Apenas estaba cerrando la puerta de mi habitación, me liberé de mis zapatos lanzándolos en cualquier dirección, y en el momento que mi cuerpo toco el edredón me desice en llantos y no recuerdo el momento en que me dormí después de esos dos días que jamás olvidaría.
" ¿Que?¿Porque me mentís? Jenera dijiste que mamá no se iría con la abuela, al cielo, lo prometiste!¿Porque me mentiste? TE ODIO! "
Esas fueron las únicas palabras que me dijo mi hermano Shen durante todo el velatorio y el entierro, y aún después de repetirlas mentalmente un millón de veces en mi cabeza, seguían teniendo el mismo efecto que si fuera la primera vez, un dolor desgarrador.
Me sentía culpable por no poder volver a traerle a mama a casa, por no poder dejarle que se despidiera al menos. Culpable asta de ese maldito accidente.
Me dolía ver que el pequeño crecería sin los consejos de mama, sin su hombro para cuando lo necesite, y más me dolía no poder cumplir aquella promesa.
" Ya está. Ya todo terminó. Tenemos que ir a descansar y mañana ir haber como está papá. "
Esas fueron las palabras de Jerry nada más terminar de enterrar a mama, bajo aquella tierra, tierra que visitaría tantas veces en un futuro. Fue algo tan frío lo que dijo Jerry, no entendía su actitud. No lo ví llorar ni una sola vez, ni siquiera nos dio abrazos a Shei y a mi, como si todo le diera igual. Yo sabía que él también estaba sufriendo, pero no entendía su actitud.
Durante todo el velatorio y el entierro mis dos amigas no se separaron de mi, y también me ayudaron a cuidar de Shen, ya que él no me dirigía la palabra ni me quería escuchar. Les agradecía un montón su ayuda, pero nada conseguía aliviar mi dolor.
Sentía que el mundo había perdido todo el sentido, al menos para mí. Ni siquiera podía permitirme recordar una simple acción de mamá, como sonreir, sin sentir que estallaría en un llanto que nunca terminaría. Lo único que me mantenía con cordura era saber que al menos, todavía, no habíamos perdido a papá.
Me desperté sobresaltada y empapada en sudor, pues no paraba de soñar una y otra vez con todo lo que había vivido en esos dos últimos días. Bajé a beber un vaso de agua para refrescarme y salir de esa maldita cama. Mientras bajaba las escaleras sentí unos ruidos extraños, y luego me di cuenta de que era mi hermano mayor que estaba llorando en el salón. Él estaba de espaldas a mi, por lo que no se dio cuenta de que yo estaba allí asta que le toque el hombro derecho. Jerry se giró y pude ver el dolor, miedo y más cosas en sus ojos. Me senté en sus brazos y lo abrace fuerte, como hacía de pequeña. Al cabo de cinco minutos habló.
- Jenera, siento que me vieras en este estado, debo ser el fuerte ahora y protegerlos lo mejor que pueda, pero no podía dormir, siento tanto dolor...
No le deje continuar.
- Jerry no pasa nada, es normal que llores y sufras, esto es demasiado para nosotros, pero somos una familia y no tienes que cargar tú con todo el peso, yo te ayudaré. Además, aún tenemos a papá. Todos echamos de menos a mamá, pero tenemos que seguir a delante por mucho que nos duela, es lo que ella quisiera.- No solo le hablaba a mi hermano, me hablaba a mi misma, necesitábamos palabras así los dos.
- ¿Cuando te hiciste mayor eh? - Me dijo y nos reímos los dos, por muy lejano que se sintiera eso de reír.- Venga, pequeña, vuelve a la cama que ya son las 5 de la mañana y en dos horas tendremos que prepararnos para ir a ver a papá.
Me levante, le sonreí a mi hermano y volví como un poco más tranquila a mi habitación.
Sonó el despertador a las 7 de la mañana y no es que durmiera mucho más, pero al menos había descansado. Me levante, cogí unos vaqueros y una camiseta cualquiera y me metí en el baño de mi habitación. Me di una ducha rápida con el agua bastante caliente y me vestí en apenas 15 minutos. Cuando bajé a la cocina ya de encontraban mis dos hermanos en la cocina y le di los buenos dias, a lo cual solo Jerry contesto.
Pude ver como este no conseguía hacer unos sandwiches* y que se le iban a quemar, corrí a ayudarlo, por lo que me agradeció. Después de 10 minutos ya estábamos terminando los almuerzos y mi hermano mayor nos informó de que haríamos hoy.
- Shen, hoy iremos ver a papá, pero tu por lo de ahora no puedes venir por precaución.
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El principio de un fín.
RomanceQue pasaría si el que debería ser un día normal se convierte en el peor de tu vida? Eso fue justo lo que le paso a esta chica, Jenera, que pasó de tener una vida casi perfecta a tener que cambiar todo radicalmente, después de un trágico accidente. J...