Capítulo 35

6 0 0
                                    

Sentí que alguien se sentaba conmigo. Bajé las manos de mi cara y lentamente abrí mis ojos. Un chico con unas grandes gafas oscuras estaba sentado frente a mí.
-¿Zayn?-dije sorprendida. Él me hizo media sonrisa.
-Hola Valerie-saludó. Tomó mi mano izquierda y me puso una servilleta bajo esta. Mi corazón comenzó a latir de una forma totalmente desbocada y mordí mis labios para acallar el titiritar de mis dientes. Bajé la mirada y con las manos temblorosas la abrí.

"Tal vez no soy yo a quien querías ver sentado frente a ti. Tal vez soy alguien a quien querías borrar de tu vida. Tal vez soy solo un intruso que se cruzó entre tus mensajes. No sé cómo pasó, si fue cosa del destino, si fue solo por azar o si simplemente te equivocaste al enviar ese primer mensaje. Fui tu amigo por un mes completo. Fui tu novio por día y medio y tu prometido por dos semanas. Hola Valerie Iris Flynn... mi nombre es Zayn Jaawad Malik y es un placer irrumpir entre tus mensajes"

Leí una y otra vez la misma servilleta. ¿Era él? Mi mejor amigo, del que en un principio me había enamorado. Al que le había dicho toda la verdad, el que me daba consejos para enamorar a Zayn, o sea... ¿él mismo? Cómo...

-¡No pue...!-pronuncié.

Levanté la mirada y sus ojos marrones me observaban con mucho detenimiento. Estaba preocupado por mi reacción y yo estaba en shock.

-¿Todo el tiempo... fuiste tú?-dije entrecortadamente, a penas y se escuchó lo que dije.
-Al parecer sí-dijo mordiendo sus labios. Dejé la servilleta frente a mí y observé mi celular. Marqué su número y al primer timbrazo, Zayn sacó su celular del bolsillo y me mostró la pantalla. Esta decía: Iris- Llamando.
-¿Lo sabías?-dije aún nerviosa.
-No...-tragó saliva-me enteré de que eras tú cuando me enviaste el último mensaje. No tienes idea de cómo me sentí cuando supe que eras tú y que eran: Dean y Kelly quienes...
-Shh-supliqué. Nos quedamos unos minutos en silencio. Observé a la mesa de Alice y ellos estaban frente a frente. Él tomaba su mano y ella sonreía.

Una lágrima comenzó a salir por mi mejilla. Mi corazón no sabía qué sentir, tristeza no, emoción, no lo sé... pena por mí misma... creo que era eso.
-Lo siento-me disculpé-, por no decirte la verdad...
-No importa ya...-dijo él, tenía las manos pegadas a la mesa. No movía ningún músculo-yo tampoco quise prestar atención a las señales que me dabas. Lamento no estar allí a tiempo.
-No me hubieras detenido-excusé.
-Lo sé, lo hacías para protegernos... como te dije aquella vez: Te preocupas primero por todos y al último por ti. Esto no fue valiente... fue realmente peligroso.
Mordí mis labios y limpié mis lágrimas. Suspiré y miré hacia la ventana, desde allí se veía el London Eye.
-¿Te gustaría conocerlo?-preguntó.
-¿Me llevarías ahora?-pregunté.
-Sí-susurró.
-Espera aquí-dije y me levanté de la mesa.
Caminé hacia la mesa de Harry y Alice. Ellos me miraron y sonrieron.
-Iré con Zayn a dar una vuelta, los veo en la entrada de la casa a las 12.
-Te quiero puntual hermanita-dijo Alice.
-Espero lo mismo de ti-le dije.
Caminé un poco hacia la puerta y Zayn me siguió. Salimos y una corriente fría me hizo temblar.
-Dijiste que traerías Converse y Jeans...-dijo Zayn mirándome de pies a cabeza-traes un vestido muy bonito y botas.
-Cállate y llévame-dije tratando de no reírme. Él sonrió y me dirigió a su auto, me abrió la puerta del copiloto y entré rápidamente en él. Luego él subió y se quitó las gafas.


(Narra Harry)
Después que Valerie se fue a sentar sola. Puse mi celular frente a mí y lo comencé a girar.
-Creo... bueno no creo... sé que te debo una disculpa por no creerte cuando me afirmabas que no tenías nada que ver con lo que le pasaba a Valerie.
-Disculpa aceptada-dije. La miré y ella me hizo media sonrisa.
-Lo siento de verdad-exclamó de nuevo.
-No importa ya-le dije.
-Harry...
-Alice... déjame hablar a mí esta vez-pedí. Ella asintió-Tengo miedo... me enamoré de ti en un elevador, pasé contigo cerca de un mes, dormí contigo... en todas las formas posibles-reí al recordar las escenitas pasionales que vivíamos día con día-ahora, estoy frente a ti, tratando de... enamorarte de nuevo y poderte pedir que regreses conmigo. Sé que estuvimos ambos mal, sé que nos equivocamos y sé que tal vez nuestra relación ha sido apresurada... pero... estoy dispuesto a seguir descubriendo el enigma que eres. El acertijo más difícil que alguna vez puedo descifrar, la rosa más hermosa que pueda cultivar. Simplemente... quiero...
-Yo también quiero regresar...-dijo ella-también quiero estar contigo en todas las formas posibles, de día, de noche, frío, calor... salud, enfermedad...
-Riqueza... pobreza...-exclamé.
-Exacto...-dijo ella sonriendo. Tomé su mano y le sonreí.
-¿Volverías a ser mi chica?, ¿Mi Alice Styles?
-Por supuesto que sí-dijo y se sentó a mi lado. Me dio un tierno pero corto beso-Te daría un beso más apasionado... pero estamos en público y no sé cómo se lleve esto de la publicidad.
-Pues... tu hermana ya se fue y... nosotros tenemos hasta las 12 como cenicienta para llegar a tu casa-dije tentándola.
-Genial-dijo ella. Tomé su mano y salimos del establecimiento.

(Narra Valerie)

Todo el camino fue silencioso. No había más que música en su estéreo. Yo le subí y comencé a cantar. Salió una canción de Mcfly que tanto me fascinaba One for the Radio y comencé a cantarla, la verdad es que me había enamorado de esa canción. La cantaba a todo pulmón y Zayn también lo hacía.

Antes de bajar del auto, que por cierto era un hermoso Aston Martin negro, sacó una chaqueta negra.
-Ponte esto-dijo mostrándomela-No quiero que te resfríes o algo.
La tomé y me la puse, al cabo de medio segundo él abrió la puerta y me ayudó a salir de él. Caminamos y no había mucha gente en la fila. Nos formamos y después de unos minutos fue nuestro turno.

-Es muy hermoso-dije cuando estábamos subiendo.
-Espera a que lleguemos arriba-dijo sonriendo.

Me recargué en el barandal de la esfera y me quedé callada. No sabía cómo comenzar el tema de nuestra relación... no sabía si seguiríamos siendo amigos o qué pasaría con nosotros. Por fin llegamos a la cima y pude ver la hermosura de Londres por la noche.

Era todo tan magníficamente hecho. Las luces, el Támesis, los edificios. Todo... pero yo estaba un tanto incómoda. Ahora, si no fuera por todo lo que pasó en el barco estuviera besando a mi prometido con todo el derecho, sin ninguna mancha en mi conciencia.
-Valerie, quisiera hablar contigo... es algo importante.
-Adelante-dije sin mirarlo. Mi corazón se aceleraba.
-Sé que has pasado por situaciones muy difíciles. Sé que tal vez no quieras que nadie te toque por el resto de tu vida. Sé que... te sientes indigna de mí. Sé que piensas que yo no te voy a querer como te quise al principio de nuestra relación. Tal vez pienses que yo me siento menos atraído a ti, o que simplemente no siento atracción por ti. No quiero que pienses que, siento lástima por ti. Por que no lo hago.
Me puse de frente a él y él observó mis ojos.
-No sé qué decirte ahora...-dijo con ojos cristalinos-te pasó algo horrible. Algo que a ninguna mujer le debería de pasar. Pero fuiste fuerte, valiente y...-sus voz se quebraba-discúlpame por no haber estado allí cuando me necesitabas-una lágrima salió de su mejilla.
Caminé al otro lado de la esfera, quedé frente a él a unos cinco pasos de distancia, agaché la cabeza y comencé a sollozar.

Estaba debatiéndome por ir y abrazarlo. Realmente quería ir a decirle cuanto lo amaba y cuanta felicidad me daba el hecho de saber que él y Jaawad eran el mismo.

Levanté la mirada y él me observaba, no sonreía solo me miraba. Un suspiro ahogado salió de mí y corrí a él. Rápidamente me tomó en sus brazos y comenzamos a llorar juntos en un abrazo.
-Te amo-susurré en su oído-. No importa lo que haya pasado, no importa cuantas veces ese tipo me haya tocado. Nunca he sentido, lo que tú me hiciste sentir aquella primera vez. Solo tú puedes tocarme, solo tú puedes amarme, solo tú estas tatuado en mi piel. Solo tú puedes ser el dueño de este pequeño y quebrado corazón. Solo tus manos están marcadas en mí, no solo en mi piel, sino en mi mente, alma y corazón. Zayn, tú eres mi odioso asesino de cámaras... tú eres mi... prometido... mi novio... mi mejor amigo.
-¡Valerie!-dijo él en un sollozo.
Me separé de él un poco y pegué mis labios a los de él. Sentí la corriente eléctrica al instante y mi piel se comenzó a erizar como aquella primera vez. Puso sus manos en mis mejillas y acercó mi cara más a la de él. Yo puse mis manos en su chaqueta y lo acerqué a mí.

Nuestro beso se tornó más serio, metió sus manos entre mi cabello. Sus labios y los míos se movían en total sincronía. De mis ojos salían lágrimas de felicidad y de los de él también. Casi podía sentir que mis labios sangraban y la calidez que sus manos transmitían en mi piel, eran un potente sanador de heridas. Algo que había sellado esa cicatriz que tanto había tardado en curar.

Nos separamos y él me abrazó, puse mi cara en su hombro y suspiré su delicado perfume.
-Extrañé tanto tus labios-dijo él-Te extrañé tanto Valerie.
-Yo también a ti-susurré-, no vuelvas a terminar conmigo.
-No lo haré-dijo besando mi frente-¿Aún quieres ser mi futura esposa?
-Claro que sí. Pero ten paciencia en cuestión del sexo, amor. Me costará un poco de trabajo.
-No importa-dijo él sonriendo-te daré el tiempo necesario.
-Gracias-dije y lo besé nuevamente.

MessagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora