Smile [PAUSADA HASTA NUEVO AVISO]

Cursos

Pasamos un par de horas en el cementerio , y según me percate después yo pase horas hablándole a la tumba de mi padre , volvimos a casa antes de que anocheciera , cenamos mientras hablábamos de papá y de algunas cosas que habíamos hecho con él , tome una ducha y me fui a dormir.

Mientras dormía el teléfono sonó, al principio solo lo ignore pero  al no haber nadie que lo contestara Salí al pasillo y lo respondí

-¿Quién habla? – dije bostezando y rascándome la parte de atrás de la cabeza.

-A, señor Monroe – me sorprendí y no miento que hasta el sueño desapareció al escuchar la voz del señor Williams – que oportuno que sea usted quien haya contestado.

-Se-Señor Williams – dije tartamudeando por la sorpresa - ¿a que se debe que esté hablando, y a estas horas? – aunque eso ultimo lo dije casi susurrando.

-Lo siento ¿te desperté? , bueno son las cinco de la mañana  supongo que era normal que estuvieras dormido.

-No se preocupe por eso  - le conteste nervioso – es más, ¿Qué es lo que necesitaba?

-Solo quería avisarte – dijo – es domingo y quizás hagas planes, ¿o es que ya tienes?

-No para nada.

-Oh excelente – dijo contento – en ese caso prepárate para las seis y ven a las escuela, saldremos del pueblo para unos cursos.

-Seguro… – dije confundido.

-Perdona por no haberte avisado antes – se disculpó.

-No se preocupe por eso – estaré en la escuela a las seis.

-Lo veré allá – dijo

-Nos vemos.

Colgué el teléfono y me dirige a un reloj para ver las hora 5:07, tenía que alistarme rápido, me aliste, le deje una nota a mamá y Salí a la calle para tomar un taxi.

Cuando llegue a la escuela eran las 5:50, estaba cerrado y no había nadie, era de esperarse de la escuela un domingo y a esa hora, me senté en una de las bancas cerca de la calle, el clima era más cálido que cuando volví a esta ciudad, en poco tiempo ya no necesitaría un abrigo tan grueso como el que estaba usando, debería conseguir creo que los usaba en Londres me servirían, y si me acostumbraba más al clima usaría un saco menos grueso.

Estuve pensando cosas como esas y viendo el paisaje de los árboles y el cielo hasta que al levantar la mirada vi en la calle un automóvil negro , y al abrirse la ventana vi al señor Williams , vi el reloj y eran exactamente las seis , me levante y me dirigí al carro

-Justo a tiempo señor – le dije, el solo rio y abrió la puerta para que yo entrara.

-¿Te dije para que íbamos a la ciudad? – me pregunto después de que el auto comenzara a avanzar.

-Dijo que a unos cursos – respondí - ¿de maestros?

-Más bien de estudiantes – respondió sonriéndome – son para que logres tu título.

-¿A si? – dije mirando hacia arriba intentando recordar algo – dijo algo como eso cuando discutimos el contrato.

-¿Así que lo recuerdas?

-Vagamente – respondí con una risa nerviosa.

-Es el trato al que llegue con el sistema educativo – empezó a  explicar el señor Williams – tu puedes trabajar y ganar ingresos, pero no podía sacarte de la escuela solo por eso, así que también recibirás cursos, como clases de universidad, solo que serán menos frecuentes, aunque igualmente podrás graduarte.