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The Sequel 🌸 Capítulo 2

Chenle y Jisung caminaban de aquí para allá acomodando y limpiando el apartamento para la llegada de sus dos amigos. Luego de que los chicos hablasen en sus respectivos lugares de trabajo, tuvieron permiso de tener la semana libre para así estar con sus amigos.
Jaemin los había llamado tres días antes para avisarles que llegarían ese día en específico, por lo tanto los dos menores corrían de manera atorada por todo el apartamento para tener todo listo antes de que saliesen al aeropuerto.

-¡Ah!-Chillo Chenle con su teléfono en la mano.

-¡¿Qué?!-Jisung corrió hacia el y lo miró.

-Jaemin y Jeno aterrizarán en veinte minutos.

-¡Ah!-Jisung chilló esta vez.

Y así fue como cada quien, a tropezones, seguía limpiando y ordenando con apuro lo que restaba en el apartamento.

Quince minutos después, Jisung y Chenle jadeaban por haber corrido al aeropuerto -literalmente, el hogar del chino estaba algo cerca del lugar-, y cuando llegaron esperaban ansiosamente a sus amigos; tanto tiempo sin verlos hacía que sus corazones palpitasen extremamente rápido ante el simple hecho de saber que lo volverían a hacer.

-¡Chicos!-Un grito emocionado sonó a lo lejos, haciendo voltear a los dos menores.

La situación pasó en cámara lenta para los cuatro muchachos; corazones palpitando rápidamente, sonrisas gigantes, ojos húmedos y pasos apresurados, recuerdos revoloteando, lágrimas resbalando, "los extrañé" siendo pronunciados, llantos de alegría, abrazos fuertes, sentimientos floreciendo y amor y cariño saliendo a flor de piel.

-Están tan grandes~.-Jaemin lloraba mientras abrazaba a sus dos menores amigos, notando la evidente pubertad y el gran apuesto que ambos habían formado.

-Los extrañé tanto.-Jeno, quien siempre había poseído un semblante serio y una faceta relativamente insensible, lloraba de igual forma al abrazar a sus amigos.

-También nosotros.-Jisung, al ser el menor, sentía las emociones con más fuerza, por lo tanto, lloraba como el niño pequeño que siempre fue con y enfrente de sus amigos mientras que Chenle, luego de pronunciar lo anterior, tomaba la mano del menor y besaba el dorso de esta para tranquilizarlo a pesar de estar hecho un desastre de lágrimas de igual forma.

-¿Ustedes ya están-

-Si~ -Sonrisas hermosas fueron dedicadas entre ellos dos, demostrándose con ellas lo mucho que habían esperado y el fruto que la espera les había otorgado-. ¿Y ustedes?

-Por fin estamos juntos de nuevo.-Jeno pasó el brazo por la cadera de Jaemin y le besó la cien con afecto y ternura.

-¡Bueno!-Jisung secó sus ojos y mejillas para luego sonreír alegremente-, vayamos a casa para que se instalen y descansemos un poco.

Y así fue, dicho y hecho.
Los cuatro muchachos fueron a casa del chino y los recién llegados se instalaron en la habitación de huéspedes, notando inmediatamente que Jisung dormía con Chenle desde que se quedó en su casa. Miradas pillas se dirigieron a los dos menores y sus mejillas se encendieron fuertemente en tonos rosas.

-Yah~, ya somos grandes.-Dijo Jisung con un tierno puchero en sus labios, cosa que lo hacía ver como el pequeño de quince años de la escuela.

-Claro, claro-Jeno elevó las manos en señal de rendición y rió luego.

-En fin-El dueño de la casa se apresuró a hablar-, ¿quieren que pida una pizza o algo? Deben tener hambre.

-Estaría bien.

La noche llegó más rápido de lo que habían esperado y los cuatro se encontraban rodeados de cajas de pizza y latas de gaseosa, cada pareja de un lado de la mesa mientras reían al contarse lo que por años habían estado haciendo por separado.

Estar allí juntos como habían anhelado durante tanto tiempo era de lo más hermoso, reconfortante y tranquilo; se habían extrañado infinitamente, habían llorado como niños y habían atravesado un largo camino para poder estar juntos de nuevo.

Las cosas habían cambiado, ellos habían crecido y se habían formado casi en su totalidad, pero el amor seguía siendo el mismo al igual que los recuerdos. Estos fluían como agua clara en sus mentes, se marcaban en ellos como fuego y como si fuese la primera vez que lo vivían, los hacían crecer como árboles y luego se iban con el viento como si fuese un soplido. Pero aún seguían allí, presentes, sabiendo que iban a permanecer en ellos hasta que sus ojos viesen negro. Y allí estaban ellos con los cuatro elementos juntos, riendo al recordar.

-¿Saben algo? Me alegra muchísimo que estemos juntos de nuevo-El menor d grupo habló intentando tragar el nudo en su garganta-. Estuve años pensando en ustedes, en que estaban haciendo, en si estaban bien o no... Incluso llegué a pensar si estaban muertos-Rió-... Pero ahora me doy cuenta de que valió la pena esperar. Ciertamente darle tiempo al tiempo fue tortuoso y doloroso, pero valió la pena.-Un par de lágrimas fueron derramadas y Chenle se encargó de limpiar las con delicadeza, pues todos eran frágiles en aquel momento.

-Necesitamos vernos más seguido~. ¿Sería muy difícil si nos volvemos a mudar a Seúl?-Jaemin alzó su cabeza para ver a Jeno desde el pecho del mismo.

-Si. -Totalmente. -Oh, si.
Habían dicho todos al unísono.

-Rayos.

Y la noche transcurrió en charlas y recuerdos brotando como las hojas en los árboles, solo que más rápido. Ninguno durmió esa noche para poder ponerse al día con el resto, quierendo que el tiempo se detuviese j ellos tuviesen ese momento para toda la eternidad. Lamentablemente, el tiempo transcurrió y la mañana llegó, invitando a los cuatro chicos a dormir a esas horas.

Jisung y Chenle se abrazaron bajo las mantas luego de varios mimos y besos cargados de amor y de añoranza.
Jaemin y Jeno se envolvieron en las sábanas mientras se besaban con calidez y dulzura, llenándose de calor al abrazarse para dormir.

Y allí, en ese momento, con el Sol naciente, ellos supieron que estaban bien.
Mejor que bien.

Cortito ><