Rutinas.

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¡¡¡RIIIIING, RIIIIING!!!!
Otro día más suena el despertador, me despierto pensando en seguir durmiendo pero como desde hace casi dos meses no puedo, Hugo la persona con la que había pasado casi dos años había decidido dejarme, ni siquiera me dio una explicación de por qué lo hacia, él solía decirme que yo le hacia más feliz que nadie, me decía todos los días que no iba a encontrar a nadie como yo, que antes que novia era amiga y que podía contar conmigo para todo, así que no entendía muy bien los motivos que le habían llevado a dejarme.
Como rutina siempre he tenido la de levantarme de la cama, prepararme y mirar el movil esperando sus buenos días, esos que hacía casi dos meses que no tenía y yo seguía esperando, la gente lo llama esperanza, yo ya lo llamo masoquismo, llevaba esperando un mensaje suyo desde el día en el que me dijo 'lo siento, Sabrina, no puedo seguir contigo' esas fueron sus últimas palabras hacia mi, a mi no me salió decirle nada, solo me salía llorar, pero corrí hacia él y le abracé, acto seguido él siguió caminando, siempre que termino de prepararme me castigo pensando en esa escena, tras quedarme sentada en la cama media hora me doy cuenta de que mis amigas están esperándome en la esquina de mi casa para ir a clase, llego y como siempre me interrogan preguntándome que qué tal llevo lo de Hugo, que si ya estoy mejor, creo que no son conscientes de que mi vida sin él no es, ni será la misma que cuando estábamos juntos, por rutina ya las contesto que estoy bien, que poco a poco mejoro, y que parece que ya no le echo de menos, Sara y Lucia casi a coro me dicen que no las mienta, que ellas saben lo que Hugo era y es para mi. Entramos en clase, me quedo embobada mirando el cristal las 6 horas pero sobre todo la ultima, normalmente 10 minutos antes de que tocase la campana ya estaba él esperándome ahí fuera para llevarme al cine, o a su casa a ver películas de enamorados esas que él tanto odiaba y solo veía por mi, era increíble, bueno, todo lo que tuviese que ver con él lo era, él incluido, jamás llegaré a conocer a alguien que me haga sentir lo que él conseguía hacer que sintiese. Normalmente cuando salíamos de clase Sara y Lucia se iban a casa, y yo obviamente me iba con él, desde hace dos meses prácticamente ellas se empeñaban en sacarme a ver tiendas o a hacer cosas para distraerme un poco, no se muy bien que seria de mi sin ellas, siempre han sido uno de mis mayores apoyos, a las 22:00 como siempre desde que tengo uso de razón teníamos que estar en casa por lo menos entre semana, al llegar a casa mi madre ya esta diciéndome que suba a mi habitación a cambiarme que la cena esta lista, ella sabe perfectamente que desde que Hugo no esta ni siquiera tengo hambre y siempre terminamos discutiendo por ello, y termina diciéndome un -'el amor de adolescentes os vuelve tontos' creo que no es consciente que de mi relación con Hugo empezó justo con 16 años y que pronto ambos cumplíamos 18, cada vez que pienso que quedan apenas menos de 2 meses y medio para cumplirlos pienso en todo lo que habíamos ahorrado Hugo y yo para irnos a vivir juntos nada más los cumpliésemos, teníamos muchos planes aunque supongo que las cosas planeadas pocas veces salen bien, pero yo tenía la esperanza de que todos nuestros planes y todas nuestras promesas fuesen de verdad, la esperanza de que un día me dijese que me echaba de menos, aunque supongo que día a día la pierdo poco a poco, también creo que es normal o eso dicen mis padres, yo no sabría que decir, la verdad que desde que no esta todo parece más complicado, mis notas han bajado, no tengo ánimos por estudiar, bueno, ni por eso, ni por nada, creo que él era el que me daba fuerzas para seguir luchando por casi el 100% de las cosas.
Como siempre cuando no le veía en todo el día solía llamarle para preguntarle que qué había hecho, él siempre me decía que echarme de menos, que bonito era, así que cojo el teléfono dispuesta a llamarle y mi cabeza me dice 'no, Sabrina, él ya no te echa de menos' me tumbo en la cama, parece que las sabanas aun huelen a él o igual yo tengo su olor ya memorizado, me tapo entera y me pongo a llorar, cada día parece más difícil, se me hace jodidamente extraño no escuchar su voz, o simplemente no tenerle...

Mis días sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora