Notas de autor: Hola chicas, lamento la tardanza. Desafortunadamente se me descompuso mi computadora y tuve que pedir prestada la de mi papá y no es fácil escribir en su laptop. No me acostumbro >w< Y este capítulo ya lo había comenzado y pues tuve que hacerlo otra vez ToT y pues no sé cuándo pueda arreglar mi laptop con lo de la contingencia u.u
Capítulo 3.
El reloj parecía avanzar malditamente lento para el atractivo joven trabajador Ohm Thitiwat, se encontraba sentado trabajando desde su escritorio y secretamente mirando el reloj de vez en cuando como si eso apresurará el tiempo.
Una semana había pasado desde que el pequeño ángel se había quedado de refugiado en su casa, a pesar de que habían estado buscando diariamente la bendita campana. Esta parecía haberse esfumado de la nada. Si no la hubiera tenido entre sus manos aquel día habría pensado que tal vez la había tirado en otro lado.
Ohm pensaba en alguna manera de ayudarlo a regresar pronto, no es que le molestará su compañía. Siendo honestos era bastante agradable hablar con él, era divertido, energético, inocente pero con una fuerte convicción en sus ideales. Era toda una cajita de sorpresas. Cuanto más pasaba tiempo con él más intrigado se sentía.
Aun así sabía que él tendría que volver tarde o temprano, no era tan egoísta como para desear que se quedará con él. Lejos de todos sus seres queridos.
También le preocupaba demasiado dejarlo sólo. No era la primera vez que lo veía charlar con personas extrañas en la calle, la vez que más le preocupo fue cuando lo vio pasar junto a un mendigo cerca de su trabajo.
¿Cómo había llegado hasta ahí? Fácil: siguiendo a un extraño que le había dicho que había encontrado su campana. ¡Y así sin más lo había seguido! Los ángeles eran seres puros, mucho más inocentes y nobles que los humanos. Obviamente no se percató de la mala calaña que era aquel tipejo y por suerte Ohm los intercepto a tiempo.
Amenazó al pervertido y tuvo una charla extendida con Fluke, quien había prometido no volver a hablar con extraños.... Pero aun así no podía dejar de preocuparse.
"Pareces ansioso, ¿Todo bien?" Escucho que alguien le preguntaba a su lado y se giró.
Su compañero Lhong le dirigió una sonrisa, a lo que contesto con un asentimiento. Lhong era de los pocos compañeros de trabajo con los que charlaba de vez en cuando.
Ohm era una persona muy seria y le costaba acercarse a las personas, pero Lhong era quien se había acerco a él en primera instancia. Y aunque apreciaba que Lhong siempre trataba de incluirlo en el grupo con el resto, honestamente hoy no quería charlar con él, solo quería llegar a casa y ver que Fluke estuviera bien.
"Si gracias." Contesto esperando que su respuesta seca le hiciera desistir de charlar. Desafortunadamente para él no fue el caso y siguió hablándole por un rato, hasta que Ohm perdió el hilo de la conversación, aunque más que conversación era monologo. Si Ohm hubiera dejado aunque fuese una cuarta parte de su cerebro en la charla, se habría percatado de la invitación a la que sin querer había aceptado.
"¡Perfecto!, entonces nos vemos en el bar GMTV a las 9:30. ¿O prefieres que pase por ti?" Eso fue lo que lo trajo de regreso al mundo real. ¿Qué?
"¿El bar GMTV?"
"¿En serio Ohm va a venir?, vaya ese si es un milagro." Expreso un chico blanco y chaparrito llamado Mild. "¡Eso si que es un milagro!" argumento sonriente, a lo que el resto siguió emocionado.
Ohm no tuvo entonces otra opción que aceptar, aun así no se permitiría dejar al pequeño ángel solo durante la noche. Por lo que lo llevo consigo, no le agradaba la idea de llevarlo a un lugar así pero era peor la idea de dejarlo solo. Quien sabe en qué problemas se podría meter.
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Llamado celestial.
FantasyFluke es un ángel hermoso y amable, uno de los más estimados del cielo pero también algo torpe e ingenuo y así es como termina perdiendo su campana en el mundo humano, sin poder regresar al cielo Ohm decide ayudarlo, sin querer formando una relación...