Llamado celestial.

Myst

Notas de autor:  Perdón por la tardanza :'D Espero que les guste este capitulo. Aunque probablemente me quieran pegar LOLT. 

<3 

Capitulo 5. 

Ohm observo el reloj preocupado, llevaba más de 30 minutos buscando al pequeño ángel sin lograr encontrarlo. El lugar parecía haberse llenado mucho más al punto que era casi imposible caminar. Y no contestaba el celular que le había conseguido. Eso no le preocupaba tanto, el pequeño ángel parecía aun no entender la tecnología humana.

Fue entonces que vio una cabecita castaña caminar hacía la salida y suspiro tranquilo, se abrió paso entre la gente sin importar si se veía mal educado, su única meta era llegar a Fluke. Lo vio salir y después de ahí meterse en un callejón por lo que se preocupó, era muy peligroso para alguien tan pequeño escabullirse en esos lugares, aunque la zona fuera relativamente segura. Por lo que realmente no pensó mucho en su propia seguridad y se adentró llamando al pequeño ángel.

Desafortunadamente para él, había algo o alguien esperando entre las sombras su llegada. Cuando Ohm se dio cuenta de que el callejón estaba cerrado y que no había rastro del chico, se preguntó si tal vez había visto mal y pensó en regresar pero antes de que pudiera dar un paso, alguien estrello su cuerpo contra él, inmovilizándole entre el extraño y la pared.

Sólo que resulto no ser ningún extraño, Lhong le miraba con una sonrisa extraña mientras presionaba sus cuerpos juntos, Ohm tuvo que admitir que le sorprendió la fuerza del delgado chico. Mayor fue su sorpresa que no podía moverse, parecía como si su cuerpo estuviera congelado, incluso tenía dificultades para mover sus labios.

"¿Q-que está pasando?" Logró preguntar con mucho esfuerzo, Lhong le extendió una sonrisa y pasó sus brazos por detrás del cuello de su víctima. Se lamio los labios encantado, llevaba meses tratando de conseguir su premio sin éxito. Cuando parecía que lo tenía en sus manos. Algo paso que alejo su maldición del chico, pero ahora lo tenía a su merced y no lo soltaría.

Ohm comenzó a sentirse mareado, su visión comenzando a obscurecerse cuando sintió unos labios pequeños y agresivos sobre su boca.

Una sensación desagradable crecía en su pecho. No quería esto, quería escapar, alejarse de aquella persona que lo estaba atacando. Pero no podía hacer nada, su cuerpo se negaba a hacerle caso.

Lhong siguió invadiendo sin remordimientos los tersos y hermosos labios del humano, dejando caricias por todo el pecho, la cintura y el abdomen. Concretando con eso una maldición en aquel cuerpo, esta vez se aseguraría de obtenerlo.

Podía comérselo ahora, pero si lo hacía solo se quedaría con el cuerpo y seguramente alguno de aquellos estúpidos ángeles llevarían su alma al cielo. Cosa que él no pensaba permitir, desde el primer momento en que planto sus ojos en él, sabía que tenía que ser suyo. Por lo que tenía que dejar que la maldición hiciera su trabajo de poco a poco, corrompiendo su corazón. Hasta que fuera tan despiadado que pudiera ir por él y reclamarlo como suyo.

Su mano viajo de arriba abajo por el pecho del humano, hasta que llego a la zona donde se encontraba su corazón. Sólo faltaba un paso, escuchó a Ohm gemir de dolor. Bueno la maldición empezaba así, pero después le daría mucha satisfacción. Sonrió cruelmente, preparo su mano a la altura cardiaca y se preparó para atravesarlo, sin embargo lo siguiente que paso lo dejo en shock, una luz cálida y parpadeante resplandeció en el pecho del humano y cuando intentó penetrar su pecho, esta luz lo lanzo lejos. Repeliendo su ataque.

Lhong recibió un fuerte golpe que lo dejo tendido contra la pared, su mano ardía en llamas doradas provocándole un dolor inigualable. Grito tanto por el dolor como por la ira, mientras observaba como Ohm caía al suelo desmayado.