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(Aclaración: Lili tiene cancer de tiroides que se a esparcido en sus pulmones)



Cole abre la puerta lentamente dejando ver a la rubia sentada en la ventana leyendo, Cole se le queda viendo pero no en forma deseable sino con cara de querer salir de ahí, al parecer la chica podía ser hermosa pero no era su tipo. La rubia lo miró y una cara de desagrado apareció en su rostro, el chico parecía no querer estar ahí y se notaba perfectamente...

-¿Puedo ayudarte?-Preguntó con su cara de asco la rubia y Cole lanzó un resoplido.

-Me dijeron que tendría que acompañar a una paciente de este hospital y al parecer eres tú-La rubia lo miró seria.-¿Te llamas Lili Reinhart verdad?-la rubia asintió.-Ah bien- la incomodidad era insoportable, en especial lo mal que se miraban.

-Véte de mi habitación- la rubia volvió a leer el libro y el pelinegro frunció el ceño incrédulo.

-Tengo que acompañarte desgraciadamente, no necesitas ser así-rio irónico y la rubia lo fulminó con la mirada.

-Soy como se me da la gana niño idiota-la rubia estaba enojada, no quería pasar ni un minuto al lado del chico.-Pídeles que te asignen a alguien más-la rubia dejo de mirarlo para volver a su lectura.

-Pues eso haré-el pelinegro estaba sorprendido porque nadie en su vida lo había rechazado en cualquier cosa y menos una chica.

-Bien! Que la puerta no te golpee al salir-la rubia sonrió falsamente y él pelinegro abandonó la habitación indignado.

Cole fue hacía el escritorio donde se encontraba la pelirroja que lo había atendido antes con una expresión de enojo en su rostro...

-Asígname a alguien más-ordenó y la pelirroja rio irónica al ver como un adolescente le ordenaba algo.

-¿Disculpa?-Madelaine estaba algo molesta.

-Es muy grosera y además no quiere que la acompañe-la expresión de Cole era de confusión y la pelirroja negó.

-Es a ella quien tendrás que acompañar, no hay otro paciente que necesite ayuda-El pelinegro rodó los ojos.-Si tú quieres limpiar los baños de los paciente no hay problema-la pelirroja se encogió de hombros y Cole rápidamente negó.

-¿No hay otra cosa que pueda hacer?-preguntó esta vez suplicando y la pelirroja negó.

-Tristemente no hay nada más que puedas hacer-mintió.

-Específicamente ¿porque la tengo que acompañar?-La pelirroja pensó unos segundos su respuesta.

-Ella es solitaria y desearía tener la vida que tú tienes, te prometo que si la conocieras te darías cuenta de lo increíble que es-El pelinegro dudo por unos segundos pero al imaginarse limpiando baños de viejos termino tomando una decisión.

-Esta bien-suspiró no muy convencido y la pelirroja sonrió.

-Puedes empezar llevándola a algún lugar-el pelinegro no tenía idea de donde llevarla.

-Okey pero ¿cuánto tardará en dejar de ser tan grosera?-preguntó recordando las palabras de la rubia.

-Te aseguró que cuando le agrades no será tan grosera-rio ella y el pelinegro alzó las cejas.

-¿Porque está aquí?-preguntó dudando como una chica tan bella estaba en un hospital encerrada.

-Preferiría que ella te lo diga-el asintió dudoso.

𝑾𝒉𝒚 𝒎𝒆?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora