Letras de amor(LevyxNatsu)

12-Final

Se celebro una enorme fiesta al conocer la relación de ambos, bebieron y festejaron tanto que no se recordaba una así en mucho tiempo. Fue una alegría para todos, excepto para Juvia que seguía buscando el amor de Gray.

—Juvia piensa que todos consiguen su amor menos Juvia—dijo con una jarra de cerveza en mano y entre lágrimas.

—No es eso, es que...me da corte—se excuso Gray haciendo que se le saltasen corazones a la joven que se abalanzo sobre este.

—¡Juvia quiere tener hijos con Gray-sama!—exclamo emocionada.

Natsu observo en silencio el panorama, todo seguía igual, poco importaba los cambios. Ese ambiente, esa sensación de estar todos unidos, ser una familia, era exactamente el mismo.

—Natsu...yo me pregunto...¿cuando tendremos hijos?, ¿eh?—Levy estaba borracha.

—¡Natsu compórtate como un hombre y hazle hijos a esta mujer!—Erza se bebió toda su jarra de golpe mientras señalaba a este.

—¡Hacer el amor es de hombres!—grito a mas no poder Elfman rasgando su camiseta cual Hulk.

La fiesta acabo bastante tarde, Natsu cargo a su novia que seguía diciendo cosas al oído aunque a él no le importaba, disfrutaba de estar con ella. 

Los días fueron pasando y la verdad es que el mago se acostumbro a su nueva vida muy rápido, realmente era igual pero compartía vida con Levy ya que seguía haciendo misiones y toda clase de encargos mientras ganaba dinero y se volvía mucho más fuerte.

Una mañana de otoño, se podía ver por la ventana de la casa, en su interior, dos jóvenes se abrazaban mientras el chico la levantaba en brazos con una gran sonrisa en su cara y casi llorando.

—¡Vamos a ser padres!—gritaban emocionados los dos.

Levy dio un enorme beso al joven antes de pedirle que la bajase a tierra. 

—Es una bendición—dijo acariciando el vientre.

—Te quiero—Natsu la abrazo despacio y con ternura.

Y como no, celebraron otra grandiosa fiesta en el gremio, solo que esta vez Levy no bebió, quería disfrutar hablando con sus amigas de todos los planes que tenía pensados para el bebé.

—Juvia quiere un hijo, Gray-sama—dijo quitándose parte de la ropa.

—¡Recién acabamos de empezar a salir!—grito este en calzoncillos y asustado.

Entonces Levy y las chicas quedaron en silencio al presenciar a una persona cerca, era Gajeel que había regresado hace poco. Wendy asustada no sabía donde mirar.

—Levy...felicidades...gihi—esbozo una sonrisa sincera y feliz.

—Gracias...Gajeel-san.

—Puede parecer un idiota...puede que lo sea...—miro a Natsu—pero se que sera un buen padre—dijo manteniendo esa sonrisa.

—¿Por que yo no tengo pareja?, ¡Maldito Jerall, ven cobarde!—grito Erza llorando.

Lejos de allí, el joven peliazul sentía un escalofrío.

—Bueno, debo irme, me espera un concierto—comento el dragon slayer.

—Gajeel—este detuvo su avance—un día de estos, puedes invitar a tu novia a venir aquí—dijo sonriente.

—Claro.

Este se marcho hasta la salida, aunque antes de salir, su mirada se cruzo con la de Natsu. No hicieron falta palabras, con la mirada, ambos se desearon felicidad y buena suerte en sus respectivas vidas.

Y así, se fue del gremio mientra el resto festejaba feliz por la noticia del embarazo de Levy.

Al cabo de unos pocos meses, a la peliazul ya se le notaba su estado, estaba más gorda pero para el mago igual de guapa, o tal vez mas. Era ya de noche y se encontraba escribiendo en su diario como era costumbre en ella.

—Levy, deberías estar durmiendo—dijo este.

—Ya voy Natsu-sama—dijo en un tono imitador de cierta maga.

—Tendré que hacer como Gray—se quedo desnudo.

—Puede que no me moleste esa actitud—ambos se echaron a reír.

Levy cerro el diario, aunque, este era un diario especial. En la portada ponía: Letras de amor, Levy y Natsu en colores vivos.  Una vez que termino de escribir, se fue a la cama para estar con el hombre más maravilloso del mundo y aquel que trajo felicidad a su vida.

Ahora eran pareja y futuros padres. Todo iba bien, nada de que preocuparse. El dragon slayer se quedo dormido el primero, debido a su estado, esta a veces se sentía incómoda, no encontraba la postura para dormir.

—Espero que todo vaya bien—pensó en un momento de debilidad en mitad de la noche.

Entonces, miro por la ventana y le pareció ver un brillo, algo mágico y brillante, un hada.

—¿A donde irán las hadas?...por siempre, su brillo guardaré—empezó en su mente a cantar la canción mientras observaba como esta se iba alejando poco a poco.

Y así, esta historia de hadas llega a su fin.

Espero que les haya gustado mucho y hayan disfrutado :)