Capitulo 2.

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5 años antes.

Madison Joules.

Todo comenzó cuando tenía 12 años yo era una niña muy encerrada y mal arreglada, flaca y todo lo que se pueden imaginar, la única con la que me podía entender completamente era Rous, yo estaba terminando la primaria y era ese último año, llegue al instituto y era un poco tarde corrí por los pasillos para poder llegar a tiempo cuando llegue al salón el profesor no había llegado y yo aproveche a sentarme en el único puesto que había a lado de una chica, el profesor entro y comenzó a dar su clase, yo estaba concentrada cuando sentí algo golpearme la cabeza cuando voltee para ver de dónde prevenía el papel era del asiento de atrás, mire al chico mal y volví a concentrarme y otra vez volví asentir el papel voltee y dije.

-Pero cuál es tu problema – le dije bajo para que el profesor no me escuchara.

-Nada inepta – dijo.

-¿Perdón?

-Como escuchaste – tuvimos mirándonos un rato y pude notar que él era moreno claro y tenía sus ojos color marrones muy claros y era flaco. Ninguno de los dos dijo más nada así que me voltee para ver al profesor, yo volteaba varias veces para verlo y él me sonreía.

-Profesor – dice el moreno que estaba atrás mío – esa niña del al frente – me apunto – no me deja concentrarme, no me quiere dejar de hablar. – voltee rápidamente y él me sonreía con malicia.

Rápidamente me defendí. – Profesor eso es pura mentira.

-Claro que sí y creo que escuche que dijo que yo le gustaba – el salón comenzó a reírse.

-MENTIRA ESAS SON MENTIRAS – Grite.

Comenzamos a pelear y decirnos muchas cosas cuando el profesor dijo:

-Cállense – nos miró – los dos a la dirección. – me levante y comencé a caminar. Lo odio, lo odio, quien se cree que es.

Estuvimos esperando a que nos atendiera el director, ni él ni yo ni siquiera hablamos, ni me importaba, solo me miraba con una cara de burla el estúpido ese. Después del rato allí el director nos dio una charla y no nos pusieron castigo porque era algo irrelevante, me fui para mi casa y no le dije nada a mi mama no quería unos de sus dramas, fui a mi cuarto y me quede dormida.

Pasaron los meses y el me caía más o menos mal ni tanto pero igual me molestaba en clases incluso me hizo maldades pero yo no me deje humillar yo también tuve mi momentos me rió ante el recuerdo.

-Madison seguro que quieres hacer eso – pregunta Rous mientras amarraba bien la cuerda.

-Segurísima – le dije.

Salimos del salón para que nadie nos descubriera, cuando volvimos a entrar el estaba al lado de su silla cuando se sentó el juguete de gas sonó y todos comenzaron a reírse y cuando se paró bruscamente la cuerda que Rous amarro se soltó y le cayó el balde de pintura encima y yo solté las risas; todo el mundo comenzó a burlarse y su cara un poema. Me miro y dijo.

-Maddie... - Dijo con molestia.

-Patrick... - lo dije con el mismo tono.

Y así me fui sin decir más.

Ya volviendo a la realidad estábamos saliendo del instituto con el grupo de amigos de Rous y adivinen quien estaba allí, si Patrick, que suerte la mía. Nos pusimos en la estación a esperar el bus y al frente casi cerca de los asientos había un gran charco, me quede parada a una distancia prudente pues tenía miedo que Patrick me tumbara al charco, entonces sentí que alguien me estaba viendo y cuando voltee era Patrick me le quede viendo y él me sonrió.

-¿Qué? – dije sonriendo.

Negó con su cabeza y dijo - ¿Por qué no te sientas? – mirándome a mí y al charco.

-No.-dije.

-¿Por qué no?

-Porque si me siento al lado tuyo me vas a tirar al charco.-le dije.

Se rió, y negó con la cabeza. – No te voy a empujar Maddie – voltee los ojos por ese apodo. – Vamos ya dije que no y si quisiera lo fuera echo hace rato.

Dude por un instante y me senté – No es porque tú quieras, sino que me duele las piernas.– sin dejar mi orgullo al lado.

-Si como digas.

Vi que los otros chicos se pararon y venían hacia nosotros, cuando estuvieron de frente, yo iba a decir algo cuando me agarraron de las piernas y los brazos y comenzaron a balancearme para tirarme al charco comencé a gritar y ellos se reían de mí, después de echarme broma un rato me bajaron. Porque justamente venia el autobús.

-Idiotas, estúpidos y...- cuando voltee mi dinero estaba en el charco, ósea no tengo más dinero y hoy no traje de repuesto, veo como los chicos se han ido y yo pues me iré caminando ¡Que suerte! Me senté un momento para poder asimilar cuando siento a alguien al lado mío cuando volteo era Patrick, el me miraba y me miraba y yo solo quería llorar, veo que comienza a contar dinero y me da lo que conto.

-Toma-me extendió el dinero – lo necesitas más que yo. – Lo mire mal – mentira Maddie tómalo.

-No, pero.. Si... sabes que dame- agarre el dinero. Al momento llego un autobús y nos montamos y él se sentó al lado mío.

-Gracias – le dije – te debo una – le sonreí.

-No es nada los amigos se ayudan – me reí de su comentario y lo mire y al poder obsérvalo pude notar que estaba cansado, ¿no ha dormido? ¿Le pregunto? No, mejor no. Me puse observar por la ventana y al rato sentí un peso en mi hombro cuando volteo era su cabeza, estaba recostada en mi hombro y él estaba dormido. No dije nada ni lo moleste solo pude observarlo mientras dormía. 

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Espero que le gusten. Para mas información sigamen en Instagram:

@Nicole_Saliyas114




Amor FugitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora