Capitulo 1. El encuentro

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Las guerras entre los planetas por la gloria de la expansión estaban en un cúspide, todos deseaban tener reinos inmensos que apenas si se podrían contar, la avaricia había invadido tanto a la monarquía que abundaban las muertes por defender tierras más que las flores de toda la galaxia, los reinos hacían todo lo que estuviera a su alcance para lograr sus objetivos, sea moralmente correcto o no. Les contaré sobre la monarquía Marchelorf, era uno de los reinos mas poderosos de toda Andromeda, gobernado por un rey ambicioso y ruin, tenía una cabellera de color azul oscuro que le llegaba al hombro, una capa que tenía un diamante por cada planeta que su ejército había conquistado, en total tenía 4563218932 diamantes, estampados en una tela de color verde hecha con los cabellos de los esclavos de uno de los planetas que había conquistado, un traje de chaleco morado y camisa manga larga negra, corbatín celeste, pantalón negro azabache y zapatos de tacón plateados, su corona, uno de los objetos mas deseados en toda la galaxia, única en su clase, hecha con un material encontrado solo en una galaxia muy lejana y que era muy escaso, era tan brillante que si la mirabas por mucho tiempo te quedabas ciego, tenía ojos de un tono de verde intenso, sin pupila, tenía una figura ósea muy definida, se podría decir que perfecta, y una sonrisa, oh, una sonrisa que solo se volvía mas horripilante cuando mostraba sus dientes, hileras filosas y amarillentas, tenía cuernos como un venado que lanzaban destellos rojizos capaces de convertir personas en polvo, una cola larga con una daga en la punta, una sola punzada y te convertirías en un esclavo fiel y ciego ante sus ordenes; y su amada esposa, su musa, su reina, su mano derecha, consumida por el deseo de tener el reino más extenso y perfecto, y claro, su esposo la  complacía; ella lucía un vestido rojo, que favorecía su esbelta figura, teñido con la sangre de su propia familia, la cual mató por no dejar que  ella, siendo la más poderosa de sus 9 hermanas y hermanos gobernara el reino, una capa naranja, hecha con la piel de la fauna de su anterior planeta, una tiara con 34 diamantes, ya que esa era la cantidad de ciclos de vida que tenía, y cada nuevo ciclo, era el equivalente a un nuevo diamante, todos de diferentes lugares de la galaxia. Poseía una figura tan sexy que los hombres se quedaban hipnotizados antes de que ella les arrancara los miembros reproductores con sus seis brazos. Una sonrisa macabra, resaltada con un labial morado sobre sus gruesos labios, ojos color carmín y cabello negro ondulado; sin duda, era la pareja perfecta parte a provocar miedo y obediencia ciega a los demás. Poseían miles de esclavos de diferentes planetas, que organizaron para diferentes labores, creo que no solo miles, millones, y cada labor ejercida favorecía su imperio de distinta manera; algunos los utilizaban para las cosechas o crear cosas, otros para convertirlos en guerreros, caballeros, guardianes del reino, escoltas o simplemente sirvientes, tenían tantos seres a su servicio que los comenzaron a utilizar como taburetes del castillo, mesas, sillas, sillones y demás muebles, utilizando sus extremidades superiores como tenedores y cucharas las inferiores, y sus huesos y cráneo huecos, como vasos, tazas o tazones, los reyes se concurrían de júbilo al ver todo lo que había conquistado su imperio, ellos, no son de gran relevancia en la historia, pero tenía que mencionarlos ya que si no fuera por ellos, todo lo demás no habría pasado.
Ahora si, centremos en un planeta, no en un reinado, un planeta que ni siquiera llegó a ser esclavo, el planeta Tituyo, lleno de seres diferentes, un lugar donde se reunían seres de toda la galaxia para encontrar paz y tranquilidad, o eso pensaban, hasta que nació Yupi, engendrada por el mismo planeta, sin un padre o madre físicos, un día simplemente salió del centro del planeta, resplandeciendo en el capullo ya abierto de una flor del jardín del planeta, creyeron que era la niña que dictaba la profecía, una bebé con poderes únicos, peligrosos y a la vez beneficiosos, que traería autodefensas al pueblo, y sí, era ella, con sólo tocar un objeto o a una persona, lo transformaba en un arma de destrucción o de defensa, la emoción de los habitantes duró muy poco, ya que esta noticia llego rápido a los oídos de varios reinados, todos querían ese poder, pero solo un reinado lo logró, creo que ya sabrán que reinado lo logró, los Marchelorf y su ejército, sin piedad alguna asesinaron a cada uno de los habitantes, sin dejar rastro de que alguna vez haya existido ser viviente en ese planeta, tomaron a la bebé y la llevaron al planeta central, Cutemakef; luego uno de los batallones se encargó de no dejar rastro de tal acto tan despiadado, destruyendo por completo el planeta; la bebé, que tan sólo tenía 2 rotaciones de vida, tenía una piel rosada, un cabello castaño, ojos café oscuro, casi ni se notaban sus pupilas: fue llevada en una cápsula, completamente atada, para que sus poderes no causaran daño durante el viaje. Al llegar a Cutemakef, fue encerrada en una maquina, capaz de extraer hasta la última gota de poder de un ser, esto gracias a un liquido que yacía adentro, y utilizarlo a favor del reino, la bebé se convertiría en la materia prima para la creación de armas del ejército de los Marchelorf.
Los reyes no podían dejar que cualquier inepto cuidara de su actual posesión mas  preciada, además, debían seguir conquistando y destrozando mundos, así que dejaron a una de sus mejores caballeras, la que había comandado esta misión con éxito y sin reproches, La Caballera comandante Martiria, proveniente del planeta Aquafuw, con la habilidad de controlar el agua a su voluntad, otras chicas del planeta podían controlar el hielo, otras el vapor, pero pocas el agua, su piel, de un tono morado y verdoso, su cabello representaba su elemento, parecía una cascada, y poseía una  armadura, que ella misma iba forjando poco a poco con partes de los planetas que lograba conquistar para los Marchelorf junto con un batallón a su mando, nada mal para una de las más jóvenes comandantes de batallones de todo el reino, con apenas 14 ciclos de edad, había comandado tantas misiones con éxito que su armadura estaba casi completa; ( sólo por si tenían duda, también existían seres masculinos en ese planeta, sólo que ellos controlaban el fuego, la lava, la tierra y las rocas, y al ser conquistados, fueron  utilizados como constructores para los Marchelorf ) lo único que era común e igual que ella obtuvo sin batallar fue un visor, capaz de detectar diferentes tipos de especies y seres de los planetas, calcular su poder y conocer la forma de derrotarlos, todos los pertenecientes al ejército lo poseían para poder tener una batalla digna y siempre victoriosa; su misión era bastante simple, no dejar que nadie se acercara a la máquina en donde estaba la bebe y proteger la máquina, pero de igual forma ella se preguntaba a sí misma:
¿Por qué los reyes necesitan Dr un ser tan insignificante como una bebé?
¿Por qué esta misión fue diferente?
¿Por qué tuco que  destruir hasta al planeta?
¿Qué posee de especial esta bebé?
Lo único que mi superior me dijo era que los reyes esta vez no querían esclavos, que los matáramos a todos y que él iría con nosotros, pero por una misión distinta, todo salió como estaba previsto pero... ¿Por qué matar a todos y dejar viva a la bebé?
¿Tan especial es?
En la máquina estaba escrito en letra katem(escritura del reino Marchelorf) Yupi
Ese a de ser el nombre de la bebé, es patético, tonto, pero adorable
No pudo soportar la falta de información que le habían dado de esta misión, su superior siempre le decía por qué atacarían o por qué tenía que hacer las cosas, pero esta vez, no: así que, decidió averiguarlo con la causante del dilema.
Asegurándose de que las cámaras apuntaran a las puertas del lugar y no a la máquina, se acercó, no le fue difícil abrir la máquina ya que a ella le fue asignado el código, por si ocurría alguna emergencia técnicamente, conocer la razón de por qué resguardar a la bebé era una emergencia pensó ella. Sostuvo a la bebé en sus brazos, la bebé yacía inconsciente todavía ¿Qué poder podría poseer tan insignificante criatura como para dejar a tan formidable caballera cuidándola? Se preguntaba Martiria; en eso, la bebé despertó, esta acción tomo tan por sorpresa a Martiria que ni se percató de que una de las manos de la bebé estaba a punto de tocar su piel, en un espacio que no cubría la armadura, cuando se percató, era demasiado tarde...
La mano de la bebé resplandeció en un destello magenta sobre la piel de Martiria, ella entró en un completo trance, su pupila parecía aumentar en tamaño, hasta que su iris fue completamente negro, con la mirada perdida y una frase retumbando en su cabeza:"salvar a la bebé y protegerla a toda costa" esta frase se repetía constantemente, como una orden. Martiria ya no tenía control de sus acciones, empezó a caminar con paso firme hacia la salida principal, que conducía al garaje de naves, tenía la mirada perdida y a la bebé acurrucada entre uno de sus brazos; las cámaras de seguridad captaron a la bebé en sus brazos y la alarma comenzó a sonar, Martiria ni se inmutó al ver a cientos de guardias acercarse a ella desde distintas direcciones, su siguiente acción, fue atacar, ella sabía que lo que querían era a la bebé, y ella no iba a dejar que se la llevaran ni que siquiera se le acercaran, esto debido al hechizo que la niña había impregnado en ella, sin pensarlo dos veces, creó 10 brazos de agua con dagas en la punta, parecidas a la cola del rey, pero de agua, estas le permitieron atacar y arrebatarle la vida a cada guardia que se acercara, ni siquiera mostró una mueca o sonrisa al eliminar a cada ser que interpusiera en su camino, no, ella mostraba un semblante serio, inexpresivo, solo caminando  y asesinando sin piedad a su paso, con la bebé aún en su brazo. Sólo en su recorrido hasta el garaje de naves, mató a mas de 200 guardias, guerreros y caballeros, algunos hasta de su mismo batallón, y ninguno logró detenerla, tal vez lograron escapar, pero no detenerla.

La nave a la que ella se dirigía estaba resguardada por 20 de los mejores caballeros del reino, todos listos para atacarla y llevarse a la bebé, pero ella ni siquiera mostró un rastro de temor, y con sus extremidades acuáticas, los ahorcó, dejando solo a dos con vida, que lograron escapar por poco,(más adelante sabremos de ellas) logró llegar al fin a su objetivo: el Fénix M-G 2005, una de las naves mas poderosas y más rápidas de todas las usadas por el ejército, ya que era la nave de la reina, era una nave espléndida de colores cálidos, parecía un comenta cuando se la veía pasar, logro burlar las armas de defensa de la nave y el sistema de bloqueo sin siquiera mostrar alguna expresión en su  rostro, configuró el sistema de la nave para volar al siguiente sistema solar en modo  sigiloso, para que los radares no detectaran la nave ni el lugar a donde se dirigía, sin mirar atrás ni sentir arrepentimiento de sus acciones, con una sola mano, navegó hacia la salida del garaje ( ya que con la otra mano, aún sostenía a la bebé) y despegó a velocidad ultrasónica, ella ya no sabía por qué había hecho todo lo anterior, pero, en su mente se repetía que debía hacerlo, que debía hacerlo por la bebé, no sabía si era el hechizo o su consciencia, pero de igual forma, ya no había marcha atrás, no se arrepentía de lo que hizo gracias al hechizo, ya que lo hizo por la niña, ese hechizo que ahora la convertiría en la protectora de la bebé, dejó de ser una guerrera de la monarquía Marchelorf, una esclava de los Marchelorf a los cuales servía por obligación, para convertirse en la defensora, en la guardiana de la bebé, para convertirse en "esclava de una bebé". Y aquí, es en donde comienza nuestra historia

Esclava de una bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora