Los ojos son las puertas del alma

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ISAAC:

-¿Eh?-Dijo Emma desconsertada por lo que acabo de decir.

-Si, dime- Me hice el desentendido cogiendo un pequeño mechon de su cabello y jugando con el.

-¿Qué fue lo que dijiste?

-Que tu belleza me llevara hasta la muerte-sonreí dulcemente- Puedo repetirlo todo lo que quieras.

-Ah, Jaja-Al parecer esta nerviosa ¿Por qué sera?

En toda la charla (mientras estaba sobria) siguió con el nerviosismo, hasta que un tiempo despues con mucho alcohol en su sistema se solto más y empezó a tener una actitud más... Abierta.

Ustedes me entienden, no se hagan.

De hecho, todos ya estaban pasados de copas. Excepto yo.

Se supone que debía conducir de regreso así que beber era algo que tenia prohibido en esta noche.

Aunque fue una perdida de tiempo ya que todos se fueron por su lado.

Camilo desapareció, ni me acordaba de el.

Enrique se fue con una chica morena de la cual no se el nombre y que al parecer le estaba haciendo una endoscopia con la lengua. Que desagradable.

Thomas siguió a una chica alta y delgada (nada linda para mi gusto) que parece ser buena bailando ya que se lo llevo a el arrastrado a la pista de baile.

Y Manuel pues... creo que ya se follo en el baño a la rubia de grandes senos que es muy linda pero nada inteligente, muy basica para mi gusto

-Traeme otra botella- dice Emma mientras alza su temblorosa mano al llamar a mesero.

-No, no lo hagas- Le digo al mesero haciendole una seña para que se vaya y nos deje en paz.

En este lugar hace demasiado calor supongo que por todos eso cuerpos juntos y el olor a hormonas en el aire. La musica y los gritos las personas bailando me estan empezando a molestar.

Jane hace un puchero mientras me recrimina seductoramente (lo cual es un fallo total) el hecho de que haya negado el trago.

Es una lastima que se haya emborrachado.

La quiero como victima y esto haría las cosas mas faciles para mi.

El problema es que yo no quiero las cosas fáciles. Yo quiero que ella este conciente de cada cosa que yo le hago.

Agh. Va a tener que ser para otra ocasión.

Cuando la ví esta noche me cautivo.

No por su belleza.

No por sus atributos.

No por su forma de ser o hablar.

Si no por aquel vacío que tiene en sus ojos. O bueno, que tenía. El alcohol le dió un nuevo y nada gratificante brillo a sus ojos.

Te odio alcohol. Estas arruinando mi noche.

En todo el tiempo que estuvimos hablando ella sonreía, hacía muecas y fruncia el ceño. Pero aquel cautivador vacío seguía en sus ojos marrones.

Es eso lo mismo que yo veo en mis demas victimas.

Un vacío que parece interminable.

Pero como dicen: "Los ojos son las puertas del alma"

EMMA:

Despierto un tanto desconsertada y con un terrible dolor de cabeza debido a la resaca. Anoche bebí como loca.

Esta decidido, no vuelvo a beber.

Eso dices siempre pero igual terminas haciendolo y cada vez peor.

¡Callate maldito subconsiente!

Cuando por fin mi cerebro reacciona me doy cuenta de que estoy en un lugar que no conozco.

Parece un apartamento pequeño ¿pero porque estaría yo aquí? No es el mio

¿Es un hotel?

No lo creo, no lo parece. Ni siquiera tengo dinero para pagar una noche, me lo gaste todo en alcohol.

O talvez...

¡Mierda! Mi ropa esta tirada en el piso. Estoy en ropa interior.

¿De quien es el apartamento? ¿Quien me trajo a este lugar? ¿Que me hicieron?

Me estoy desesperando así que trato de mantener la calma.

Piensa, Emma, piensa.

Tal parece que no me hicieron nada. Puede solo me hayan robado el celular y los documentos, no tenía más.

Estoy semidesnuda pero no me duele nada. Habría sentido algo si hubieran abusado de mi.

No hay dolor.

No hay marcas. 

No hay nada.

Nada aparte de esta horrible y asquerosa resaca.

Talvez Manuel o uno de sus amigos me trajo a este lugar. O eso espero.

Me puse la ropa y me dirigí a una de las puertas del cuarto buscando la salida pero abrí la del baño.

Decidí entrar y casí pego un grito al ver mi reflejo en el espejo.

Mi maquillaje estaba regado por toda mi cara y mi cabello esta vuelto un nido de pajaros, como si hubiera pasado las manos por esos lugares.

Inconsientemente fije mi vista en mis manos y si era así, estaban de los coloridos tonos de mi maquillaje.

La lave tratando de quitar aquel maquillaje mientras buscaba mejorar el aspecto de mi cara.

Afortunadamente al mirar en la ducha encontre un estante donde habían toallitas humedas con lo que pude quitar totalmente mi maquillaje y limpiar mi cara.

Al salir del baño encontre a un hombre sentado en la cama mirandome con una enorme sonrisa.

De inmediato supe que todo estaba mal.

 Hasta La Muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora