia abría sus ojos enormes y asustados, quise darme con la cabeza contra la pared, ¿Por qué mierda no podía ser más delicado? Ella acababa de despertar de un coma de más de una semana y el mundo -nuestro mundo- había cambiado por completo y ella ni siquiera estaba ciento por ciento consciente y preparada para enfrentarlo. Tenía que ser más suave con ella.

- Cre...creo...es mejor que vaya por el médico -balbuceé nervioso. Cuando quise soltar su mano para ir a buscar a una enfermera, K apretó un poquito más mi mano, a la vez que negaba con un movimiento de cabeza apenas perceptible. 

- Agua -dijo simplemente con una voz ronca, producto de no haber hablado en días- por...por favor. 

No sabía si podía darle agua. Por un lado había visto en varias películas que cuando los enfermos pedían agua, sólo les mojaban los labios con gasa empapada o les daban un cubito de hielo. Por otra parte, no estaba seguro de si podía levantarla para que bebiera y también estaba ese delgado tubo de oxígeno en su nariz. - Amor, deja que vaya por alguien ¿si?. - Le pedí. 

Iba a levantarme otra vez, cuando recordé el famoso botón para llamar al personal del hospital. Lo busqué junto a la cama y le guiñé un ojo antes de oprimirlo. Unos momentos después, llegó un enfermero joven que al ver a mi novia con los ojos abiertos, no pudo evitar sonreír. - Iré por el médico enseguida -nos dijo antes de salir casi corriendo de la habitación. Volví a mirar a K, quien tenía una expresión frustrada. - Agua, please -volvió a repetir-.

- Ya viene preciosa, ten un poco de paciencia.- la tranquilicé- el médico nos dirá si puedo invitarte un trago, ok?

- Entretanto, busqué mi teléfono en el bolsillo y envié un mensaje a Tae. "Despertó", fue lo único que teclee antes de guardarlo. Supuse que en ese momento estaba con Tomás y los padres de K y que él les avisaría. Miré nuevamente a K, quien otra vez se veía confundida.

- Rebecca -empecé luego de un largo suspiro- hace unos días, tuvimos un accidente en la autopista. Fue un poco grave, y has pasado algún tiempo dormida. Tu familia está aquí y te ha cuidado y acompañado. Yo estaba en otro hospital y no he podido venir hasta ahora. En realidad -confesé- Bang PD me pidió que no viniera, ya que era más seguro para ti si nadie sabía que tu eras quien venía en el auto conmigo ese día. Pero no le hice caso. Verás -dije apretando su mano- me cansé de ocultarme. Ayer le pedí a Nam que leyera en vivo una carta donde les cuento todo a ARMY: Qué estoy enamorado, que no puedo esconderlo más y que estoy dispuesto a hacer lo que haga falta para garantizar tu seguridad. 

Sentí cómo mis ojos picaban y cómo me temblaba la voz, pero seguí hablando. - Lo lamento tanto mi amor. Nunca debí exponerte de ese modo, en el momento mismo que supe que te amaba, debí pedir protección extra para ti. No debí ponerte en riesgo de esta manera, si tu...-las lágrimas caían por mis mejillas- si tu...Dios, me habría vuelto loco. Ya me volví un poco loco durante estos días en que no despertabas. Yo...Rebecca, por favor, perdóname.

Empecé a sollozar como un niño pequeño. K tenía el ceño fruncido mientras hablaba, pero enseguida, relajó su expresión, mostrándome una sonrisa cariñosa. Movía su dedos despacio, acariciando mi mano. - Te amo -dijo con dificultad, en español- Saranghae...right? 

Justo en ese momento, entró el médico, acompañado del enfermero de un rato antes. Tras él, venían los padres de K y Tomás que se notaban nerviosos y agitados. 

NevermindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora