Una fuerte tormenta se desató durante la noche, alrededor de las nueve horas. El aire iba a 50 km/hr, llevándose basura, tierra y algunos insectos a la par.
Esa noche, un híbrido de cucaracha había sido engañado por su 'pareja' dando el desafortunado acontecimiento de que se había quedado sin techo, sin hogar. Se encontraba decaído, puesto que se culpaba a sí mismo y a su cuerpo de aquel hiriente encuentro, culpando a su ser de la mala suerte que había agarrado.Durante un tiempo el y su pareja Jeon Jungkook, intentaron tener hijos, pero lastimosamente el joven de piel acanelada jamás logro entrar en estado de gestación. Oh, pobre cucaracha que ni siquiera puede dar datos de fertilidad, si se transformaba asustaba a las personas a pesar de su diminuto tamaño, si no lo miraban con asco e intentaban matarlo. Jungkook era quien lo había salvado de su mísera vida en la calle, pero, ¿Para qué? Simplemente para volverlo a hechar de patitas a la calle, de forma literal, ya que, en el momento en que comenzó la discusión con chico de cabello azabache éste lo intentó golpear desquitando su enojo en la infértil criatura que se encontraba frente a sus ojos.
Nuestro protagonista fue invadido en ese momento por el pánico, transformándose inconscientemente en su lado animal, o insecto en este caso, como acto de defensa, pero después de estar corriendo con sus diminutas patitas de un cuarto al otro, del suelo al techo, y del techo al suelo, entre cajones y rendijas, fue atrapado por el chico azabache con dientes de conejo y con el frasco de sus manos, con el cual logró atrapar, lanzó a la cucaracha afuera del lugar, mirándolo despectivamente y con repugnancia.
La cucaracha trató de sostenerse con sus pegajosas patitas de cualquier superficie que aún estuviese seca para no ser llevado por las corrientes de agua que encontraban su camino entre las grietas de la agravada carretera. Con sus antenitas sintió la presencia a unos metros de donde se encontraba, en dirección al joven que estaba parado en la entrada de la casa.
—Eres un asco, primero, eres un insecto asqueroso que fácilmente puedes encontrar en el bote de basura; y segundo, una criatura infértil que no sirve para nada. Aléjate de mi, y de mi casa, si no, a la próxima que te vea aquí te aplastaré hasta despansurrar cada una de tus patas, asquerosa cucaracha.
El joven azabache, al momento de terminar se dió medía vuelta y entró a la casa arrancando la puerta.
La cucaracha desde su lugar, observó al chico que le ilusionó y protegió, y que ahora lo contrario provocó haciendo estragos su corazón.
Pero el agua la sacó de su ensoñación, una enorme gota cayó sobre la cucaracha haciéndola perder el equilibrio, y la corriente de agua que bañaba las calles de la ciudad la llevó arrastrando hasta otro lugar.
Pasaron horas tratando de llegar a la banqueta en su estado animal, puesto que si se transformaba al aire libre en una persona lo más probable es que terminaría con hipotermia por el agua y la fría ventisca, pues es obvio que los híbridos no se transforman con ropa, y tampoco querría mostrar sus partes privadas a un público en la obscuridad.
Cuando por fin logró llegar a la banqueta, ya habían pasado horas, cerca de la una y media en la madrugada, y se metió en la pequeña rendija de una ventana abierta por un pequeño espacio, iba a buscar un lugar donde refugiarse esperando que no lo vieran.
En cuanto logró entrar a la casa ajena comenzó a caminar con sus seis patitas por la pared, llegando hasta el techo, pero aún tenía frío, así que buscó una habitación más calentita.
Entró al cuarto del —al parecer— dueño de la casa, un chico moreno con bonitas mejillas y cabellos rojizos.
Se colocó en el techo arriba de la cama, se sentía más cálido ahí, pero hubo un pequeño problema, sus patitas seguían mojadas así que no logró sostenerse por más tiempo y cayó encima del adormilado jóven.
Ya siendo las dos de la madrugada, presa del pánico comenzó a caminar sobre la cabeza del chico. Vaya error.
El chico comenzó a removerse en su lugar de un lado a otro, de una forma tan drástica que el híbrido se tuvo que sujetar de las hebras enredadas del muchacho.
El pelirrojo se sentó impulsiva mente sobre el colchón sudado, seguía jadeando y sudando frío, había tenido una pesadilla. Para tratar de calmarse comenzó a pasar sus dedos rascando su cabeza y desenredando sus cabellos, hasta que sintió una sensación extraña sobre ellos. Llevó su mano al frente de su rostro y abrió sus ojos como platos al ver la diminuta criatura que se encontraba parada en sus delgados dedos.
Reaccionó saliendo del trance cuando sintió cosquillas en el dorso de su mano por los pasitos del asqueroso insecto, y presa del pánico comenzó a gritar y a agitar su mano en todas direcciones esperando a que está saliera disparada a cualquier otro lado lejos de él.
La cucaracha seguía sujeta a su mano, tratando de no soltarse para no estrellarse contra la pared o contra el frío piso.
En el momento en que el pelirrojo sometió más fuerza en los movimientos bruscos de su mano, la cucaracha salió disparada sobre él, y el chico volvió a tranquilizar su respiración, la cual no duró mucho, porque cierta criatura había vuelto a caer, pero esta vez en su rostro.
Gritaba y agitaba presa del pánico, y el inocente insecto caminaba sobre sus ojos, pómulos, nariz, frente, buscando una zona estable. Entre tanto y tanto movimiento, la cucaracha terminó posada sobre los labios del asustadizo y pobre chico.
El chico comenzó a sollozar, y sujetó su estómago esperando evitar el vómito que su cuerpo esperaba expulsar por la sensación tan nauseabunda que en ese preciso momento sentía. Cerró sus ojos para no ver la asquerosidad posada en su boca pero los volvió a abrir cuando dejó de sentir la ligera presión en sus bellos rosados, y un peso mayor sobre sus piernas.
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Blatofobia - HopeV (versión extendida)
FanfictionUn híbrido insecto de una cucaracha con mala suerte. Un blatofóbico con vida estable. ¿Qué les deparará a ambos? Historia ganadora de los Shipp's Awards 2020 en la categoría Drama.