capitulo 1

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La gente suele hablar sobre que no hay segunda oportunidades en la vida, cosa que en muchos casos no aplica, puesto que cosas que ya perdiste sin importar la causa, ya no pueden ser recuperadas, pero eso no es algo de mucha importancia para Bonnie. Un chico que a tan corta edad fue abandonado por sus padres, se encontraba solo en las calles sin nadie que cuidase de él, hasta que alguien le dio una segunda oportunidad para vivir…
Era un día lluvioso, la gente caminaba por las calles con su paraguas en mano, preocupándose por problemas propios e ignorando todo a su alrededor, sobre todo a cierto niño peli morado que se encontraba acurrucado en un rinconcito de un viejo callejón. 
Toda la gente pasaba de largo y nadie se detenía para ver si se encontraba bien o no. El chico solo los veía pasar mientras su cuerpo temblaba a causa del frio que sentía el ser mojado constantemente por la lluvia, su cabello estaba largo y maltratado, cubierto por la capucha de su chaqueta desgastada y decolorada como el resto de su ropa, sin duda aquel chico llevaba bastante tiempo viviendo solo en las calles. 
El chico cerraba los ojos en un intento por dormir, le comenzaba a ser algo completamente difícil debido al frio pero unos pasos lo hicieron abrir los ojos de golpe. Los pasos resonaban en el piso, cuando el chico abrió los ojos lo primero que vio fueron un par de botas negras, al levantar la mirada vio a un joven pelirrojo de 18 años con un paraguas negro en mano, mismo que uso para cubrir al chico importándole poco el mojarse, su ropa extrañamente se asemejaba a la de un capitán pirata, incluso tenía el típico sombrero negro con una calavera blanca en medio. 
-¿Estás bien? –Pregunto aquel chico con un tono de voz suave y amable agachándose para ver de más cerca al menor, le extendió la mano para ayudarle a ponerse de pie. 
El peli morado se quedo mirando al chico un tanto confundido y desconfiado, ¿Quién era el y porque lo ayudaba? Era algo que no comprendía. En el tiempo que ha estado en la calle aprendió que la gente jamás lo ayudaría, y si lo hacían, pedirían algo a cambio, pero la mirada de aquel chico parecía sincera.
Después de pensarlo varios minutos, tomo la mano del pelirrojo y se coloco de pie mientras el otro continuaba protegiéndolo de la lluvia con la ayuda del paraguas. Cuando tomo la mano del mayor, sintió una gran calidez, una calidez que nunca antes había sentido y lo hizo esbozar una leve sonrisa, extrañamente sabia que debía confiar en él.
-Dime, ¿Cómo te llamas? –Pregunto el pelirrojo mirando con una ligera sonrisa en el rostro al pequeño. 
-B-Bonnie… -Respondió en un tono de voz sumamente bajo, pero por suerte fue notado por el chico mayor. 
-Es un gusto conocerte Bonnie, yo me llamo Foxy. –La sonrisa de pelirrojo se había ampliado. –Ven, te llevare a mi casa, si te quedas aquí te resfriaras por el frio. 
El mayor aun sosteniendo la mano del chico comenzó a caminar mientras que en la otra mano portaba el paraguas cubriendo a ambos, aunque ya no importaba mucho ya que ambos estaban empapados. 
Bonnie no había puesto traba alguna ante las palabras del pelirrojo, no parecía ser alguien malo, claro, tenía un semblante serio e incluso dominador, pero sus instintos le decían que no le iba a hacer ningún daño, sentía que iba a estar bien a lado de ese chico, pero ¿Por qué? Era un extraño, alguien que nunca en su vida había visto, pero lo estaba ayudando, cosa que nadie había hecho en sus tres años viviendo en la calle, tal vez se estaba dejando llevar al ser la primera persona que lo ayudaba, pero no le tomaba mucha importancia siempre y cuando pudiera refugiarse de la lluvia además de que aquel chico no le parecía malo. 

-Bonnie… Bonnie… ¡Maldita sea despierta! –Exclamo un hombre pelirrojo vestido de pirata mientras movía un bulto en la cama cubierto completamente de pies a cabeza con las sabanas, lo único que sobresalía de entre la tela blanca de las sabanas, eran unas orejas de color morado. 
-5 minutos más por favor… -Comento el chico aun entre sueños girándose para darle la espalda al mayor, colmando con su paciencia. 
-¡Que te despiertes dije! –Tomo las sabanas y las quito de golpe dejando indefenso al chico. 
El peli morado abrió los ojos y miro con el ceño fruncido al mayor al sentir el frio de la mañana al quedar totalmente desprotegido sin las sabanas. 
-¡Foxy ¿Qué demonios te pasa?! –Grito el chico.
-Tenía que levantarte de alguna manera, así que ahora que este despierto, ponte de pie y cámbiate, el desayuno está listo. –La molestia en el rostro del mayor había desaparecido siendo cambiada por una sonrisa despreocupada para después salir de la habitación como si nada hubiera pasado. 
Bonnie a regañadientes se puso de pie estirando sus brazos hacia arriba para relajar un poco su cuerpo. Al ver salir al otro, se dirigió hacia su armario y saco las primeras ropas que vio. Ya tenía 18 años, ya habían pasado 10 años desde que Foxy lo recogió y cuido de él, se sentía bastante agradecido por ello, aunque en más de una ocasión el pelirrojo podía llegar a ser un fuerte dolor de cabeza. 
Una vez que se había cambiado se dirigió al comedor, era más que seguro que Foxy lo estuviera esperando ahí, dio un profundo suspiro mientras bajaba las escaleras de la casa y entraba a la cocina donde también estaba el comedor, ahí estaba Foxy, sentado en una silla leyendo el periódico, en su típico traje de pirata incluso tenía un garfio en su mano, el cual años antes no tenía y fue culpa de Bonnie que ahora lo tuviera.
-¿Y bien? –Pregunto llamando la atención del mayor que cambio su vista del periódico al chico peli morado. 
-¿Qué cosa? –Respondió Foxy con otra pregunta ladeando levemente la cabeza.
-¿Qué hay de desayunar? –Pregunto nuevamente Bonnie intentando tener un poco de paciencia.
-Ah, sí, no lo sé, depende de lo que tu prepares, lo de hace momento solo fue un truco para que te levantaras. –Río con una cínica sonrisa en los labios, eso basto para que la paciencia del peli morado se volviera cero en cuestión de segundos. 
-¡¿Qué!? –Grito el chico un poco exaltado. 
-Lo que escuchaste, solo fue un intento para levantarte, y funciono. Además sabes que no puedo hacer mucho con este garfio y sabemos de quien fue la culpa ¿No? Ahora hazte cargo tu –Dijo el pelirrojo con mucha tranquilidad volviendo su vista al periódico. 
Bonnie bufo molesto intentando calmarse un poco y no empezar a insultar al contrario, casi siempre era lo mismo todas las mañanas, de hecho, todo el día, todos los días, al parecer el mayor disfrutaba molestándolo no se sabía la razón del porque pero aun así lo disfrutaba. 
Una vez que estaba más tranquilo, el peli morado se dispuso a preparar el desayuno, tenía que preparar algo simple y que no se tardara mucho. Así que opto por preparar Hot Cakes, saco todo lo necesario de la alacena y refrigerador e inicio la preparación del desayuno mientras miraba varias veces de reojo al mayor, este no apartaba su vista del periódico.
Cuando termino de preparar el desayuno, lo sirvió en dos platos y los llevo a la mesa, dejando un plato frente a Foxy y colocando el otro a su lado para después sentarse. 
-Ya deja de leer y come –Le dijo un tanto cortante mientras comenzó a comer. 
-Tsk… Actúas como si fueras mi niñero… -Se quejo el pelirrojo tomando un tenedor para cortar un trozo de Hot Cake y llevárselo a la boca. 
El contrario no respondió, simplemente se quedo en silencio mientras continuaba comiendo sin prestarle mucha atención a las palabras del mayor. Estaba hundido en sus propios pensamientos que valía la pena hacer caso de las quejas infantiles de Foxy.
-¿Sabes?... –Después de varios minutos de silencio por fin hablo Bonnie. –Hoy soñé con ese día… -Dijo cabizbajo refiriéndose al día en que Foxy lo salvo de vivir en la calle. 
El pelirrojo lo miro un tanto sorprendido, el otro no solía hablar de aquel tema, de hecho, muy rara vez lo hacía, pareciera que quisiese olvidar esos patéticos días en los que vivió solo, buscando como sobrevivir día a día, llegando al grado de robar. 
-Tal vez parezca que no, pero siempre estoy agradecido porque me hayas ayudado… De no ser por ti… No sé que habría sido de mi… -Hablaba Bonnie con un tono de voz que poco a poco se volvía quebradizo, incluso se podían notar las lagrimas que amenazaban por salir por el rabillo de sus ojos rojizos, esto fue notado por Foxy.
-No veo razón para que te pongas así… Yo decidí ayudarte porque era lo correcto y algo dentro de mí me decía que lo hiciera. –Comento Foxy interrumpiendo al peli morado mientras se levantaba y se acercaba al menor tomándole del mentón para levantar su mirada y poder verlo directamente a los ojos. -No veo necesario que me lo agradezcas, ¿Y sabes por qué? –Ante la pregunta Bonnie negó con la cabeza. –Gracias a ti ya no estoy solo. –Concluyo esbozando una agradable sonrisa haciendo sonreír también al menor con sus palabras.
Bonnie una vez más se quedo en silencio. Respondió a las palabras de Foxy con un fuerte abrazo que Foxy respondió al instante, ambos se habían encariñado demasiado con el otro y eso se podía notar muy claramente.
-Por cierto… -Retomo nuevamente la palabra Foxy aun sin soltar al menor. –Llegaras tarde a tu primer día de universidad… 
Aquello dejo sin habla a Bonnie, era cierto, ese iba a ser su primer día en la universidad y lo había olvidado por completo, y por si fuera poco, Foxy se lo recordó a escasos minutos de su hora de entrada. 
Bonnie se separo de golpe de Foxy mirando la sonrisa burlona que este tenía en los labios, hasta ahora capto lo que había hecho, lo estaba abrazando. Sus mejillas se ruborizaron, desvió su vista para después echándose a correr hacia su habitación para tomar su mochila. 
Así como subió de rápido, bajo, con la mochila colgada en su hombro derecho. Paso de largo por la cocina, no quería ver el rostro de Foxy, no después de lo que había hecho, sabía que Foxy se burlaría de ello y lo menos que quería era eso. Pero antes de poder salir de la casa, escucho la voz del otro detrás de él.
-Espera. –Lo detuvo cuando apenas estaba abriendo la puerta dispuesto a salir corriendo a toda velocidad. –Te deseo mucha suerte. –Dijo sonriente acercándose a él y plantándole un beso en la frente. 
Nuevamente, el sonrojo en las mejillas del peli morado no hizo esperar, de todos los actos que esperaba de Foxy, ese nunca se le había pasado por la mente. Cuando el pelirrojo se separo de él, no sabía cómo reaccionar, se quedo estático y sin poder decir nada, su corazón latía fuertemente y por cada segundo que se quedaba mirando al contrario, su sonrojo aumentaba más. 
-¡Y-Ya me voy! –Exclamo dándose la vuelta rápidamente para después correr fuera de la casa. 
Foxy se recargo en el marco de la puerta observando al otro irse, una sonrisa se formo en sus labios, la reacción de Bonnie le pareció algo realmente adorable, nunca pensó que aquel chico de carácter intolerable e impaciente llegara a actuar de esa manera.

Es Amor FoxyxBoonie (fnaf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora