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||Narra Vegetta;

Otro día había pasado, estaba buscando a Rubén, hice una denuncia a la policía (ya que esto era altamente preocupante) y muchos de ellos estaban buscándolo conmigo, hasta se fueron de lo permitido. Yo, por mi parte, estaba en su casa, hablando con Nieves, después de hablar y consolarla un rato me fuí a mi isla a trabajar, tenía que terminar mi mansión. Cogí a Nube (mí Chocobo) y partí hacia mi hogar.

Cuando llegué me puse a hacer mis deberes, mientras tomaba una taza de café, aproveché y charlé con mis compañeros un rato (no hubo novedades), le informé la situación a mis dos amigos policías, ellos -obviamente- ya estaban enterados pero, no se vió "la chispa", sentí que no lo querían encontrar. Dejé esos pensamientos pesimistas de lado, ya que todos somos buenos amigos y seguí con mi vida como si nada.

Siento que ese va a ser un día largo.

                            ;;💜🐻💜;;

||Narra Rubius;

Vegetta había llegado, me desperté lentamente, veía como -al pisar la placa de presión- se abría la gran puerta de madera. Me entró un enorme sentimiento de melancolía, la brisa cálida que había no me ayudaba y me estaba poniendo más que triste. Suspiré pesadamente.
Bajé la cabeza y me dispuse a pensar un plan para que Veg se de cuenta de que el oso era yo y no sólo un oso ordinario, entre idea e idea una se me cruzó e imaginé, como si fuese una caricatura, la bombilla encima de mi cabeza. El concepto era medio tonto, pero supuse que funcionaría.

Caminé por el lugar, intentando perfeccionar mi plan, al rato Vegetta bajó, estaba a punto de irse pero me interpuse.

— ¿Eh? — Vegetta estaba confundido. — ¿Qué haces? — Muy confundido.

Me senté en frente suyo.

Y ahora estaba enojado. — Rubén, aish, eres igual de pesao' que él ¿puedes correrte? — Yo no me corría, eso lo hizo cabrearse más, entonces me pegó.

— rAAARW — Grité de dolor, me enojé y le pegué también, sacó su espada y corrí hacia su mansión, me escondí bajando las orejas, tratando de que me tenga piedad. Bajó su espada y me llevó hacia afuera.

— Ayayay Rubén, Rubén... — Suspiró — Quedate aquí, osito.

Me dijo eso y yo lo detuve otra vez, bufó.

— ¡¿Qué no entiendes, me tengo que ir!? Y ¡¿Porqué le estoy hablando a un oso?! — Primero me gritó y después se gritó, realmente está perdiendo la cordura, me quería reír pero no podía, tenía que ejecutar mi plan.

Me puse de pie, intimidando a Triple siete, bueno, casi intimidando a Triple siete. Estaba viendolo a los ojos, él hacía lo mismo; entonces actúe, e intenté ¡Hacer mímica! Que ahora que lo pienso, esa idea es muy tonta.
Y que creo que no funcionó...

— ¡Aish! Rubén, eres igual de molesto que el original — Exclamó furioso mientras me corría, yo bajé a cuatro patas otra vez, estaba triste, la mímica no había funcionado como predije. Él se fué del lugar y yo me quedé, como un idiota, un idiota en forma de oso. Sin poder escapar y sin poder comunicarme hice, entonces, lo mejor que podía hacer.

Dormir.

                           ;;💜🐻💜;;

||Narra Vegetta;;

Después de la escena con el oso Rubén, me quedé pensando, estúpidamente en esa misma. Seré sincero: prefiero al mono Doblas, porque por lo menos él no era taaan tontito, pero, no entiendo ¿Por qué me enoja tanto? Tendría que dejar de hacer estúpidas teorías e ir a buscarlo. Ahora sólo iría a comprar, pero...si no actúo, podría ser demasiado tarde.

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En un último momento me replantee y fuí junto con los policías a buscar a Rubius.

Estuvimos ocho horas buscándolo, por todos los rincones, fuimos a todas las cuevas, pero nada. Le preguntamos a toda la gente de este pueblo y de otros también, estuvimos por mar y aire, pero nada. Me estaba entrando un sentimiento muy malo, intentaba no llorar, estaba realmente preocupado.

Volví cansado y lo peor es que escuché que querían tomar el caso de Rubén como "un caso perdido" y finalmente cerrarlo, pero me interpuse, porque no puede ser que no pasó ni un miserable mes o semana. Parecía una injusticia, no, era una injusticia. Me peleé con los policías -estaba pensando en buscarlo a solas- y pensaba que tal vez si no lo querían buscar de verdad.

'No seas pesimista, Vegetta' Pensé.

Llegué a mi casa y lo primero que ví fue al pobre oso acostado, le intenté dar algo de comer pero se negaba, parecía enojado conmigo ¿Y ahora que hice?
Razoné en empezar a tratarlo mejor, él era la única cosa parecida a Rubius que tenía y no se merecía un trato tan tosco de mi parte.

Efectivamente estaba encariñando con el oso.

— Ok, osito — ¿Por qué hago estas cosas? — Perdóname por lo de hoy ¿Vale? — Escuché un gruñido, lo tomé como un "vale" — Tengo bacalao, de tu favorito. — Sonreí, él no volteó, parecía estresado y triste, le dejé una pequeña pila de bacalao y me fuí a dormir.

Hoy sí que fué un día largo.

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⏰ Última actualización: May 19, 2020 ⏰

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;;Osito de verdad;; Rubegetta;;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora