Stand-Up

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Hace tiempo intenté escribir una lista de razones para amarse a uno mismo.

Evidentemente, es un texto que quedó sin terminar, en el olvido de un teléfono roto.

Porque claro, mirá vos, otra alma rota queriendo dar consejos de como reconstruirse.

Que hipócritamente normal.

Si tan solo siguiera mis propios consejos, o más bien los de los profesores e internet sobre este tema que es tan vital para la existencia propia.

Y sin embargo ¡Ey, imbéciles! ¡Sigo acá, la re concha de tu hermana! Respirando, muchas veces deseando no hacerlo, pero respirando al final, la puta madre.

Últimamente estoy más irritable que de costumbre. El encierro me está pasando factura, un poco tarde, pero heme aquí, haciendo rutinas de ejercicio y durmiendo antes de las doce.

¿Quién carajo se duerme antes de las doce?

En fin, me veo en la obligación de  redactar -para que quede bien claro- que no me estaría soportando.

Ahora mi mente está peor, girando un bucles, hundiéndose hasta el fondo y a las cicatrices que forman mi corazón con ella.

Y detesto pensar, detesto recordar ¡NO QUIERO! Mierda, se suponía que ya tendría que haberlo superado, ya pasó mucho tiempo ¡FUERA! Si tan solo me dejarán en paz, tal vez podría respirar con tranquilidad, tal vez podría tirarme a dormir sin miedo al dolor, tal vez podría ser feliz.

Y ahí la tenés a la pelotuda, escribiendo y diciéndole a los demás que tienen que amarse a si mismos.

Es tan gracioso el chiste, que pensé que estaba en un puto Stand-Up.

El huracán de una mente condenada al recuerdo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora